Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Héctor Manuel Popoca Boone*

El sembrador

 

 

Hay seres humanos que en vida están espiritualmente muertos. Otros, que después de fallecidos permanecen más vivos que nunca en el corazón de su pueblo. Don Alejandro Cervantes Delgado pertenecía a esta pléyade de hombres imperecederos.
Fue un sembrador de inquietudes sin tregua y formador, en su época de profesor, de jóvenes estudiantes ávidos de conocimientos y preparación. Después otorgó oportunidades a profesionistas y políticos nuevos para que demostraran sus capacidades durante su periodo gubernamental.
Cuando fue mandatario estatal se distinguió por ser un excelente coordinador de los esfuerzos del pueblo de Guerrero al que tanto amó, y por ende, por el que tanto sufrió ante sus múltiples carencias y rezagos ancestrales.
Fue un dejador de huellas inacabables de humanismo, de profesionalismo, de buena gobernanza y de indeclinable compromiso social. De él, los que tuvimos la distinción que nos invitara a colaborar abrevamos grande y grave sustancia de su decir y hacer.
Nos nutrimos de sus postulados rectores acerca de las virtudes que deben de prevalecer en un político, funcionario o gobernante. Entre otras: honestidad, laboriosidad, eficacia, conocimiento de los problemas del estado, visión para dar alternativas viables y por supuesto, apego irreductible al pueblo, con total servicio desinteresado a la ciudadanía.
Aprendimos de él que los principios y valores ideológicos, éticos y morales deben de estar siempre por encima de conveniencias o intereses particulares, al ser basamentos para construir y no baratijas para mercadear. Que la dignidad humana no tiene precio, ni es objeto de cambio o de sometimiento al mejor postor. A partir de su pedagogía social practicada cotidianamente nos advirtió que un pueblo sin educación es un pueblo ciego y sin futuro, particularmente para los jóvenes y demás generaciones emergentes.
Aprendimos que los conflictos y diferendos sociales se resuelven con atingencia, prudencia y paciencia. Hasta el borde en donde no se vulneren los derechos humanos ni las garantías individuales de terceros o se ponga en riesgo la seguridad pública.
Demostró que para los disensos la mejor receta es el dialogo y el razonamiento sereno entre las partes, independientemente de los reclamos y demandas que se sostengan y procedan ser atendibles conforme a derecho. Sin privilegios o impunidades para nadie.
Hoy, bajo la coordinación del gobernador, Ángel Aguirre Rivero, enfrentamos los retos y desafíos contemporáneos, de suyo difíciles y complejos, en un inédito gobierno de coalición política, teniendo como asidero las enseñanzas y adiestramientos del que fuera nuestro dilecto maestro. Por mencionar algunos:
Gobernar cerca de la gente. Con calidez humana. Escuchando y atendiendo al pueblo en la medida de nuestras posibilidades materiales. Con espíritu de equipo de trabajo, al saber que entre todos hacemos más de lo que podemos lograr tan solo por nosotros mismos o cada cual por su lado. Con sencillez, modestia, franqueza y dedicación; trasparentando la aplicación del erario público, jerarquizando acciones y obras en función de las mayorías y rindiendo cuentas periódicamente.
Gobernar para todas las regiones del estado y para todos, pero dando trato preferencial a los más desposeídos. Todo bajo el manto de la concordia y armonía social para avanzar en libertad por la paz y el bienestar social; haciendo uso de la verdad y el imperio de la justicia. Todo eso nuestro pueblo, en verdad, ya lo merece.
Alejandro Cervantes Delgado no fue un gobernador represor. No está tampoco dentro de la naturaleza del actual gobernador, Ángel Aguirre Rivero, hacer de la represión un instrumento de gobierno.
En el movimiento estudiantil del 68, demandábamos en pleno fragor del conflicto, un diálogo público. El gobierno federal de aquel entonces respondió siempre con una total cerrazón. Hoy en Guerrero, paradójica y lamentablemente tal parece que sucede al revés.
En fin, las lecciones aprendidas de Cervantes Delgado son las pautas que estamos trasmitiendo en la forja de las nuevas generaciones que nos sucederán en la conducción de los destinos de Guerrero.

PD. Mensaje leído en la ceremonia oficial del 86 aniversario del natalicio de Don Alejandro Cervantes Delgado

[email protected]
hpopoca.blogspot.com
twitter.com/h_popoca

* El autor es asesor del gobernador del estado

468 ad