La violencia, un tema que de repetitivo empieza a cansar, dice fotoperiodista

Jorge Ricardo / Agencia Reforma

Ciudad de México

Están los números y son los que hablan de los cambios: en 2009, la ExpoFotoperiodismo recibió 699 fotografías y 70 fueron seleccionadas. En 2012, fueron mil 114 y 125 pasaron a la muestra. Pero el contenido de las imágenes tomadas por autores radicados en México tiene pocas diferencias durante estos años: variaciones apenas sobre la violencia.
“El fotoperiodismo se ha vuelto muy repetitivo”, dice Guillermo Arias de la agencia china Xinhua. En 2010 el World Press Photo, le entregó una Mención Honorífica por el retrato de un hombre asesinado en Tijuana, afuera de su casa mientras se tomaba una cerveza. Era la imagen del cansancio de una guerra sin salidas, dijo entonces. Para la ExpoFotoperiodismo 2012 ha presentado una serie fotos sobre inmigrantes deportados que se quedan, como en el limbo, al sur del Río Bravo.
“Creo que ver tanta sangre es muy cansado, yo pensé que debemos de ir más allá y revisar las secuelas, todas esas historias que no aparecen porque están más allá de la sangre”, dice vía telefónica. Arias  envió sólo una foto que considera de violencia: un hombre asesinado, sin zapatos, con los brazos en las espaldas colgando frente a una patrulla y sus luces de colores.
En su octava edición, ExpoFotoperiodismo será inaugurada el próximo miércoles 5 de septiembre en el Museo Universitario del Chopo. El curador invitado fue John Moore, de la agencia Getty Images, y habrá quien piense que no pudo haber alguien más adecuado: fue parte del equipo de 11 profesionales de la agencia AP que ganó el Premio Pulitzer en 2005 por su cobertura de la guerra de Irak.
Quizás algunas imágenes le hayan resultado conocidas. Entre las fotos que Moore tomó en Irak está la de dos niños desplazados que miran a soldados estadunidenses en un campo de control. Sus miradas de ternura y miedo contrastan con las manos de una adulto que los sostiene fuertemente.
Es un cuadro parecido en su evocación a una de las sobrevivientes del incendio de la guardería ABC en Sonora, donde murieron 49 niños en 2009, que el mexicano Luis Cortés envió al ExpoFotoperiodismo: una niña con los brazos y la cara deformada por el fuego se prueba, sonriente, unas gafas negras.
Moore recibió las mil 114 fotos de 163 presentaron y realizó la selección: 125 de 63 autores. “Son profesionales por quienes tengo un gran respeto debido al coraje que han tenido para contar esta parte peligrosa de la historia”, dijo a través del correo electrónico.
Otras imágenes muestran a familiares de las víctimas en el incendio del Casino Royale, en Monterrey, y el intento de linchamiento de un presunto violador en el Distrito Federal. El joven fue rescatado y hospitalizado pero terminó muriendo. Son sucesos captados en 2011. Si bien el grueso de las fotos son sucesos en el país, también se incluyeron trabajos tomados en otras regiones por autores que viven aquí.
El propio cartel de la ExpoFotoperiodismo 2012 tiene una foto captada en Libia. Es el momento en que un camello es sacrificado en honor de los rebeldes que murieron parea derrocar al dictador Muamar Kadafi. El autor fue Alexandre Meneghini, un brasileño que trabaja para la AP en México.
“La imagen dice al espectador de la amplitud de escenas que va a mirar”, dice la fotógrafa Claudia Guadarrama, integrante del consejo organizador. Ella habla de otras diferencias: cada vez hay más fotógrafos free lance en la ExpoFotoperiodismo. De los 63 seleccionados, 41 son fotoperiodistas independientes, el mayor número en los recientes cuatro años.
Quizás eso signifique que los fotógrafos en las zonas de conflicto cada día están más desprotegidos o tal vez que para hacer un buen trabajo es requisito no estar bajo las órdenes de un medio, dice.
Tanto Guadarrama como Guillermo Arias lamentan que cada vez se valore menos la calidad de la foto periodística. “Se usan como relleno, porque los editores dicen que ahí ‘debe’ de ir una foto aunque la imagen a veces no diga nada; se prefieren las fotos de la conferencia de prensa en vez de una propuesta estética”, señala Guadarrama.