Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Octavio Klimek Alcaraz

Playas Prioritarias

 

Hace cuatro años la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno federal (Semarnat), presentó el llamado Sistema de Monitoreo de Calidad del Agua en Playas Prioritarias, Sisplayas, “con el propósito de garantizar que los usuarios cuenten con información confiable y oportuna sobre la calidad del agua de las playas turísticas prioritarias del país.” (http://www.semarnat.gob.mx/playas/playas_prioritarias/Paginas/Monitoreo.aspx)

Conforme a la información disponible, el sistema considera playas prioritarias a aquellas playas que al menos hayan presentado un incidente de riesgo sanitario anual entre el 2003 y el 2007. Es decir, se trata de aquellas playas de recreación que fueron en su momento reportadas originalmente en el llamado ahora Sistema Nacional de Información sobre la Calidad del Agua en Playas Mexicanas. Hay que recordar que dicho Sistema se inició en el año 2003 y buscaba garantizar que con información confiable los turistas acudieran a las mejores playas de los sitios turísticos, como es el caso de Acapulco y Zihuatanejo. Lamentablemente en sus inicios fue desvirtuado, hasta el punto de considerarse que los usuarios de playa no tenían derecho a ser informados de la calidad de las playas que visitaban. Pero al tiempo, hoy la información está disponible, y lo que es más importante, existen esfuerzos significativos para garantizar la calidad de las playas de recreación para certificarse.

Sin embargo algo está pasando, porque ahora tenemos dos sistemas, el Sisplayas y el citado Sistema Nacional de Información sobre la Calidad del Agua en Playas Mexicanas.

De hecho en la información de la página electrónica de Semarnat antes citada, se señala que “el Sisplayas no sustituye al monitoreo que, desde 2003, realiza la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Cofepris, de la Secretaría de Salud en el contexto del Programa Integral de Playas Limpias, Proplayas, en el que participan también las Secretarías de Marina, Turismo y la de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat, y cuyos resultados conforman el Sistema Nacional de Información sobre la Calidad del Agua en Playas Mexicanas.”

En la información se señala que “los parámetros de calidad utilizados en el Sisplayas toman en cuenta, por una parte, un límite inferior denominado como “Límite sustentable” (100 enterococos por cada 100 mililitros) que se basa en el límite máximo permitido en la Norma Mexicana para la Certificación de playas (NMX-AA-120-SCFI-2006, Requisitos y especificaciones de sustentabilidad de calidad de playas) y por el otro, el límite máximo denominado Riesgo Sanitario (igual o mayor de 200 enterococos por cada 100 mililitros) que considera los riesgos de contraer enfermedades como las gastrointestinales (5 a 10 por ciento) o respiratorias, según lo estipulado por la Organización Mundial de la Salud.”

La diferencia sutil entre el Sisplayas y el viejo Sistema Nacional, en mi opinión, es que los análisis de las muestras de agua de las playas prioritarias se hacen en el Laboratorio de Calidad de Agua del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA; es decir, en el Sisplayas, no se realizan los análisis en los laboratorios locales de los estados como entiendo se realizan en el Sistema Nacional, sino en nuestra máxima institución de ciencia y tecnología en materia de agua en el país. Así que difícilmente en un laboratorio certificado, como es el del IMTA, puede dudarse de la confianza de sus resultados.

Respecto a la última información presentada por el Sisplayas el pasado 11 de julio se identifican 39 playas prioritarias en 10 destinos turísticos de seis estados costeros del país. 13 de estas playas se consideran en un llamado nivel sustentable, cuatro playas en un nivel inadecuado, una de ellas en Guerrero y 22 playas con riesgo sanitario. Lamentablemente seis de estas playas se encuentran en Guerrero, cinco en Acapulco y una en Zihuatanejo.

De los datos inmediatos surge la preocupación de saber que conforme a los criterios de selección en el año 2008 sólo existían 21 playas prioritarias, hoy son 39, prácticamente en los últimos cuatro años se duplicó debido a que los incidentes de riesgo sanitario han aumentado de manera evidente. Lo que nos debería hacer reflexionar sobre las causas específicas que se están presentando en esas playas para que suceda tal contingencia.

En especial me preocupa el caso de las playas de Guerrero, ya que llevamos 10 años de reportes sobre el riesgo sanitario reiterado en dichas playas, gobiernos municipales, estatales y federales vienen y se van, y no se encuentran soluciones definitivas a su problemática de calidad del agua de sus playas. En mi opinión debe aprovecharse el impulso que se está dando a la inversión en recuperar la belleza y funcionalidad de sitios como el Acapulco Tradicional y el Acapulco Dorado, para que de una vez por todas se atienda con alta sensibilidad técnica y social este asunto. Esto si deseamos que a esas áreas retorne el turismo de altos ingresos, especialmente el extranjero, en nuestro querido Acapulco. El mismo tratamiento se debería dar al caso de Zihuatanejo. Para ello, necesitamos trabajar de manera multidisciplinaria y ordenada con un horizonte por lo menos hasta el 2015, para atender este problema con el apoyo por supuesto de los tres órdenes de gobierno.

P.D. Mi más sincero pésame a la familia de Octaviano Santiago Dionisio, hombre de aquella izquierda llena de ideales y seguramente también de contradicciones que pensaba en un mundo muy diferente al que hoy se tiene.

P.D. Mis mejores deseos para que Vidulfo Rosales y todo el equipo de Tlanchinollan sigan en la defensa de los derechos humanos y de la naturaleza en Guerrero.

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