Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Muere Miguel Nazar Haro, ex director de la DFS y protagonista de la guerra sucia

Agencia Proceso

Ciudad de México

Víctima de un coma depresivo, la noche del jueves falleció a los 87 años de edad, el ex director de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), una de las corporaciones más temibles en la historia policiaca del país, Miguel Nazar Haro.
De acuerdo con amigos y familiares del hombre que combatió las guerrillas urbana y rural en la década de los setenta y principios de los ochenta y a quien se responsabiliza de la desaparición de Jesús Ibarra Piedra, hijo de la actual senadora del PT y dirigente del grupo Eureka, Rosario Ibarra de Piedra, la pérdida de su esposa acentuó sus enfermedades y finalmente murió.
En junio de 2005, Nazar Haro la desaparecida Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado –creada en el gobierno de Vicente Fox-, lo incriminó en la desaparición de seis integrantes de la Brigada Campesina de Los Lacandones, registrada el 18 de noviembre de 1974.
No obstante, un año más tarde, en septiembre de 2006, un juzgado federal lo absolvió. El Juzgado Cuarto de Distrito en materia penal, con sede en Nuevo León, consideró que el Ministerio Público federal no logró acreditar la existencia del cuerpo del delito ni la probable responsabilidad.
En febrero de 2004 fue detenido e internado en el penal del Topo Chico en Nuevo León. Sin embargo, debido a que la ley le permite a las personas mayores a 70 años el beneficio de la prisión domiciliaria, fue trasladado a la ciudad de México.
Murió la esperanza de hacer justicia: Rosario Ibarra

Rosario Ibarra de Piedra, fundadora del Comité Eureka, afirmó que con la muerte de Nazar Haro, se pierde toda esperanza de justicia por la desaparición forzada de su hijo y varias personas más, durante la llamada “guerra sucia”.
“A él no se le juzgó, nosotros hicimos denuncias a la Procuraduría, a todos lados, pero, bueno, a veces hay confabulaciones gubernamentales”, dijo la senadora del PT en entrevista telefónica con CNN México.
Pese a que hasta la fecha no sabe qué sucedió con su hijo (militante en el grupo guerrillero Liga Comunista 23 de Septiembre) y con muchos otros jóvenes -cuyas madres fundaron con ella el Comité Eureka-, la activista afirmó que no odia a las autoridades que ordenaron las desapariciones forzadas.
“No sé cómo haya vivido, nosotros siempre vivimos con la tristeza, con la pena, y no sé si ellos, me refiero a (Luis) Echeverría (presidente de México de 1970 a 1976) y muchos otros más, pero nosotros no lo los odiamos”, dijo.
El hijo de la senadora fue detenido en Monterrey, Nuevo León, el 18 de abril de 1975. Según dijo Nazar Haro en su momento, Jesús fue capturado por la Policía Judicial estatal y no por la dependencia a su cargo, la DFS, una de las corporaciones más temibles en la historia policiaca del país, acusada de reprimir los movimientos opositores al gobierno en las décadas de los 70 y 80.
Rosario Piedra Ibarra, hermana de Jesús, lamentó que Nazar Haro falleciera sin revelar información que pudiera conducir al paradero de alguna de las casi 500 personas que fueron secuestradas sin dejar rastro.
Por eso, dijo, es necesario que Luis Echeverría Álvarez comparezca ante los tribunales y proporcione información para esclarecer los casos de ejecuciones, secuestros y torturas.
La hija de la senadora Rosario Ibarra de Piedra aseguró que no se alegra por la muerte de quien fuera jefe de la DFS, a quien se le atribuyen torturas, desapariciones y ejecuciones, pues ni ella ni los familiares de las víctimas han buscado venganza.
Dijo que le duele que la justicia no haya actuado contra el controvertido policía o alguna otra autoridad señalada por perpetrar delitos graves contra personas a las que llamaban guerrilleros o integrantes de grupos subversivos en las décadas de los 70 y 80.
“Falleció sin revelar la verdad. Los familiares no buscamos venganza, ya lo hemos dicho, sino el esclarecimiento sobre el paradero de nuestros familiares, qué fue de ellos, si viven o no, aunque los reclamamos con vida. Pero no nos alegra que alguien muera. Nos duele cualquier pérdida”, añadió la también integrante de la agrupación Eureka, fundada en 1977 por su madre.
Piedra Ibarra, radicada en Monterrey, comparó la justicia mexicana, donde prevalece la impunidad, con la de otros países donde los represores han sido sometidos a juicio y sentenciados para que paguen en vida sus culpas.
“En el caso de Nazar Haro no se ha seguido el curso de otros países donde se han registrado dictaduras militares. Ahí ha habido juicios serios, donde los acusados han dado testimonios y se ha esclarecido dónde estaban los desaparecidos. En México no se ha visto esto nunca”.
La impunidad en la que vivió Nazar confirma que en el país las autoridades tienen un desprecio por la vida, pues no se preocupan por averiguar el paradero de centenares, sostuvo.

468 ad