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El parque Papagayo, un asilo de animales maltratados y abandonados por sus dueños

Karla Galarce Sosa

El parque Papagayo se ha convertido en un asilo de animales maltratados y abandonados.
Aunque recientemente alcanzó el rango de Unidad de Manejo Ambiental (UMA), el parque papagayo carece de espacios adecuados para recibir a algunas especies.
En la actualidad, el parque es depositario de un sinnúmero de animales silvestres, cuya gran mayoría fueron decomisados a los dueños por las autoridades, los que de manera irresponsable los adquirieron, los llevaron a sus casas y los confinaron a patios, callejones o bodegas para que vivieran encadenados sin contar con las condiciones mínimas de salubridad y alimentación.
Lo anterior fue informado por el veterinario del parque, Manuel Octavio López Victoria, quien en entrevista detalló que con el reclamo de la ciudadanía para que se alojara a algunas especies el lugar tuvo que ser adecuado porque “en ese momento era una exigencia de la sociedad que los animales se quedaran aquí, aunque ahora somos criticados por eso”.
Contó que de ser un gran aviario donde la gente pagaba por ver guacamayas y monos araña entre lagos y exuberante vegetación, el parque Papagayo, de acceso libre, ahora es visto como un asilo de animales silvestres y hasta ha sido cuestionado por ciudadanos e integrantes de la organización Guerreros Verdes, por la exhibición de nuevos animales que resultaron de un intercambio con un zoológico de Querétaro.
Expuso que los animales que gustan a los visitantes en lo que ahora es el área del zoológico, son paradójicamente los que fueron “rescatados” de sus dueños, quienes los tenían en sus casas, departamentos y que luego los soltaron o entregaron al parque porque “no sabían qué hacer con ellos”.
El director del parque, Arquímides Guzmán Cisneros indicó que las adopciones del león Guacho, el macaco Pancho y los monos araña Johny y Porfirio fueron reportados por los mismos ciudadanos, aunque indicó que el propio gobierno ha entregado en custodia a varios animales decomisados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) durante sus operativos.
A continuación, las historias de los animales que han llegado al parque por llamadas de auxilio de los dueños y ciudadanos, organizaciones ambientalistas y las autoridades.

Pancho

Se trata de un macaco que tiene unos 15 años de edad, explicó Octavio López.
“Cuando nosotros rescatamos al macaco, que se llama Pancho y que por cierto nos lo trajeron los bomberos, tuvimos que andar persiguiéndolo entre carros, entre la gente, se había metido a unos baños, debajo de los carros y fue precisamente aquí, en la playa Papagayo”, contó.
De acuerdo con lo explicado por el especialista, el animal escapó de alguna casa y fue reportado en la playa Papagayo hace nueve años. Sus dueños no lo reclamaron, por lo que dedujo, que el animal no tenía papeles o registro ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Con ayuda de los bomberos, el veterinario sedó al animal con una cerbatana y desde entonces es morador del parque.
“Pancho lleva aquí con nosotros nueve años. Éste animal seguramente tenía algún propietario, estaba en algún zoológico particular irregular y no tenían papeles, porque nunca lo reclamaron. Nosotros no ponemos un letrero de ‘tráiganos a sus animales’, pero a éste macaco lo atraparon en la playa y nos avisaron los bomberos, con ellos anduvimos atrás del animal”, expuso.
Narró que hace unos cinco años, se decidió que el animal viviera en una de las islas, donde de manera inicial había monos araña; sin embargo desconocían que el macaco pudiera bucear, por lo que el simio salió de la isla, correteó a los niños, les robó frituras e incluso a una mujer que vendía cocos le robó algunos.

Johny

Se trata de un mono araña que estaba enjaulado en un traspatio, en el mercado de La Sabana.
Ahora, es el simio más dinámico que hay en el parque. Aunque por fuera parece pequeña, la jaula donde vive, es un espacio suficiente para que los animales se ejerciten, aseguró López Victoria.
“De éste animalito la gente nos llamó, quizás por temor a que Profepa se los quite porque es algo ilegal tener a éstos animales porque son animales protegidos por normas”, dijo.

