Trasladan alumnos rechazados su protesta al consulado de EU, como lo habían anunciado

Karla Galarce Sosa

Aspirantes rechazados de las escuelas de Medicina y Enfermería trasladaron el plantón que comenzaron en el Zócalo del puerto hace cuatro días –apoyados por el Movimiento Académico Social Alternativo del Sur (MASAS)–, y lo llevaron a la banqueta afuera del consulado de Estados Unidos, aquí en Acapulco.

Con pancartas escritas en inglés, los 14 jóvenes rechazados exigieron gratuidad en la educación guerrerense en la oficina de Estados Unidos, cuya política educativa es cobrar los estudios de nivel medio superior y superior.

Durante la protesta, algunos jóvenes utilizaron máscaras de la secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez; del rector de la UAG, Ascencio Villegas Arrizón, así como del gobernador Ángel Aguirre Rivero.

Hugo César García Cortés dijo que fue rechazado en tres ocasiones de la escuela de Medicina, y en esta última evaluación obtuvo mil 36 puntos en el examen Ceneval.

Egresado de la Preparatoria 2 de la UAG, Hugo García confesó que es la primera vez que se suma a las actividades de protesta, sin embargo tomó la decisión porque nadie ha resuelto el problema de la falta de espacios para esa escuela. “No tengo los recursos para irme a una escuela privada ni, para ir a otro estado”, declaró durante la protesta que se desarrolló bajo la lluvia durante unos minutos.

Otro de los jóvenes que se sumó a las protestas recientemente es Jorge Enrique Méndez Jiménez, quien egresó del bachillerato particular Jaime Torres Bodet y consideró injusto que haya alumnos aceptados que obtuvieron menos de los mil 42 puntos que él logró en la evaluación. Agregó que su promedio del bachillerato fue de 9.1 y con sus calificaciones obtuvo una beca de aprovechamiento.

Los mensajes de los carteles, escritos en inglés, se podían leer mensajes como los siguientes: “Tengo que pagar 100 mil pesos para entrar a la escuela de Medicina”, “Nosotros pasamos el examen pero la universidad pública no nos acepta”, “Los jóvenes esperamos estar en los salones de clases, no en las calles”.