En riesgo, cuatro familias de la Jardín Palmas debido a una enorme roca

Yee Trujillo

Las vidas de cuatro familias de la colonia Jardín Palmas se encuentran en riesgo latente porque una enorme roca podría caer sobre sus viviendas en cualquier momento, pero el director de Protección Civil y Bomberos, Melquiades Olmedo Montes, sólo les dice que ya no hay presupuesto y que esperen a que inicie la siguiente administración municipal.
Ante esta situación, los vecinos pidieron que la alcaldesa Verónica Escobar Romo que los ayude; “si es posible que ella misma viniera a ver para que vea en el peligro en que estamos”, y que también temen que Olmedo Montes no cumpla con la obra porque “quiere llevarse su dinero”.
En la barranca ubicada entre la calle Cueramos y el andador Casuarinas, a unos 300 metros de la terminal de camiones urbanos ubicada en la parte alta de la colonia, se observó una roca de grandes dimensiones que se encuentra prácticamente suspendida en el aire, detenida únicamente por las ramas de un árbol que evita que continúe rodando hacia el fondo del barranco, sobre las precarias viviendas.
El 26 de julio, unos 10 vecinos protestaron afuera de la sesión de Cabildo para pedir que los regidores intervinieran para que la dependencia demoliera la roca, pero hasta ayer nadie del gobierno municipal ni siquiera había acudido al lugar a realizar una inspección ocular.
Una de las habitantes que corre el mayor riesgo, por vivir justo debajo del lugar en el que se ubica la roca, en lo que los vecinos consideran el trayecto obligado si ésta se deslizara hacia el fondo del barranco, Martha Méndez Luviano, explicó que hace unos 15 días las lluvias y fuertes vientos arrancaron el árbol de raíz hacia el barranco y el deslizamiento de la tierra hizo que la enorme roca y otras de menor tamaño también se deslizaran, pero fueron detenidas por las ramas.
“Ahorita está con peligro de que las piedras se nos vengan encima y nosotros tenemos miedo de que seamos aplastados por una de ellas; de hecho ya fuimos a Protección Civil pero no nos hacen caso, y el agua de la azotea cae mero ahí, en la esquina de la piedra”, comentó.
Al preguntarle si los vecinos están conscientes de que habitan en una zona de alto riesgo, Méndez Luviano respondió que sí lo saben, “pero pues necesitamos un pedacito a donde vivir también nosotros y por eso nos asentamos aquí”, dijo mientras observaba su vivienda construida de madera y lámina de cartón, ubicada a menos de 10 metros de la roca.
De acuerdo con los vecinos, ellos pidieron la demolición de la roca desde la pasada administración, al ex director Sabás de la Rosa Camacho, que lo hicieron nuevamente al inicio de la actual administración y en octubre del año pasado, cuando finalmente los trabajadores de la dependencia les informaron que ya se encontraba dentro de la lista de rocas inestables a demoler con el presupuesto de este año.
“Vinieron, nos dijeron que ya la traían en la lista pero nunca nos hicieron caso, nunca vinieron; y ahora sí se vino el árbol, ya volvimos a ir, metimos otro escrito pero nos dicen que no hay presupuesto”, lamentó.
Además la vecina denunció que después del incidente, un día antes de la protesta, acudió a ver a Olmedo Montes para explicarle lo que había ocurrido, pero él insistió en que “no había presupuesto, que nos esperáramos hasta la nueva administración”.
Con la señora Méndez Luviano habitan otras seis personas: su nieto de tan solo 2 años y su hijo de 7, tres de sus hijos mayores y la esposa de uno de ellos; unos metros más abajo habitan otras dos personas y cerca de ésta viven su hermano y otros dos familiares.
En la propiedad de donde se deslizó la roca habitan dos adultos y dos niños que también temen por sus vidas porque la roca se encontraba a escasos metros de los cimientos de su casa y desde hace 15 días está provocando deslaves.
“Aunque nosotros estemos de este lado no importa, que tal si cuando vamos pasando se rueda una piedra o se quiebra el árbol”, exclamó otra vecina que caminaba por el estrecho sendero ubicado entre la casa de la señora Méndez Luviano y la roca, y que es paso obligado de las familias que habitan en el lugar.
Los vecinos explicaron que tras la protesta fueron atendidos por el regidor Juan Torres Aburto y después por el secretario general del Ayuntamiento, Armando Terrazas Sánchez, y aseguraron que él se comprometió a que los trabajadores de Protección Civil y Bomberos acudirían el lunes, pero casi dos semanas después no han realizado la supuesta inspección.