Porfirio

Fue rescatado hace apenas seis meses de un callejón del Infonavit Cuauhtémoc, en un edificio de la calle Jacarandas, en una céntrica colonia del puerto y sus dueños lo tenían en una jaula de un metro por un metro, pero vivían en Estados Unidos.
Porfirio sólo tiene un ojo, de ahí su nombre.
No había quién lo alimentara y vivía de la comida que los vecinos le aventaban. “Estaba en un callejón, en una jaulita y vivía bastante mal, a la buena de los vecinos porque los propietarios estaban en Estados Unidos”, dijo.
“La alimentación, los cuidados y lo que hace el cuidarlos, ahora el pelo le brilla”, resaltó.

Guacho

El león del parque, uno de los principales atractivos del lugar, estaba confinado a una bodega de cemento.
Su propietario, el empresario constructor Elías Centeno, lo compró en Estados Unidos cuando era cachorro. Lo llevó a su casa y, cuando el animal creció lo dejó en una bodega de Caleta.
“Fue un gran acontecimiento cuando fuimos por el león. Nos dijeron, hace aproximadamente 10 años que había un señor empresario, Elías Centeno, tenía a un león en una casa y a pesar de que el animalito no cumplía ni el año de edad, ya era enorme, podía atacar a la gente, pesaba más de 50 kilos”, detalló.
El parque adoptó a Guacho, continuó, como en la mayoría de los casos, en atención a la ciudadanía y a las asociaciones, no son caprichos del parque, son situaciones en las que hemos intervenido porque así lo exige la sociedad.
Cuando llegó el felino al parque, estaba físicamente deteriorado, recordó el veterinario, y lastimado de las patas.
“Si bien, la jaula donde vive el león no es estética, comparada con la del jaguar, ésta jaula cumple con todos los requerimiento”, indicó.

Los animales fundadores

El trío de monos araña ubicados en una jaula de la esquina, se llaman Charly, la Güera y Lucas.
Ellos viven en el parque Papagayo desde hace más de 30 años tiempo que tiene el parque de haberse fundado, cuando era “un gran aviario, y allí había más de 30 guacamayas, porque precisamente el nombre de Papagayo es sinónimo de guacamayo, de ahí el nombre y símbolo de este parque. En ese entonces la gente pagaba por entrar, a través de un puente colgante de bambú y ahí estaban los monos. Esos animales estaban en las islas, pero ahora que se remodelaron volverán a estar allá”, expuso el veterinario quien calculó que las edades de esos mamíferos, podrían alcanzar los 35 años.

Educación ambiental

López Victoria acotó que desde que se fundó el parque, por primera vez en su historia, se cuenta con un plan de manejo para cada una de las 25 especie animales que suman más de 400 ejemplares que allí viven.
“Nadie ve a un león tan cerca, a los cocodrilos. Desarrollamos las visitas guiadas a los niños de primaria, gracias a que tenemos a éstos animales, eso es lo más importante de éste lugar”, indicó.
A pregunta expresa sobre la posibilidad de sacar a los animales del lugar, respondió que se perdería la oportunidad de mostrar las nuevas generaciones especies animales y de generar una conciencia para el cuidado del medio ambiente, puesto que se les habla del origen de los animales, cómo vivían y del país de donde provinieron.
El director del lugar, Arquímides Guzmán, declaró que “los dueños de los animales los tenían en condiciones deplorables y con un sentido de humanidad nos llamaron para traerlos, pero habrá que pensar en la cantidad de animales que son sacrificados porque no llaman a ninguna autoridad”.
Dijo que no todos los animales son aceptados, sobre todo porque se busca que los niños aprendan de lo que allí se les habla con un enfoque ecológico.
“Cuando la Profepa nos trae a los animales son propiedad de la nación, porque somos una UMA autorizada y no pueden dejar a los animales en cualquier sitio, sino que deben asegurarse de que estarán bien”, finalizó.

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