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Complicada y cara la importación de huevo aún sin aranceles, explican expertos

Ulises Díaz / Agencia Reforma

Ciudad de México

La importación de huevos es una de las más complicadas y caras entre los procesos de comercio exterior, aun cuando no haya barreras arancelarias, explican expertos.
En promedio, las mermas de un cargamento en los productos perecederos ronda el 8 por ciento, sin embargo, para el huevo, la estimación de las pérdidas aceptables se coloca en 12 por ciento del cargamento, según información de Grupo Ei, quienes apoyan la operación de importación de huevos de cinco compañías, entre ellas Bachoco.
Una vez que los blanquillos salen de la fábrica, donde no pasan almacenados más de 8 horas, necesitan mantenerse en refrigeración constante, por lo que el transporte necesita tener cajas refrigeradas, que encarecen el costo hasta 2.5 veces más que un embarque normal.
Siempre y cuando los huevos están en condiciones adecuadas de temperatura pueden pasar hasta 40 días, sin embargo, si hay algún percance de logística y se pierde la calidad del aire, el cargamento se declara perdido en dos horas.
Además en los transportes, especialmente en el caso de los camiones o los trenes, se requiere una suspensión de aire para evitar que el producto rebote.
Lo más sencillo en la transportación es el empaque, que no requiere más que el embalaje en los cartones que comúnmente se conocen, por lo que al menos en esta parte no hay requerimientos extraordinarios.
Una vez en frontera mexicana, es necesario que los blanquillos aprueben los requisitos fitosanitarios de Sagarpa, los cuales consisten en revisión para detectar posibles anormalidades y que pueden prolongarse hasta 3 días.
“Actualmente, si bien por un lado abren la importación de huevos, lo cierto es que los procedimientos son muy complicados porque el huevo es un producto delicado y encima existen una serie de restricciones que actúan como barreras no arancelarias, así que abrir por abrir en cuestión fiscal no necesariamente resuelve el problema”, señaló Manuel Díaz, presidente de Grupo Ei.
Este especialista indicó que ha recibido información que Sagarpa está haciendo una revisión exhaustiva de los blanquillos en los puntos de entrada para evitar contingencias fitosanitarias y entonces, aún cuando se hayan eliminado los aranceles, el proceso logístico de este producto sigue siendo torpe como consecuencia de las restricciones no arancelarias.
“México tiene una gran producción avícola que hacen empresarios mexicanos, y más allá de la contingencia podría parecer que la eliminación de aranceles es una excusa para abrir el mercado y desproteger el sector”, indicó este empresario.

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