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Afrontan los jóvenes de Guerrero y del país una realidad violenta y cruel: poeta

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

La realidad que viven los jóvenes guerrerenses es un tanto violenta y cruel, pues tienen muchas cosas en su contra, pocas oportunidades; su ambiente laboral para desarrollarse es muy limitado y en cuestiones culturales se están haciendo cosas importantes e interesantes sólo de un tiempo para acá, comentó el poeta Luis Ángel Vargas Castro.
El joven artista ganó el primer certamen de Premio Estatal de Cuento, Poesía y Ensayo Literario Joven 2012, en el género de poesía con la obra titulada Díptico, la cual realizó dos meses antes de entregarla a dicho concurso.
Vargas Castro comentó que es originario del puerto de Acapulco y actualmente cursa la carrera de Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y que salió hace cinco años de su ciudad natal.
En entrevista telefónica explicó que los jóvenes viven una realidad no sólo difícil, pues llega a ser violenta y un tanto cruel, pues tiene mucho en su contra, pero reiteró que en los últimos años se ha trabajado en proyectos culturales dirigidos a este sector, en comparación con otras gestiones culturales gubernamentales.
“En cuestiones culturales entiendo que se están haciendo cosas interesantes e importantes, pero eso es de unos años hacia acá, no hay como una tradición humanística, literaria o artística, se dan como casos aislados; es una condición difícil la que vivimos los jóvenes, no sólo de Guerrero, sino del país”, reiteró el poeta.
Comentó que la realización de estos certámenes son una forma de alentar a la juventud, pues que reconozcan el trabajo literario y que se puede ganar un premio significa que se está haciendo una labor artística importante.
Dijo que a él le sigue dando miedo compartir sus obras, pero es un compromiso asimilar y darse cuenta que la literatura es una forma de ganarse la vida y ofrecerle algo a la sociedad.
“Creo que el problema radica sobre todo en que la gente no ve la labor de un poeta como una forma de ganarse la vida, y lo ve como una actividad de unos cuantos, cuando en realidad es una profesión como cualquier otra”, indicó.
Agregó que el poeta vive muy alejado de lo que piensa la mayor parte de la gente, pues al realizar la poesía se trabaja de manera rigurosa y es necesario un esfuerzo como en cualquier trabajo; sobre todo para escribir como se debe.
Vargas Castro mencionó que el interés de vivir de la literatura, de dedicarse a esta profesión, estudiarla y compartirla nació desde muy pequeño y siempre estuvo a su lado, pero apenas hace tres años se ha dedicado a este género en cuerpo pero sobre todo en alma.
Dijo que también influye mucho poder contar con un mayor contacto con las diferentes disciplinas artísticas; el arte en general sensibiliza para poder definir cuál sería el lugar indicado para desarrollarse.
Comentó que en el puerto de Acapulco hacen falta más actividades culturales para contrarrestar los índices de violencia a los que están expuesto los ciudadanos.
“Acapulco es conocido por ser un puerto turístico, y en los últimos años si han habido encuentros literarios, encuentros cinematográficos, iniciativas por empezar, pero esa imagen del Acapulco turístico, creo que invade y no permite que crezca, es una ventaja y una desventaja”, señaló.
Comentó que esta convencido que las autoridades culturales han cambiado el enfoque y que han trabajado por mejorar las condiciones de la cultura en el puerto, pero sería importante dejar de ver a Acapulco como un lugar sólo para disfrutar de la playa, sino a un Acapulco en donde puedes conocer otras cosas.
La obra que presentó para el certamen nació a partir de un sentimiento y tardó dos meses para su composición, para revisarlo y pulirlo. Lo llamó Díptico porque está dividido en dos partes: una titulada Odio y la otro No odio.

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