Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Cursan alumnos en Ayotzinapa una semana de adaptación para que sepan trabajar en el campo, explican dirigentes

Lourdes Chávez

Chilpancingo

El comité de alumnos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgo de Ayotzinapa señaló que la semana de adaptación para los alumnos de nuevo ingreso, se ha realizado por décadas en la octogeneria institución, pero aquellos que no pueden desarrollar las actividades se retiran por su propio pie, no se les expulsa y se aplica el corrimiento de escalafón que año con año se viene realizando.
Aseguraron que respecto a las acciones que ha realizado la organización estudiantil, han sido en acuerdo con la Secretaría de Educación Guerrero (SEG).
En una conferencia de prensa, refutaron que los jóvenes sean torturados, porque las actividades que realizan durante esta semana son comunes, relacionadas a la vida del campo; un joven de nuevo ingreso detalló que los levantan a las 5 de la mañana a hacer ejercicios, después realizan el aseo de la escuela y se encargan del mantenimiento de las parcelas, de alimentar y cuidar el ganado y demás animales de granja que hay en el lugar.
Asimismo, dijo que se tienen horarios de alimentación establecidos, y que se distribuye por igual el alimento para los aspirantes, que admitió al principio era insuficiente, porque sólo tenían alimento para 200 donde había 500, es decir, toda la lista de aspirantes que participaron en el examen de admisión que aplicó la Universidad Autónoma de Hidalgo.
El dirigente estudiantil Diego Castro Domínguez dijo que los jóvenes que han pasado por las aulas de la normal aprendieron a chaponar y a sembrar, como los campesinos de las comunidades rurales a las que tendrán que servir en otro momento. Esto luego que un padre de un joven de nuevo ingreso denunció que el comité de alumnos, tortura a los aspirantes en la semana de prueba y los relega de la lista de aceptados, si no los obedecen.
Asimismo, el padre de familia Félix Crispín Honorato denunció que por los trabajos, algunos enfermaron y presentaron los diagnósticos médicos como prueba de violación ante la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del estado de Guerrero (Codehum), que notificó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En una entrevista anterior, Crispín Honorato dijo que en una relación de 12 jóvenes relegados, tienen al número uno de la lista oficial que publicó la SEG y que fue removido por el comité de alumnos al número 500, y cuestionó que en la normal rural la organización estudiantil ha sido el máximo órgano de gobierno, por encima de la SEG.
Los alumnos de nuevo ingreso aceptaron que en la semana de adaptación participan todos los aspirantes, y a la fecha sólo siguen en la escuela 223, esperando la oportunidad de acceder a uno de los 140 lugares disponibles, “si alguno algunos abandonan la escuela durante la semana de adaptación, es la oportunidad que esperan otros para continuar sus estudios”.
Los dirigentes aseguraron que los jóvenes que se quejaron ante los organismos de derechos humanos, fue porque aunque aprobaron el examen académico no aprobaron el socioeconómico, que se aplica en conjunto con la SEG; y denunciaron que aún así la secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez, les entregó un oficio a 15 recomendados para notificarles sobre su ingreso.
Por la noche, se realizó una reunión de Romero Suárez con padres inconformes, el director de la Normal, Humberto Santos Bautista; integrantes del Comité de alumnos, y jóvenes de nuevo ingreso, y de acuerdo con fuentes de comunicación social de la SEG, también estuvieron representantes de la Codehum y al parecer de la CNDH.
Se supo que inicialmente la reunión estaba programada en una oficina de la SEG en el fraccionamiento Bugambilias, frente al Hotel Jacarandas, pero a las 8:30 de la noche se trasladaron a Casa Guerrero, porque todos los que llegaron a la cita no cabían en la sala de juntas. A las 9:30 continuaba la discusión.
Por la tarde, la dirigencia estudiantil confirmó la presencia de visitadores de la Codehum y la CNDH, que los cuestionaron sobre la fundamentación de la semana de adaptación, pues estaban siendo acusados de maltrato; los jóvenes señalaron que precisamente la semana es para que los jóvenes estén capacitados para trabajar en el campo, que se combina en la academia en la normal rural, “hay muchos compañeros que no saben trabajar el campo y al poco tiempo se retiran y así se va perdiendo matrícula”.
El joven recordó que en junio pasado, Romero Suárez se comprometió ante la Comisión de Interlocución –que intervino tras el rompimiento del diálogo con el gobierno del estado por el desalojo policiaco del 12 de diciembre de 2011, con un saldo de dos estudiantes muertos–, a respetar el trabajo de la organización interna, donde se incluye la semana de adaptación.
Castro Domínguez aseguró que este mismo problema se presentó el año pasado, y la SEG colocó a los estudiantes que no ingresaron a la normal en otras opciones de estudio. Insistió en que la semana de adaptación no es una decisión del comité, sino un mandato de la base estudiantil.
Para aceptar a todos los aspirantes, demandó a la SEG que se descongele la matrícula que se va perdiendo en los siguientes grados de estudio, para que se reincorporen al primer grado, “porque hay 223 estudiantes luchando por un espacio para permanecer en la escuela”.

468 ad