Presiona el INEA a indígenas para que se inscriban en su alfabetización, acusa un funcionario de la SAI

Sergio Ferrer

Tlapa

Constantino Cano, funcionario comisionado a la Secretaría de Asuntos Indígenas en La Montaña, acusó que personal del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) ha estado presionando a indígenas para que se inscriban en programas de alfabetización o de lo contrario se les quitará Oportunidades.
La situación, declaró Cano, le ha sido expuesta durante varias semanas por habitantes originarios de distintas étnias de La Montaña. Así como se han presentado casos de mujeres, amenazadas con sanciones en el programa Oportunidades en el sector salud, también se estaría utilizando indirectamente, esta vez para obligar a beneficiarias a dar sus papeles para ser inscritas.
Este problema ha sido planteado por habitantes indígenas que han acudido a las oficinas de la SAI, compartidas con las de la Secretaría de la Mujer, para quejarse de que empleados aparentemente del INEA, han pretendido bajo amenaza de retirar el programa de Oportunidades obligar a varias beneficiaras a entregar sus papeles.
Cano alegó que no tiene conocimiento de que esto en los estatutos de este programa asistencial de carácter federal, de que se deba obligar a la gente a que se alfabetice, indicó que según testimonios, aunque no proporcionó nombres pero los calificó de verdaderos, a las indígenas les dicen que si no entregan papeles para que les enseñen a leer y escribir las quitarán del programa de Oportunidades.
“Están pasando casa por casa, exigiendo a ciudadanos sus documentos para ser inscritos en el INEA, las personas no han hecho queja directa por temor a represalias”, justificó Cano y añadió que sabe que el otro programa de alfabetización ejecutado por el gobierno de Guerrero, no obliga a la gente, sino que busca resaltar la importancia de saber leer y escribir.
En Guerrero, el Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG), es el órgano que se rige con estándares del INEA.
Con base en datos recabados, se conoció que sí se ha estado ejerciendo cierta presión, para que ciudadanos se inscriban a cursos de alfabetización, pero no ha sido por parte del programa instalado por parte del actual gobierno estatal. Por ejemplo, en Alpoyeca se intentó condicionar a señoras para que estudien bajo el cargo del IEEJAG.
Tanto el IEEJAG, como Guerreros por la alfabetización, trabajan sus propios programas.
El IEEJAG coadyuvó con Alfabetización en tu Comunidad Guerrero, de la UNAM, teniendo el instituto algunas diferencias con asesores, al menos de la primer brigada instalada en Xalpatláhuac en cuanto a los trámites con los documentos.
El programa, que se estrenó pomposamente en Guerrero a iniciativa del gobernador del estado, según información recopilada en las oficinas del programa Guerreros por la Alfabetización, trabaja con dos métodos, el Yo sí Puedo, cubano, y La Palabra Generadora, derivada de las teorías de Paulo Freire.
No hay en La Montaña, la enseñanza por parte de religiosos con el método Alfabetizar para Humanizar. El método de la palabra está manejado en coordinación con la SEP; se trata de en una meta de tres meses, trabajar 10 horas a la semana, mínimo dos horas al día para que les sea entregada a los alfabetizados una constancia en caso de que deseen continuar sus estudios y ser canalizados al IEEJAG.
El Yo sí Puedo fue proporcionado por el programa estatal por primera vez a facilitadores, el 6 de septiembre pasado en el Instituto Tecnológico Superior de La Montaña. El método se basa en una serie de 65 video-clases bajo la guía de un facilitador.
En Guerrero hay 20 cubanos que están trabajando en las regiones del estado, en La Montaña hay dos asesoras metodólogas y un asesor exclusivamente para Acatepec; entre sus funciones está el acudir a supervisar sin aviso previo a los responsables de grupo, a fin de no simular el trabajo y caer en irregularidades como ocurrió en la primera etapa.
Un hombre ñuu savi de la cabecera municipal de Atlamajalcingo, que dio asesorías el curso pasado, calificó de difícil el que las personas de más de 55 años quieran seguir estudiando, “ni las vocales, a veces también es difícil por la alimentación mala”.
Para colaboradores del programa, es necesario que los facilitadores sean jóvenes o adultos, tengan también el sentido de una ayuda social y no sólo lo hagan  por el dinero que se da cuando las personas acreditan que están alfabetizadas.
La palabra generadora, está siendo trabajada en el reclusorio de Tlapa, a través de cinco internos, quienes asesoran a 82 adultos. Si bien el reto del gobernador está en los 50 mil, las condiciones geográficas, falta de interculturalidad, falta de infraestructura, en La Montaña, disminuyen la cifra en la realidad.