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Basura, heces y ambulantes en la playa Icacos que se busca certificar como limpia

Karla Galarce Sosa

Basura, materia fecal, una enorme nata de desperdicios en el agua y mobiliario que obstruye el paso en el primero de cinco accesos de la playa Icacos se observaron ayer por la mañana en un recorrido que se realizó en el tramo que autoridades estatales, federales y hoteleros buscan certificar como playa limpia.
En el acceso contiguo al condominio Torre de Acapulco se observó una gran cantidad de mobiliario que obstruye el paso a la playa.
Y aunque los hoteleros, restauranteros, prestadores de servicios turísticos y autoridades de los tres ámbitos de gobierno han efectuado una gran cantidad de operativos de limpieza, aún se puede observar basura que flota en el agua y que es arrastrada a la arena.
Entre los residuos que proliferan en la franja de arena están las botellas de plástico, vasos desechables, residuos de envolturas de comestibles, papeles que el viento arrastra a la playa y tapas de refrescos.
Desde que se anunció que poco más de 500 metros de playa Icacos serían certificadas, las autoridades y principalmente la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA) convocaron a ciudadanos, a prestadores de servicios turísticos y a comerciantes y restauranteros a limpiar la arena, a cernirla y a levantar los residuos que son catalogados como ajenos a la arena de la playa.
Durante una caminata sobre esa área se observaron residuos fecales frente al hotel Elcano, así como envolturas de azúcar con el logotipo de esa hospedería.
La norma puntualiza que la playa debe estar libre de materia fecal, aspecto que debe cumplirse porque no es opcional sino obligatorio.
Entre las mejoras que se observan en el sitio está el que los cinco accesos a la playa fueron remodelados, aunque el pasillo del condominio Torre Acapulco carece de postes de luz y está lleno de mobiliario que obstaculiza el paso peatonal.
También se observó el parián del hotel Presidente más limpio y con menos cacharros en su interior pero aún prevalece el comercio ambulante, a pesar de que la norma para la certificación especifica que no debe haber comercio ambulante, y se observaron seis comerciantes ofreciendo sus productos a los únicos dos turistas que había en la playa.
Durante las marejadas, la semana pasada, una ola arrastró un letrero de la franja de playa a certificar y removió los cestos de basura que habían sido colocados con cemento y, fueron empujados por la fuerza del agua hacia el andador, ubicado a un costado del hotel Copacabana. Los botes de basura aún siguen en el andador y el letrero todavía no es repuesto.
Durante las jornadas de limpieza efectuadas al inicio de los trabajos para lograr la certificación, la ambientalista Robin Sidney, quien también forma parte del comité de los trabajos para la certificación, señaló que la gran cantidad de basura que el mar arrastraba del anfiteatro afectaría la playa de Icacos.
En el agua se observó una nata de basura que flotaba frente a la playa a certificar que, con el movimiento de las olas, dejaba sus residuos en la arena.

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