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Canadá cierra su embajada en Irán y expulsa a diplomáticos iraníes del país

DPA

 

Washington / Ottawa

 

Canadá decidió cerrar en forma inmediata su embajada en Irán y declaró personas “non gratas” a los oficiales diplomáticos de la República Islámica en este país al considerar a Teherán una amenaza a la seguridad global.

En un comunicado, el ministro canadiense de Asuntos Exteriores, John Baird, señaló que “las relaciones diplomáticas entre Canadá e Irán han sido suspendidas”, .

“La posición de Canadá sobre el régimen de Irán es bien conocida. Canadá ve al gobierno de Irán como la más significativa amenaza para la paz global y la seguridad en el mundo de ahora”, afirmó el canciller Baird.

Agregó que el régimen iraní está proveyendo una creciente asistencia militar al régimen del presidente sirio Bashar Al-Assad y Teheran ha rechazado en varias ocasiones cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas correspondientes a su programa nuclear.

El gobierno canadiense considera que el gobierno iraní “rutinariamente amenaza la existencia de Israel y recurre a una retórica racista y antisemita incitando al genocidio”.

“Eso está entre las peores violaciones de derechos humanos del mundo porque apoya materialmente a grupos terroristas”.

Tomando como base el Decreto de Justicia para las Víctimas de Terrorismo, el gobierno canadiense se refiere a Irán como “un Estado que apoya al terrorismo”.

“Además, el régimen iraní ha mostrado una evidente indiferencia a la Convención de Viena, que vela por la protección del personal diplomático”.

“Bajo esas circunstancias, Canadá no mantendrá presencia diplomática en Irán. Nuestros diplomáticos sirven a Canadá como civiles y su seguridad es nuestra prioridad número uno”, señaló Baird.

El canciller canadiense afirmó que las relaciones diplomáticas entre ambos países han quedado suspendidas y que los diplomáticos canadienses han dejado ese país.

El gobierno canadiense ha instruido a los diplomáticos iraníes en Canadá a dejar el país en un plazo de cinco días.

El gobierno del primer ministro Stephen Harper lanzó también una alerta a sus ciudadanos de no viajar a Irán, sobre todo a los ciudadanos canadienses-iraníes, ya que aquél gobierno no reconoce la doble nacionalidad.

En forma posterior, Canadá negó que la expulsión de los diplomáticos iraníes del país y el cierre de su embajada en Teherán esté relacionado con un posible ataque israelí contra el país.

El ministro Baird, quien se encuentra en la localidad rusa de Vladivostok junto con el primer ministro Harper, para asistir a la cumbre de la APEC, rechazó que la decisión de cerrar la embajada canadiense este relacionada con un ataque militar contra Irán.

Baird se limitó a señalar el ataque contra la delegación diplomática británica en Teherán, que sucedió en noviembre, y la toma de la embajada estadunidense en 1979 como prueba de la inseguridad a las que estaban expuestos los diplomáticos canadienses en el país.

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