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Regresa la actriz Winona Ryder a los reflectores en la Mostra de Venecia

Staff / Agencia Reforma

Ciudad de México

La actriz Winona Ryder retornó ayer a los reflectores del cine a través de la Muestra de Cine de Venecia, donde presentó fuera de concurso la película The iceman, del director israelí Ariel Vromen.
Tras una meteórica carrera llena de éxitos fílmicos como La dura realidad, Mujercitas y Drácula, seguida por un polémico y escandaloso arresto por robo y el consiguiente declive, la actriz de 40 años cautivó con su aspecto maduro a la prensa internacional, a la que le dijo que lo que más le interesa ahora es tener “una buena vida”.
“Estoy en una fase en la que lo más quiero es vivir, tener una vida bella, una buena vida. Trabajar por trabajar ya no me interesa”, expresó en la alfombra roja, en la que fue ovacionada junto al elenco conformado por Michael Shannon y Ray Liotta.
The iceman, que recibió una cálida respuesta en el certamen, cuenta la historia del asesino profesional Richard Kuklinski, quien mató a más de 100 personas.
Shannon encarna a Kuklinski, quien murió en el hospital carcelario de Trenton, Nueva Jersey, a los 70 años, y que fue conocido como Iceman porque a veces congelaba los cadáveres de sus víctimas para despistar a la policía.
Ryder interpreta a la esposa del homicida.
“Ha sido la primera vez en que interpreto a una madre de familia. Al final (de la película) no logro resolver el enigma de la mujer que interpreto: ¿sabía o no sabía que su vida estaba basada en dinero sucio?”, contó la actriz.
El certamen reconoció ayer a las mujeres con una serie de cortos realizados por Zoe Cassavetes, Lucrecia Martel, Giada Colagrande y Massy Tadjedin, que se exhibieron en la sección paralela Jornadas de los Autores en una sala concurrida que aplaudió la mirada mística, esotérica y propagandística de las realizadoras a objetos fetiches para la mujer, como zapatos, trajes o perfumes.
Cassavetes explora el legendario tocador de señoras, mientras que el de Martel, de poco más de seis minutos, es una historia de suspenso sobre la extraña metamorfosis del equipaje femenino de un elegante buque que navega en mares tropicales.
El corto de la iraní Tadjedon tiene el clásico ritmo de la publicidad, lleno de imágenes de tacones altos y trajes hermosos, mientras que el de la italiana Colagrande narra una suerte de ritual esotérico celebrado por unas brujas para transformar a una mujer en el objeto de sus sueños: un espectacular vestido de encajes rojo.
Este homenaje a la mujer de la Mostra responde de alguna manera a las críticas lanzadas en mayo por la ausencia de directoras en el Festival de Cannes.

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