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Crean con apoyo de la UNAM un bioinsecticida contra el dengue

Diana Saavedra / Agencia Reforma

Ciudad de México

Un insecticida biológico de uso doméstico a partir de toxinas producidas por la bacteria Bacillus thuringiensis es probado por especialistas de la UNAM para eliminar larvas de los mosquitos transmisores del dengue.
Alejandra Bravo de la Parra, titular del proyecto, explicó el bioinsecticida se llama MoscofinBt y es uno de los primeros desarrollos tecnológicos de la empresa Corporación Mexicana de Transferencia de Biotecnología, creada hace tres años con apoyo de la incubadora INNOVA-UNAM.
“MoscofinBt consiste en pequeñas perlas a las cuales se les ha añadido  toxinas (proteínas) que produce diversas variantes de la bacteria, como B. thuringiensis israelensis, las cuales tienen la particularidad de fabricar dos tipos de toxinas, una de las cuales (Cyt) potencia de manera natural los efectos letales de la otra (Cry)”, aseguró la investigadora en un comunicado de prensa de la Academia Mexicana de Ciencias.
“A las perlas se les añadió también un atrayente para las larvas de los mosquitos, tomado de la industria alimentaria, por lo cual es inocuo para los humanos y otros animales”.
Bacillus thuringiensis es una habitante común de suelos y cuerpos de agua; en un momento específico de su ciclo de vida produce cristales proteínicos con propiedades insecticidas.
Con base en esto, hace varios años Bravo de la Parra y  equipo colectaron muestras de suelos de diferentes partes de México para crear una colección de bacterias y estudiar las toxinas que producían.
“De esta colección, encontramos que algunas eran muy tóxicas para mosquitos y las seleccionamos para fabricar el insecticida”, narró.
Tras la ingesta de la perla, una de las toxinas se une a sitios específicos de la membrana de las células intestinales de la larva. Esta unión, permite que la otra toxina se inserte eficazmente en la membrana y la perfore, lo cual provoca el ingreso de agua y iones a tal grado que la hace explotar.
Esto desencadena una serie de eventos: cese de la ingesta, parálisis del intestino, diarrea, parálisis total y finalmente la muerte de la larva, precisó Bravo de la Parra.
Las ventajas de este insecticida por sobre los convencionales, según la investigadora, es que es altamente específico contra sus víctimas y no afecta otro tipo de organismos; no contamina el ambiente pues las perlas están diseñadas para ser puestas en cualquier contenedor de agua sin que se disuelvan, y porque al tratarse de proteínas, se degrada rápidamente en el ambiente.
El desciframiento a detalle de estos pasos tóxicos es una de las principales aportaciones de la especialista y su equipo de investigación en el campo de estudio de esta bacteria y se ha publicado en diferentes revistas científicas especializadas.

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