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Policías armados y de civil coparon ayer la Secretaría de Salud para proteger al subsecretario amenazado

Zacarías Cervantes

 

Chilpancingo

 

Unos 400 trabajadores de base, homologados y hasta de confianza de las oficinas centrales de la Secretaría de Salud abandonaron antes del medio día las oficinas, en protesta por la presencia de agentes armados vestidos de civil que a partir de ayer comenzaron a proteger al subsecretario de Finanzas y Administración de la dependencia, Arturo Sánchez Torres, de quien insistieron en su destitución o su cambio a otras oficinas.

Los trabajadores determinaron abandonar su centro de trabajo en una asamblea que tuvieron por la mañana con sus delegados sindicales y con la secretaria general de la Sección 36 del Sindicato de la Secretaría de Salud, Beatriz Vélez Núñez, en la que elaboraron una minuta de acuerdos que establece su regreso a las oficinas hasta que ya no haya riesgos para su seguridad.

Y es que después de que el viernes de la semana pasada un comando armado irrumpiera en la fiesta de cumpleaños del subsecretario de Finanzas, Arturo Sánchez Torres, que se realizó en la casa del subsecretario de Planeación de la misma dependencia, Pablo Zapién Cortés, el primer funcionario es resguardado por elementos policiacos uniformados en esas oficinas, y por otros más vestidos de civil.

Pero a partir de la mañana de ayer la vigilancia comenzó a realizarse con puros elementos vestidos de civil que entraban y recorrían los pasillos de la dependencia.

Lo anterior provocó inquietud entre los trabajadores, “pues ya no sabemos si son los buenos o los malos, luego de los hechos del viernes”, dijo uno de los empleados.

Eso motivó que los temerosos trabajadores se quejaran con sus dirigentes sindicales, quienes convocaron a una reunión urgente con su dirigente sindical seccional, y acordaron abandonar su centro de trabajo a las 11 y media de la mañana, ante la falta de garantías de seguridad.

El acuerdo lo suscribieron en un documento que fue entregado a las autoridades de la dependencia, pero no fue posible obtener copia del mismo ante la actitud hermética que sobre el caso guardaron tanto los funcionarios de la secretaría, como de los dirigentes del sindicato.

Sin embargo trascendió que la dirigencia sindical pide la destitución del subsecretario Arturo Sánchez Torres, o su cambio a otras oficinas. También piden que se impida la presencia de efectivos policiacos armados en la dependencia.

Los trabajadores fueron saliendo uno a uno o en grupo, a partir de las 11 y media de la mañana, y la mayoría se negaba a comentar los motivos y remitían al reportero con los funcionarios de la dependencia o con sus dirigentes sindicales.

Pero la dependencia informó a través de su Dirección de Comunicación Social que no habría ninguna postura con relación al caso, porque fue una decisión que tomaron los trabajadores con sus dirigentes sindicales.

Mientras tanto, la secretaria general de la sección 36 del Sindicato de Salud, Beatriz Vélez Núñez, se negó a dar una entrevista. Argumentó a través de su secretaria que estaba en una reunión y que más tarde atendería otra audiencia que le solicitaron con anticipación, y “posiblemente el lunes lo reciba”, mandó a decir con su secretaria.

Un trabajador de la dependencia reconoció que el asunto “es bastante delicado”, pues no se ven garantías para su seguridad; “hay personas armadas que  no conocemos y luego a esto le sumamos el asunto de la fiesta (en la que irrumpieron hombres armados), pues la verdad hay mucho riesgo a nuestra integridad”, dijo.

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