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Sigue el miedo ante la violencia que causan grupos de la delincuencia organizada: Garfias

El arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, llamó a los pastores de las parroquias a construir la paz, pues dijo que en su reciente visita a la Costa Grande ha palpado el miedo de las personas ante los hechos de violencia de la delincuencia organizada.
En un comunicado de prensa, Garfias Merlos indicó que “se ha desarrollado un proceso en el que las parroquias, como estructuras estables cercanas a la gente, se conviertan en espacios de evangelización que incidan en la construcción de la paz”.
“En mi reciente visita a la Costa Grande he palpado el miedo de la gente ante las acciones y hechos de violencia de los grupos criminales, también en Acapulco no paran las balaceras, los secuestros, las extorsiones y los asesinatos”, precisa el comunicado oficial.
Sostiene que la Arquidiócesis de Acapulco ha hecho una opción por la construcción de la paz, involucrando a todos los agentes de pastoral y reorientando a las estructuras pastorales para que se desarrollen con un enfoque de construcción de paz.
Detalla que la violencia que se mantiene en los espacios públicos es un reflejo de aquella que se mantiene en los espacios familiares y privados, por eso pidió reconocer otros tipos de violencia que se mantienen ocultos en la familia, en los centros de trabajo, escuelas y relaciones interpersonales.
“Quiero hacerles un llamado para que este gran desafío de la violencia no lo consideremos sólo  para las autoridades, a quienes les tocan tareas propias previstas por las leyes, sino que también entendamos que es un desafío para todas las personas, cualesquiera que sea el lugar que ocupen”, dijo el arzobispo.
Indicó que los sacerdotes poco a poco aspiran acompañar las víctimas de la violencia de manera integral, comenzar con la atención pastoral en las parroquias a través de la oración, por eso los párrocos reciben capacitación para consolar y alentar la esperanza a quienes sufren la violencia.
Abundó que se tiene que reconocer que hay factores personales que generan la violencia como son las palabras, los gestos, pensamientos y sentimientos que la expresan y la promueven, y que eso significa que cada persona puede tener responsabilidad.
“Todos generamos violencia en mayor o menor grado en la medida en que no respetamos los derechos de los demás, en razón de esto quiero hacer la invitación a todos para que tomemos conciencia de que podemos convertirnos en constructores de paz desde la vida cotidiana” concluyó el arzobispo en el comunicado. (Redacción).

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