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Atacó un hongo y no las termitas a la ceiba del Grand Hotel, dice el gerente

Karla Galarce Sosa

La ceiba ubicada frente al Grand Hotel no fue atacada por termitas sino por un hongo cuyo crecimiento es detenido mediante un tratamiento que se aplica al árbol de 350 años de antigüedad, informó el gerente de la hospedería, Constantino Hernández Vega, quien convocó a autoridades federales, municipales y a asociaciones ambientalistas a conocer puntos de vista que permitan sanar al árbol.
Explicó que por recomendación de las organizaciones la ceiba fue podada para que recuperara su estabilidad tras la caída de uno de sus cuatro brazos. “Lo que hicimos fue convocar a las autoridades y también a ambientalistas para que nos ayuden y sepamos qué más podemos hacer por el árbol, porque es un emblema del hotel, de Acapulco y queremos ayudar a conservarlo”.
Hernández Vega anunció una campaña que será presentada a la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA), para promover, mediante los árboles emblemáticos del puerto, a Acapulco como destino turístico.
Informó que para conmemorar el Día Mundial del Arbol, que se celebró ayer, en el Grand Hotel fueron sembrados seis ejemplares de árboles nativos de la entidad.
“En esta reunión logramos que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) nos ayudara a revisar y a dar un nuevo diagnóstico sobre el árbol, y en función de ello tomaremos las medidas consecuentes para conservarlo. El hotel va a cumplir 41 años y la ceiba es parte de la arquitectura, pero además, es identidad de la ciudad porque es una referencia importante”, expuso en entrevista al concluir la junta a la que asistieron el director de Protección Civil, Melquiades Olmedo Montes; el delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Joel Tacuba García, y representantes del Jardín Botánico y Guerreros Verdes.
Adelantó que se integrará un tercer diagnóstico del árbol de un experto de la ciudad de México en los próximos días. “Si tenemos a los árboles como un atractivo debemos promoverlo como tal. En la mayoría de nuestros destinos de playa lo que vendemos es lo tradicional, sol y mar y hay otros atractivos que tienen que ver con la flora y fauna nativa. Algo de lo que haremos es invitar a otros prestadores de servicios turísticos, a otros colegas que tengan árboles antiguos, o que sean íconos de la ciudad para hacer una campaña para preservarlos, que nos sirva para que los habitantes del puerto y los turistas nos ayuden a cuidarlos”.
A pregunta expresa del avance del hongo en la ceiba, Hernández Vega respondió que por el tratamiento que se le dio al árbol el hongo está contenido y no ha avanzado. “Con la poda que hicimos evitamos que el árbol se moviera o, que por el mismo peso se arrancara de raíz. Lo que buscamos es que con estas dos nuevas opiniones veamos qué más podemos hacer. Lo que nos decía el representante de la Conafor es que un árbol como ser vivo tenía un período de vida, pero veamos cómo podemos alargarla”.
Mencionó que hay otra ceiba al interior de la hospedería con una edad aproximada de cien años, y que no tiene ningún hongo ni el ramal tan grande como lo tiene la ceiba afuera del hotel.
Acotó que Juan Moreno Sánchez, representante de gerencia en Guerrero de la Conafor en Acapulco, realizará una visita al lugar para integrar un diagnóstico sobre la salud del resto de los árboles, además de la Parota que está en el camellón frontal del hotel.

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