Humberto Musacchio

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Suenan para dirigir Conaculta

Sin la intención de promover candidaturas, hay que decir que son varios los nombres que suenan para dirigir Conaculta. Se habla del retorno de Rafael Tovar y de Teresa, pero parece que éste apunta hacia la Secretaría de Educación Pública.  Un nombre que se repite con insistencia es el de Teresa Uriarte, actual coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, quien hizo muy buen papel al frente del Festival Sinaloa. Destaca también Gerardo Estrada, quien ya fue director del Instituto Nacional de Bellas Artes, director en una época y luego coordinador de Difusión Cultural de la UNAM. En el juego están Teresa Franco, ex directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de Bellas Artes, y Alfonso de Maria y Campos, actual director del INAH, a quien se le cruzó un conflicto con los trabajadores académicos del Instituto. En la lista están igualmente Saúl Juárez, ex director de Bellas Artes y actual secretario de Cultura del estado de Puebla, y Fernando Serrano Migallón, ex director del Instituto Nacional del Derecho de Autor, ex director de la Facultad de Derecho de la UNAM y es secretario del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Puede haber alguna sorpresa, pero esos son los que hacen más ruido.

Peligran obras de Raúl Anguiano

En 2007, en el Instituto de Arte y Cultura de Tijuana, se abrió una sala para albergar un conjunto de obras de Raúl Anguiano que este pintor decidió entregar en comodato a la ciudad fronteriza. Para preservar ese patrimonio, se integró un patronato con destacados personajes de la vida pública de aquella urbe y un presupuesto del Conaculta. Todo parecía marchar muy bien hasta que, en un momento desgraciado para la cultura tijuanense, el alcalde Carlos Bustamante nombró directora del citado Instituto a la señora Elsa Arnaiz, hija de un célebre general cardenista y mujer absolutamente ajena a los quehaceres de la inteligencia. Por sus purititas pistolas, la señora Arnaiz decidió descolgar la obra de Anguiano pretextando que se había terminado el plazo del comodato, mismo que nunca buscó renovar. En realidad, la funcionaria quiere ese espacio para alguna de sus ocurrencias, y en sus afanes burocráticos decidió pasar por encima del patronato y de los acuerdos que existían con la viuda del artista. Ante el cercano fin del sexenio, doña Elsa Arnaiz anda movida, pues quiere ser directora del Centro Cultural Tijuana. Pero sería una desgracia que le asignaran ese cargo, pues se trata de un ser con vocación destructiva, una enemiga del arte que lejos está de entender lo que significa cultura.
El costo de la Gran Galleta

Por orden de Gerardo Laveaga, consejero del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos, la empresa paraestatal III Servicios, SA de CV, filial de Pemex, deberá entregar la documentación sobre los costos de la llamada Estela de Luz, más conocida como “La Galleta” entre los muchachos del movimiento #YoSoy132. Como se recordará, antes de 2010 se convocó a un concurso para construir “el Arco de la Independencia”, pero extrañamente se resolvió declarar ganador el proyecto no de un arco, sino de un obelisco y ahí empezaron las irregularidades que multiplicaron el presupuesto dos y hasta tres veces por corrupción, ineptitud o ambas cosas.

¿Y el Diccionario de Hidalgo?

Hace unos días se publicó que el gobierno de Hidalgo retiraría el Diccionario que entrega a los 51 mil 470 alumnos de primaria. Se trata de la reedición de una obra que circula entre estudiantes de primaria desde hace varios años y la que hace un bienio el editor se comprometió a corregir, lo que por supuesto no hizo. El volumen contiene abundantes faltas de ortografía, inexactitudes geográficas, datos históricos equivocados y otras tonterías que fácilmente hubiera evitado un corrector profesional. Por ejemplo, en esas páginas aparece Tlaxcala en lugar de Tlaxiaca, Meneses y no Menes, Actocpan por Actopan, ¡Mineral del Chino! Y no Mineral del Chico, Acasachitlán y no Acaxochitlán, como lo sabe hasta este columnista. La empresa responsable de tanta estulticia es Grupo Hico DF, SA de CV y por supuesto los funcionarios que le dieron el contrato (¿mediante una módica mordida?). Hasta ahora no se sabe de algún funcionario que haya sido cesado y procesado, como corresponde a quienes malbaratan el dinero público y perjudican de modo tan grosero a los niños. En Hidalgo el PRI mantiene el monopolio del poder. Quizá eso lo explique todo.

El archivo de la SEP, al AGN

Inexplicablemente, el archivo de la Secretaría de Educación Pública, compuesto por  92 millones de fo-lios, andaba como la muñeca fea, escondido por los rincones. Ya se sabe que para nuestros funcionarios los archivos son una molestia. De ahí que hace unas semanas la SEP decidiera enviar sus acervos a una bodega situada en Tlalnepantla. Por fortuna, algunos investigadores se enteraron e hicieron una denuncia. En uso de sus facultades legales intervino la doctora Aurora Gómez Galvarriato, directora general del Archivo General de la Nación, y ahora la documentación citada se integrará a los tesoros que guarda la ex Peniten-ciaría de Lecumberri, que con esta entrega quedará saturada, lo que hace más urgente construir las nuevas instalaciones, para las cuales, como siempre, no hay dinero, pues ya sabemos que todo se gasta en armas para combatir a la delincuencia, balacear camionetas diplomáticas y aterrorizar a la población.

Breviario…

Alejandro Ramos Esquivel deja la dirección ejecutiva del diario El Financiero, al que sirvió con eficiencia y lealtad desde que el director general era don Rogelio Cárdenas padre, fundador de ese medio que vivió su mejor época a principios de los años 90. @@@ Dice Eduardo Ibarra, el tamaulipeco director de la revista Fórum, que desde hace varios años sus paisanos llaman a Motamoros y Mataulipas a lo que antes se conocía como Matamoros y Tamaulipas. Pues sí… @@@ Hace dos años fue cerrado el Museo de Historia Regional de Sinaloa sin que hasta ahora las autoridades del estado o la alcaldía culiacanense respondan por este atentado. Extraoficial-mente se sabe que algún vivales quiere convertir el museo en restaurante bar. ¡Salud por las cultas autoridades sinaloenses! ¡Hip!