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Critica la CETEG el nuevo formato de evaluación; es una imposición, dice

Lourdes Chávez

Chilpancingo

El dirigente estatal de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), Gonzalo Juárez Ocampo, cuestionó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) impone, no consulta, las disposiciones educativas; como el nuevo formato de evaluación de educación básica que comenzará a funcionar en este ciclo escolar, y donde las calificaciones dejarán de ser numéricas, ahora se evaluará con letras y se eliminará la reprobación.
Aunque consideró que la reforma de la evaluación será decorativa, destacó que también es un reconocimiento de que no es con una calificación como se debe evaluar a los alumnos, “porque no es con una prueba estandarizada lo que nos va a dar un parámetro del aprendizaje de los niños”.
Por otro lado, el presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia, Saúl Castro Hernández, reconoció que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) aún no les ha informado sobre la nueva metodología de evaluación, pero recordó que en otros años se calificó mediante letras, “y todo se vuelve muy subjetivo, no hay metas claras de lo mínimo que necesita saber un niño”.
A partir de este año escolar, la SEP informó que las calificaciones del 5 al 10, ya no serán parámetro de reprobado o excelente, sino que se evaluará con las letras A, B, y C; se mantendrá la no reprobación en los estudiantes de preescolar, primero y segundo de primaria, pero en tercer año, en caso de reprobación padres y maestros determinarán si el alumnos pasa al siguiente grado; en cuarto y quinto el estudiante tendrá la posibilidad de continuar el siguiente año aunque repruebe dos materias, al final todos estarán condicionados a una evaluación global.
El dirigente del magisterio disidente en Guerrero, que impulsa por medio de un congreso una nueva metodología de evaluación –diferente a las evaluaciones estandarizadas del desempeño docente–, señaló que este modelo es una idea de que ya no va a hacer reprobados, y al no haberlos se está reconociendo que no es con una calificación como se obtiene un parámetro adecuado del aprendizaje de los niños.
Añadió que la reforma demuestra que la federación no tiene un rumbo definido de la educación, “porque si ya no se va a cuantificar como ellos lo hacían, lógicamente se reconoce que no es con un examen estandarizado, sino con una evaluación integral y global, como se califican los procesos”.
Sin embargo, consideró que en la práctica no se va a lograr dar ese matiz de evaluación integral, porque “sólo al final dicen si habrá reprobados, para que no haya decepciones, y esos matices son los que se busca discutir en el Congreso Estatal de Educación, Cultura y Deporte”, que promueve la CETEG desde el año pasado.
Sobre la metodología denunció que ha sido una práctica sistemática de la SEP imponer siempre las disposiciones, no consultar a las bases, ni las necesidades de trabajo en las aulas, por lo tanto, opinó que no va a generar un cambio importante, “no es algo que pueda impactar en la mejora de la educación, es un cambio cosmético, que tiene la mirada en la mirada en un sistema extranjero, olvidando la historia del normalismo en el país”.
En otro tema, informó que está atorado el diseño de la convocatoria del congreso, y si se sigue retrasando van a valorar si concluyen los trabajos en noviembre, como se había planeado con el gobierno del estado, que se comprometió a financiar las actividades, porque “sí queremos hacer un congreso de debate y de muy buenos resultados, no una simulación”.
Consultado por separado, Saúl Castro Hernández reconoció que aún no los han informado sobre la nueva forma de evaluación de alumnos de educación básica, “pero lo que ha venido en boga es lo de habilidades en competencias, que se vuelve muy subjetivo en las calificaciones”.
Consideró que aunque cambie el mecanismo de evaluación, hay otra cuestión, a veces un poco cruzada, porque si los maestros tienen un alto índice de reprobación, no califican para escalafón ni en el examen único, por lo tanto no le conviene reprobar estudiantes; no es una cuestión nueva.
Sobre la evaluación con letras, recordó que hace unas décadas le tocó ver esta situación, y era en un contexto donde todo se volvió muy subjetivo, “no había metas muy claras en ese sentido, de lo mínimo que necesitan saber los niños, para determinar si logró obtener las habilidades”.
Añadió que existen factores combinados que, por desgracia, no ha ayudado mucho a la calidad educativa, porque finalmente no se trata de una habilidad sino de que los estudiantes tenga las herramientas necesarias para tener un desarrollo integral.
Destacó la participación de los padres en el proceso de evaluación, porque precisamente ese es uno de los propósitos de la asociación estatal, porque si bien es cierto que se forman comités de padres, muchos de ellos desconocen sus funciones, sus responsabilidad y hacen lo que les piden los maestros, “queda difusa esa situación”.

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