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Demanda Calderón apoyar a Peña Nieto; destaca logros anticrimen de su gobierno

Mayolo López / Agencia Reforma

Ciudad de México

Luego de hacer notar que su gobierno se puso del lado del pueblo, el presidente Felipe Calderón pidió el respaldo popular para el que será su sucesor, el priista Enrique Peña Nieto, cuyo nombre no mencionó.
Calderón ofreció ayer en Palacio Nacional, ante unos dos mil invitados, un mensaje alusivo a su sexto y último Informe de Gobierno, en el que resaltó haber dado el paso necesario para enfrentar la criminalidad, aunque con errores y omisiones, y cuya estrategia, reconoció, le granjeó muchas críticas.
“Deseo éxito al presidente electo en su mandato y pido a los mexicanos que, por encima de cualquier diferencia, lo apoyemos en lo esencial, porque sé muy bien que un presidente necesita la colaboración de todos para sacar a México adelante”, planteó el mandatario.
Calderón estimó que es menester perfeccionar las leyes electorales con el propósito de garantizar el debido equilibrio entre libertad de expresión y equidad, amén de que –deploró– los comicios estén aún marcados “por la inconformidad y la división”.
En una coyuntura marcada por el rechazo de algunos sectores al fallo unánime del Tribunal Electoral, que validó los comicios del 1 de julio, dijo que es indispensable lograr que los resultados de las elecciones se resuelvan “por encima de toda duda” para ciudadanos y contendientes.
Citando al que fuera su mentor político, el desaparecido Carlos Castillo Peraza, Calderón consideró que la generación de consensos no es cosa que ataña únicamente a las normas, puesto que para que haya democracia, apuntó, “se requieren demócratas”.
“Pero también es cierto que se pueden mejorar las leyes e instituciones para poner fin a prácticas y conductas que afectan la calidad de los comicios, (lo cual) es clave para garantizar procesos que generen la mayor credibilidad y el mayor consenso posibles”, dijo.
A la ceremonia asistieron el grueso de los gobernadores, los miembros del gabinete, los dirigentes nacionales del PAN y del PRI, Gustavo Madero y Pedro Joaquín Coldwell; los presidentes de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal Electoral y de las Cámaras de Diputados y Senadores; los empresarios Carlos Slim, Emilio Azcárraga, Gerardo Gutiérrez Candiani y Alfredo Martí; la presidenta del SNTE, Elba Esther Gordillo, y el senador y ex Secretario de Educación, Alonso Lujambio.
“Hoy en México la democracia es más fuerte que hace seis años”, sostuvo Calderón antes de admitir que la “tarea más difícil” fue la embestida del crimen organizado, pero ante el cual, sostuvo, los frutos de la batalla de su gobierno tardarán muchos años en asomar.
“Se han hecho muchas críticas sobre este tema y se harán más; pero lo medular es que tomamos una decisión trascendente para México: la de enfrentar, de manera contundente, a la criminalidad. Y con esa decisión México comenzó su largo camino a una vida plena de libertad y seguridad”.
Irresuelto aún el caso de Tres Marías, en el que dos agentes estadounidenses fueron atacados por elementos de la Policía Federal, el presidente aludió a “errores” y “abusos” cometidos al conjuro de la lucha anticrimen, aunque, dijo, “han sido la excepción, no la regla, y lejos de ocultarlos, en todos los casos en que se ha tenido conocimiento, se ha actuado contra los responsables”.
Calderón se preció de haber enfrentado a la delincuencia con las herramientas de un Estado democrático, sin coartar libertades o derechos.
“Más allá de la polémica, éste ha sido un gobierno que se ha puesto claramente del lado de los ciudadanos. Ya hemos hecho el esfuerzo más grande: reconocer el problema, plantear una estrategia integral y avanzar hacia su solución. Ya iniciamos la transformación institucional (y) México ha de perseverar en ella, si quiere ver mejores días”.
Cierto de que el crecimiento económico es aún insuficiente, el presidente lo achacó a la falta de reformas que, señaló, “le han sido negadas al país, sea por razones ideológicas, sea por cálculos políticos”.
En ese tono, dijo hacer votos por que el nuevo Congreso “pueda superar esas diferencias y darle a México las reformas que requiere urgentemente”.
Con la voz entrecortada, Calderón afirmó que “como simple ciudadano” seguirá sirviendo a la Patria apasionadamente hasta el final de sus días, “agradecido del privilegio que me ha dado la vida de ser mexicano”.
A través de su cuenta de Twitter, la esposa del presidente, Margarita Zavala, le agradeció la pasión con la que trabajó por México: “Gracias Presidente, por estos seis años de pasión por México. Tus hijos y yo te acompañamos orgullosos”, escribió.
Al hablar del tema de democracia efectiva y política exterior responsable, Calderón indicó que a pesar de que se aprobó una parte de la reforma política, queda pendiente la elección consecutiva de legisladores y alcaldes, la segunda vuelta en la elección presidencial, que reduciría los niveles de insatisfacción electoral, así como la reducción del número de integrantes del Congreso.
“Hoy en México la democracia es más fuerte que hace 6 años pero no podemos darnos por satisfechos”, indicó.
Afirmó que hay que seguir perfeccionando leyes electorales para garantizar un equilibrio entre la libertad de expresión y equidad electoral.
Además, pidió que los resultados electorales se resuelvan por encima de toda duda para ciudadanos y contendientes.

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