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Agentes armados y de civil siguen en la Ssa; continúa la inconformidad de trabajadores

Rosendo Betancourt

Chilpancingo

Ayer se cumplieron ocho días de la presencia de agentes armados y vestidos de civil en las oficinas centrales de la Secretaría de Salud del estado (Ssa), y personal cercano al subsecretario de Finanzas, Arturo Sánchez Torres, informó que la presencia de elementos de la Secretaría de Marina el miércoles pasado fue para interrogar al funcionario.
A su vez, el subdirector jurídico  Roberto Nava Castro, comunicó que Sánchez Torres le dijo que la información sobre la incursión de sicarios a su fiesta de cumpleaños es “personal y confidencial, no me dio más datos para apoyarlo”.
Ante la pregunta, negó que haya inconformidad de los trabajadores por que en el lugar haya agentes armados vestidos de civil, “porque nadie ha acudido a mi área a presentar su queja”.
Pero la molestia es evidente; una trabajadora que vio a los hombres armados rondando cerca de su cubículo le pidió a uno de ellos “por favor hazte para allá, no se te vaya a disparar lo que traes en tu bolsa”.
Y es que cada uno de los que resguardan al funcionario estatal porta una pequeña bolsa de mano de las que se conocen comúnmente como mariconeras y ahí lleva un arma de fuego.
Desde las 10 de la mañana los trabajadores se organizaron para parar labores como hicieron el viernes, cuando abandonaron su lugar de trabajo a manera de protesta por la presencia de los empistolados.
La acción fue respaldada por la secretaria general de la sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (Sntsa), Beatriz Vélez Núñez.
Sin embargo, el paro de labores planeado para empezar a las 13:30 horas ya no se realizó ayer, porque la representante sindical  “estuvo de comisión” .
El lunes 3 de septiembre en la Ssa incluso se vio a integrantes de la escolta del gobernador Ángel Aguirre y del director de la Policía Investigadora Ministerial (PIM), Marcos Esteban Juárez Escalera.
El miércoles 5 llegaron efectivos de la Secretaría de Marina, pero no para resguardar al funcionario, sino para interrogarlo sobre los hechos del viernes 31 de agosto, cuando en su fiesta de cumpleaños irrumpieron individuos armados, coincidieron dos trabajadores cercanos al subsecretario de Finanzas.
Los marinos llegaron después de las 10 de la mañana y se retiraron alrededor de las 4 de la tarde.
El viernes 31 de agosto, el grupo armado que llegó a la fiesta de Sanchez Torres en la casa del también subsecretario Pablo Zapién Cortés, de unas 15 personas, sometió a los asistentes; a las mujeres las obligó a meterse debajo de una mesa y a los varones los encerró en un baño. Preguntó por los dos funcionarios y por el secretario particular de Sánchez Torres, Elvis Cortés Salado.
El subsecretario de Finanzas ya no se encontraba en el lugar, y a los otros dos les recogieron sus credenciales de elector luego de que revisaron una a una las de todos los hombres, relató una persona que estuvo en el lugar.
Luego les dijeron a los funcionarios que dejaran de cobrar el 20 por ciento a los proveedores de la Secretaría de Salud, y aunque no precisaron a qué área se referían, la Agencia Proceso manejó que la Procuraduría del estado investiga, como posible causa de estas amenazas, una queja presentada por proveedores de medicamentos donde denuncian que los funcionarios les piden una cuota del 20 por ciento de los contratos.
El viernes pasado los trabajadores decidieron abandonar las instalaciones de la dependencia y pidieron al gobernador Ángel Aguirre Rivero que garantice la seguridad de los más de mil 700 trabajadores que laboran ahí diariamente.
Pidieron que al funcionario amenazado se le proporcionen oficinas alternas, para que desde ahí despache y no ponga en riesgo a los trabajadores.
Pero el gobernador dijo que los hechos del 31 sólo fueron “un asalto” y que  no tenía motivo para ce-sar a los subsecretarios señalados.
Y este lunes, los efectivos armados vestidos de civil continúan paseando dentro y fuera de la dependencia, sin ninguna identificación, lo que nuevamente provocó desconcierto y zozobra.
Algunas trabajadoras aseguraron que son ocho los agentes que vigilan la seguridad de Sánchez Torres sólo dentro del edifico, a pe-sar de que el gobernador dijo que únicamente se asignaron tres agentes para resguardar al funcionario.

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