Están amenazadas 16 especies de tiburones mexicanos, advierten expertos

Paloma Villanueva Cruz / Agencia Reforma

Ciudad de México

Dieciséis especies de tiburones mexicanos se encuentran amenazados y dos de esas especies están en peligro de extinción por la falta de especialización en las normas que regulan la pesca y el cumplimiento de las mismas, advierte la más reciente evaluación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
De acuerdo con un grupo de especialistas de la organización, las especies mexicanas en peligro de extinción son el tiburón martillo común y martillo gigante, mientras que otras especies como el tiburón ballena, peregrino, blanco, mako, puntas blancas y prieto, se clasifican como amenazadas.
Además de la destrucción de hábitat costeros, indican, la principal razón que ha provocado la disminución drástica de las poblaciones de tiburón martillo en casi 95 por ciento es la práctica conocida como aleteo, que consiste en la pesca de tiburones para retirarles la aleta dorsal y venderla al mercado chino y japonés.
Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México, explicó en entrevista telefónica que aunque el aleteo está prohibido en nuestro País, la regulación se presta a trampas.
“En muchos países cuando se prohíbe el aleteo se hace obligatorio que cuando se pesca un tiburón se le desembarque completo, es decir, el animal con sus aletas pegadas al cuerpo; y como quedó en México se pueden cortar las aletas y desembarcar separadas las aletas y el cuerpo”, explicó.
Cantú consideró que las principales amenazas para los tiburones que habitan mares mexicanos son la falta de especialización en la regulación de la pesca y el hecho de que no se reconozca a ciertas especies como amenazadas.
“Se requiere establecer disposiciones pesqueras que se adecuen a las diferentes regiones del País y a las diferentes especies, el problema es que tenemos disposiciones pesqueras que son muy generales y son generales para absolutamente todas las especies de tiburones, aunque todas son diferentes.
“El otro problema es hacer cumplir las disposiciones pesqueras porque una cosa es establecer una serie de regulaciones y protecciones pero si no hay quién vele por que se cumplan estas disposiciones simple y sencillamente son letra muerta”, puntualizó.
El experto en conservación criticó que las reglas existentes para la pesquería de tiburón no especifican cuántos tiburones se pueden capturar, de qué especie o el lugar donde se puede pescar