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Pocos policías turísticos e ineficientes en el Zócalo, se quejan comerciantes del lugar

Carlos Moreno A.

 

 

Comerciantes fijos y semifijos del Zócalo se quejaron por la poca presencia de policías turísticos en la zona. “Están los agentes pero dormidos, han pasado cosas y ellos ni cuentan se dan”, dijeron.

En un recorrido por el centro, Zócalo y calles aledañas, siendo ésta una de las zonas más concurridas por visitantes locales, se observó que no había policías turísticos en el módulo ubicado en su interior.

Allí hay diferentes negocios de comida, papelerías, venta de artesanías y puestos semifijos en los que se venden discos y lentes, e incluso puestos de revistas.

Al ser consultados los comerciantes fijos y semifijos del Zócalo y calles aledañas, donde se encuentra un módulo de policía, coincidieron en que no se sienten seguros aun con la presencia de los agentes en el lugar.

Dijeron que sólo algunos cumplen con sus actividades, pero “no todos son así, son contados quienes hacen sus rondas, se nota cuando andan checando, vigilando”.

Una comerciante se quejó por la casi nula presencia de policías, “a veces están, otras veces no están y si están es como ahorita, platicando sin estar en su lugar”.

Se observó a dos efectivos en pláticas con vendedoras semifijas y allí tardaron aproximadamente una hora. Luego se sumaron dos policías turísticos más y dos asistentes. A unos metros el módulo para información y denuncias se encontraba vacío.

La comerciante indicó que ha habido asaltos pero que “ellos ni sus luces, o si saben de seguro se hacen los que no saben. A veces se encuentran dormidos y les he dicho que les voy a tomar una foto y la voy a mandar a un noticiero y ellos sólo se ríen”.

Agregó que los delincuentes han llegado a arrebatarle “bolsas a señoras con mercancía, salen corriendo y los policías ni en cuenta. Ni para decirles porque no los van a alcanzar o si salen regresan sin dar con el paradero del asaltante, ya ha pasado así”.

Otro vendedor manifestó que no se siente seguro, “pero qué le podemos hacer, este es nuestro negocio, de aquí llevamos la comida a la casa y mejor no decimos nada”.

Indicó que cuando ocurrió al atentado contra la funcionaria del Instituto Municipal de la Mujer, los policías municipales no se acercaron hasta que llegaron los federales.

“Un día un señor vino también uniformado pero con un montón de policías como su seguridad y rápido se pararon y fue la única vez que se vio que estaban haciendo sus rondas por el Zócalo y las calles”, dijo un comerciante semifijo.

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