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Denuncia la FEUG institucional que el grupo disidente entró en forma violenta a sus oficinas

Integrantes de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG), la institucional de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), denunciaron que el grupo que también asume la representación de alumnos universitarios tomó la mañana del lunes de manera violenta las oficias de la agrupación, ubicadas junto a la escuela de Arquitectura, frente a la Cruz Roja, en la capital.
En conferencia de prensa, recordaron que apenas el viernes 3 de agosto fueron entregadas por personal de Patrimonio de la UAG a la asociación estudiantil reconocida por los órganos de gobierno de la UAG, en un acto protocolario que se retrasó un mes, precisamente para evitar un conflicto con el grupo contrario.
De la dirigencia, Juliel Antonio Morales aseguró que los jóvenes disidentes se acompañaron de un  “grupo significativo de docentes”, aunque sólo pudieron identificar al profesor de Economía, José Luis Castillo, y el secretario general del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG (STAUAG), Ancelmo Sotelo Albarrán, así como a un trabajador del Comedor Universitario que conocen como Charlie.
Detalló que el lunes, cuando llegaron a las oficinas, descubrieron que las puertas fueron forzadas por los disidentes, que se acompañaban por trabajadores relacionados a la expresión política de Acción Revolucionaria (AR), que dirige el universitario Uriel Reyes, ex coordinador de Servicios Escolares de la Zona Sur.
Denunció que en ese lugar cooptaron a los jóvenes que fueron rechazados a la UAG (y que acudieron a buscar apoyo de la FEUG), y los llevaron a protestar en la preparatoria 1 y 9 de la UAG, donde se realizaban las inscripciones.
Asimismo, denunció que el grupo de la FEUG contrario intentó confrontarlos, pero ellos se resistieron porque no respondieron a sus provocaciones. Más tarde, añadió que se enteraron que algunos estudiantes fueron agredidos con gases lacrimógenos, pero opinaron que fue porque provocaron al guardia de seguridad privada contratado por la universidad para resguardar los espacios.
También denunciaron que observaron que los dirigentes (algunos egresados de la UAG) pidieron cooperación a los padres de familia de 50 pesos, y que finalmente quedó en una cooperación voluntaria.
Reiteraron que esta representación es la que tiene relación y comunicación directa con las autoridades universitarias, están en la exigencia de ampliar la matrícula en algunos espacios y reubicar a los jóvenes que no fueron aceptados en otras opciones de estudio. (Lourdes Chávez / Chilpancingo).

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