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Pumas deja la mala racha y vence 2-1 a Santos en Torreón

Edgar Contreras / Agencia Reforma

Torreón

Las batallas están llenas de héroes y villanos, y la de ayer en el Estadio Corona escogió a Emanuel Villa y a Darwin Quintero para esos roles.
En una exhibición de contundencia mediante un doblete, el “Tito” borró de un plumazo las pesadas rachas que agobiaban a los Pumas, que vencieron 2-1 al campeón Santos.
El delantero argentino podrá escribir en sus memorias sobre la tarde en que sepultó la sequía de triunfos de los auriazules en esta sede, no ganaban desde julio de 2005. Darwin, por su parte, bien podría quemar cualquier evidencia de sus fallas de colección.
Villa se estrenó como goleador auriazul al 30′, con una estupenda recepción de zurda a pase de Efraín Velarde y un potente disparo pegado al poste izquierdo, y repitió la dosis al 48′ con un sólido cabezazo tras un tiro de esquina cobrado por Javier Cortés.
Quizá por las 2 derrotas al hilo en la Liga y por sus antecedentes en Torreón, los Pumas se mostraron precavidos, pero aun así generaron las mejores opciones, hasta que por fin despertó Santos.
Ya Oribe Peralta, el héroe lagunero, había exhibido su delicadeza en los disparos, al tirar de media distancia y estrellar el balón en el poste del marco de Odín Patiño, y después vino el show de Darwin.
El colombiano, quien apenas esta semana fue convocado por su Selección, compite desde ahora por las peores fallas del torneo, al 53′ contactó mal el esférico en el área chica, ya con el portero vencido.
No conforme, Darwin repitió la acción, ahora con la cabeza, tras quedar solo en un tiro de esquina, acción que provocó un berrinche de Felipe Baloy. Fue precisamente el panameño quien habilitó al 60′ al cafetalero, que ahora falló en el mano a mano contra Odín Patiño.
Los Pumas tuvieron que defenderse, prácticamente, con las garras, todo con tal de soportar el violento embate lagunero que tuvo su recompensa al 61′ con el gol de Daniel Ludueña o con el agónico disparo de Iván Estrada en la compensación.
Sólo que de nada importó el coraje de Santos porque la suerte ya estaba echada desde el momento en que Emanuel Villa y Carlos Darwin Quintero se toparon en el Corona.
Del Olmo y Villa toman con calma triunfo ante el campeón

La próxima vez que a Joaquín del Olmo le llegue el agua al cuello seguramente le rezará a los Santos. Después de 7 años, los auriazules ganaron de nuevo en Torreón, comandados por un DT que le ha tomado la medida a los laguneros.
“Es la segunda vez que vengo acá. El único partido que gané con Xolos (1-3) fue acá y me toca repetir con Pumas”, presumió el timonel.
La victoria fue el oxígeno luego de dos derrotas en fila.
“La lucha, la intensidad, la garra Puma, el orgullo, viste cómo se barrían, el equipo jugó muy compacto, tuvimos buena posesión de balón, también es cierto que Santos nos generó situaciones de gol como nosotros lo hicimos, por ahí era un partido para 6-4”, dijo Del Olmo, quien por decisión técnica prescindió de Luis García.
Los Guerreros no habían perdido en todo el torneo anterior ni en el presente en el Estadio Corona. Emanuel Villa fue el verdugo con un doblete.
“No sé si me quitan presión, obviamente vivo de esto y entre más tiempo pasa parece que más se le cierra el arco, pero nunca perdí la tranquilidad, en los partidos anteriores no había tenido tantas oportunidades, pero me había tocado colaborar con asistencias”, mencionó el argentino.
“El Tito” no quiso opinar del duelo frente a Cruz Azul, el domingo en CU, con el argumento de disfrutar este triunfo.
Los Pumas ganaron aun sin el portero Alejandro Palacios, quien en la práctica del jueves pisó mal y sufre una tendinitis en la rodilla izquierda.
El médico Roberto Rodríguez considera que el próximo fin de semana ya se podría reincorporar al plantel, aunque queda la duda sobre si estará frente a La Máquina.

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