Destina pocos recursos el gobierno de Guerrero para proteger tortugas, dice Costa Salvaje

Karla Galarce Sosa

La coordinadora de la región Pacífico Sur de la organización ambientalista Costa Salvaje, Natalia Parra del Ángel, informó que las costas guerrerenses, junto con las de Oaxaca, son las de mayor llegada de tortugas marinas del país.
Indicó que el saqueo de nidos, así como las redes de pescadores furtivos, afectan aún más a los quelonios que las propias redes de barcos de pesca ribereña.
Lamentó que a pesar del acuerdo que firmaron los gobiernos de Guerrero, Oaxaca y Michoacán para proteger a esa especie, en esta entidad se destinen pocos recursos para esas tareas.
El mes pasado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) alertó de la presencia de medio centenar de quelonios muertos que el mar arrastró en el tramo de Alfredo V. de Bonfil al poblado de Barra Vieja en Acapulco.
Consultada por teléfono declaró que Guerrero está entre las playas de arribo masivo del Pacífico más importantes del país, junto con Oaxaca.
“Somos ruta de las tortugas y Guerrero forma parte del trayecto. A la organización le interesa mucho que la pesca que continúa con las prácticas de antaño como la colocación de redes a la deriva, desaparezcan; como en Acapulco, las motos acuáticas y las lanchas, a pesar de que estamos en época de reproducción cuando las parejas de quelonios se acercan y cuando ven el fenómeno las atacan”, criticó.
Natalia Parra destacó la importancia que tanto pescadores como prestadores de servicios turísticos vean a las tortugas como un atractivo turístico y no como un obstáculo en el mar o las playas.
Recordó la firma del acuerdo de protección de quelonios entre los gobiernos de Guerrero, Oaxaca y Michoacán; sin embargo lamentó que el actual gobierno estatal destine pocos recursos para la protección e hizo referencia a la escasa presencia de policías ecológicos en las playas ante la inminente llegada de tortugas de la especie golfina.
Hizo un llamado para que el gobierno estatal tome en cuenta políticas ambientales vigilantes de las normas federales. Señaló: “un pescador rivereño puede causar el mismo daño que un pescador a gran escala porque dejan sus redes a la deriva durante varias horas, lo que provoca que las tortugas queden atrapadas y mueran por asfixia. No podemos decir que sólo los pescadores rivereños causan daño”.
Lamentó que el gobierno estatal no priorice las labores de la policía ecológica, y observó que con el cambio de gobierno se dejó de lado el trabajo de ese cuerpo policiaco, a pesar de que la entidad es de los primeros lugares en biodiversidad.
“Guerrero es una de las pocas entidades que cuentan con una policía ecológica que se encarga de evitar la comisión de delitos. Es importante y deben fortalecerla”, dijo.
Comentó que este año, a causa del fenómeno de La Niña, “los expertos informaron que existe un retraso en el arribo de las tortugas, pero otra de las cosas que afectó fue el huracán Carlota porque subieron los paredones de arena, lo que dificulta que las tortugas ovopositen”.