Disertan especialistas en el Dramafest sobre la situación del teatro en México

Redacción

Horacio Lecona, productor, programador y director de renombre, encabezó el martes la mesa de diálogo La escena contemporánea, que como parte del festival Dramafest, tuvo lugar en la Gran Galería del Centro Cultural Acapulco y que reunió a actores, directores, y artistas del grupo de performance La Pocha Nostra para discutir el lugar que ocupa el teatro en México en relación con otros países.
Dicha mesa se tornó en reflexión y acercamiento a la escena teatral contemporánea.
Natalia Velazco, egresada del Centro Universitario de Teatro de la UNAM, confió su inicial experiencia del teatro formal a la italiana hasta llegar al descubrimiento de una forma totalmente nueva de actuar que ella experimentó a través de Los urbanos, un performance realizado con bicicletas equipadas de luces y de instalaciones de audio. La idea era introducir el arte contemporáneo en un barrio marginado y tenido por peligroso –Petaquillas– donde el teatro no penetraba, y de constatar por fin, cómo, por medio de esta “intervención en movimiento”, el ambiente con los habitantes se pudo volver de hostil a amigable y respetuoso.
El teatro en una acepción liberada de las reglas restrictivas del teatro formal que permite tejer vínculos sociales a través de una comunicación mas profunda.
También compartió su experiencia profesional la directora del Dramafest, Aurora Cano, para llegar a la misma conclusión de que ir al teatro no es algo muy habitual en México por culpa de una visión todavía centralizada en el teatro formal.
Dijo que de ahí nació la idea del Dramafest como acercamiento al arte contemporáneo mediante puentes de unión entre países donde la gente va al teatro, como en Finlandia, país invitado del festival este año.
De su formación, al principio muy formal, aprendió que “uno debía hacer teatro para uno mismo y no para el público. Al contrario la gente que se preocupaba mucho por el público, estaba vista como relevante”.
Dijo que el mundo de la música le abrió una nueva percepción del publico pues “de repente desapareció la cuarta pared”, esta pared imaginaria que separa al escenario del público, que terminó por difuminarse para dejar sitio a la interacción con los espectadores. Esto es la esencia misma del Dramafest que va rompiendo las barreras académicas del teatro clásico.
Por otra parte agregó que la voluntad de descentralizar la escena contemporánea de la ciudad de México es una de las preocupaciones del festival, así cada edición invita, además de un país extranjero, un estado de la Republica a participar a este intercambio teatral.
Laura Ruohonen, dramaturga, directora de teatro y maestra en la Academia de teatro de Helsinki, en Finlandia, compartió su experiencia del teatro en su país donde la mayoría de la gente, al contrario, va al teatro.
En esa nación europea, de una población de 5.2 millones existen 50 teatros estatales profesionales y 120 grupos de teatro. El teatro es un vínculo con las cuestiones políticas y sociales, razón por la cual hay una necesidad de ver arte, para trascender el mundo material y alcanzar un mejor entendimiento de éste.
En su producción literaria Laura Ruohonen no es nada egocéntrica, nunca escribe sobre ella misma. Su pieza que ahora escribe tiene por ambiente un viejo sitio nuclear en Finlandia donde entierran residuos de reactores bajo tierra. Confronta esta historia reciente con los orígenes mismos de la población finlandesa que vivía precisamente en este tipo de cuevas. Juega con esta analogía para crear una nueva realidad, un diálogo de las dos visiones.
El mismo proceso está presente en su más reciente obra, War tourists (2008), una comedia negra que demuestra cómo la guerra corrompe hasta a los que no participan a ella. Cada uno de los personajes que delinea, engaña o es engañado por otros, a veces al mismo tiempo. La pieza explora lo que convierte la muerte y la destrucción en algo tan fascinante que nunca nos cansamos de ellas.
El paisaje creador de Laura Ruohonen impacta con fuerza al público, tal es el propósito del arte contemporáneo en sus varias manifestaciones.
Sin entrar en la discusión de la falta de público que cualificó de “agria e inútil”, Mauricio Jiménez, actor, director de teatro y escritor, prefirió concentrarse en lo que realmente se puede hacer. Rehusando la metáfora del cineasta Ruso Andrei Tarkovski en cuanto a la creación artística como un árbol que se tiene que regar un poquito cada día, hizo hincapié en la necesidad de dar mas espacio a la escena contemporánea en México, lo que precisamente realiza el Dramafest.  “Si el árbol no se desarrolla no es culpa del jardinero sino del árbol mismo”. Dijo que poco a poco se está dando más importancia a las creaciones descentralizadas de la ciudad de México y citó al Teatro del Rinoceronte Enamorado en San Luis Potosí como ejemplo de esta actividad teatral provincial muy rica.
En un comentario más personal dijo que “lo que más me gusta es actuar, pero me he “obligado a escribir y a dirigir”.
A través de su experiencia íntima del teatro penetró el misterio, se descubrió si mismo, dijo y agregó: “si cambia la forma, cambia el contenido. Esto es la magia del arte.”

Un performance en vivo de La Pocha Nostra

“Mis raíces me llevan a lo desconocido”, “Con cabeza o sin cabeza” son un par de frases que los asistentes a esta mesa podían leer en el cuerpo de un actor que era intervenido durante a realización de esta mesa de diálogo.
El proceso artístico se creó durante la plática y al finalizar los artistas invitaron al público a acercarse, escribir también en su cuerpo o simplemente observar.
Esa acción tenía como propósito acerca a los asistentes a un acto artístico radical y medio de creación de “comunidades efímeras” de artistas rebeldes.
Ese será precisamente el propósito de los talleres Exercises for rebel artists impartidos en el Centro cultural de Acapulco por los miembros de La Pocha Nostra, compañía internacionalmente reconocida con mas de 600 representaciones en Estados Unidos, Canadá, México y Europa, que fomenta la idea de una colaboración multidisciplinaria sin discriminación alguna en cuanto a fronteras, raza, género y generaciones, como lo subrayó Saúl López García, miembro de ese colectivo.