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Bloquean restauranteros y transportistas la vía a Pie de la Cuesta; exigen que concluyan las obras

Carlos Moreno A.

Unas 300 personas, entre transportistas,  restauranteros y habitantes de la zona poniente, así como 80 choferes de taxis colectivos bloquearon ayer la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, para exigir que se termine la ampliación de esa vía.
Por cinco horas los inconformes bloquearon la carretera federal, apoyados de taxis colectivos, frente a uno de los accesos del Cbtis14 y del Cetis 41.
Los manifestantes realizaron dos bloqueos permanentes y varios intermitentes; de éstos últimos el primero fue a las 4:23 de la tarde, por 40 minutos, y el segundo a las 6 de la tarde y duró media hora. Los inconformes exigían el arreglo de la carretera: “queremos que traigan la maquinaria y los materiales”.
La protesta comenzó a las 2 de la tarde y allí los habitantes se quejaron porque llevan muchos años en espera de que “se terminen las obras y aparte nos destruyen la carretera, estamos hartos ya”.
Al lugar acudió una patrulla de la Policía Federal, en la que iba un agente que intentó tranquilizar la situación, pero los inconformes se acercaron y comenzaron a exponerle sus inconformidades, mientras transportistas gritaban: “el gobierno federal se hace pendejo, no nos cumple, ni arregla nada. Hacemos esto porque el encargado de la obra siempre nos queda mal, nos engaña, es una persona prepotente y grosera, nunca nos cumple”.
En los bloqueos los inconformes gritaban y mostraban pancartas que decían: “Ingeniero de la obra prepotente y déspota que le hemos solicitado la reparación de la carretera que tanto perjudica al turismo nacional ¿Hasta cuándo?”.
También hubo otras dos pancartas con la leyenda: “Los choferes de la zona poniente estamos cansados de esperar su respuesta. Ya que nos perjudica nuestro sustento familia, Basta Ya”; “Los colonos de la zona poniente ya no aguantamos más, esta espera prolongada de esta obra, Basta Ya”.
Esto generó opiniones encontradas entre las miles de personas que caminaban por la carretera para llegar a sus destinos, entre ellas mujeres embazadas, estudiantes, hombres que cargaban mercancía y algunos que traían niños en hombros y en su cara de observaba la molestia por la manifestación.
También hubo personas que apoyaron a los inconformes y gritaban: “vamos todos somos unidos, no se muevan hasta que resuelvan”.
Un hombre con muletas se bajó de su vehículo y al unirse al bloqueo señaló que es por una razón justa la manifestación: “no es posible que no puedan arreglar la carretera y terminar las obras de ampliación, estamos cansados, tardamos horas para llegar a nuestras casas”.
En la zona se mantuvo un retén con una patrulla de la Policía Vial y lo agentes que acudieron al lugar trataron de agilizar la vialidad, pero fueron retirados por los inconformes y ellos coordinaron el paso de los vehículos, a los que le abrían paso uno por uno, mientras los agentes explicaban a los automovilistas el motivo de la protesta.
El jefe operativo de la Policía Vial, Jorge Zambrano Hernández, declaró que el problema principal es el sitio de taxis que se ubica en la colonia Jardín, que los encargados de las obras “apoyan, pero no sirve”.
Manifestó que el encargado de la obra, Jesús Trujillo, representante del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) Guerrero, había llegado a un acuerdo con los inconformes, quienes quitaron a los agentes de Tránsito y procedieron ellos mismos a coordinar la vialidad.
En un momento del bloqueo, metros adelante de donde se encontraba la patrulla de la Policía Vial, un camión repartidor de agua Bonafont fue interceptado por los inconformes, pero como el chofer no se detuvo le arrojaron piedras y botellas de plástico, además de sacaron de la unidad paquetes de botellas de agua.
Unas 30 personas rodearon el camión repartidor, al cual golpeaban y empujaban, mientras que el chofer se quejaba de que “también nos están afectando, tengo años pasando por aquí pero tenemos que trabajar”.
Los manifestantes tomaron la carretera federal de forma intermitente y posteriormente ofrecieron la circulación de “goteo”, asimismo algunos conductores de taxis colectivos fueron bajados de sus unidades y obligados a unirse a la manifestación, y a uno que se negó le cerraron el paso y a empujones y gritos de “somos pueblo y estamos hartos, queremos que arreglen la carretera” lo hicieron quedarse.
A las 5:30 de la tarde, algunos transportistas y el encargado de la obra, Jesús Trujillo, trataron de llegar a un acuerdo con los protestantes, a quienes pidieron que fueran retirados los taxis colectivos que obstruían el paso y los conos de prevención para que se agilizara la vialidad, y “puedan llegar la maquinaria y los materiales”.
Una media hora después llegó la maquinaria y en media hora más el “chopopote” para comenzar los arreglos de la carretera en un tramo de 150 metros.
El restaurantero de Pie de la Cuesta, Joel Castillo Gómez, denunció que los policías federales sólo se “aparecen los días sábados”  les piden 50 pesos a choferes de camiones urbanos para “tolerarlos, para que los dejen recoger pasaje en todas partes”.
Dijo que “para eso sirven los federales, se los piden descaradamente”, e indicó que la ampliación de la carretera a Pie de la Cuesta lleva siete años en obra negra y “la población sigue esperando. Vino Felipe Calderón y no nos cumplió”.
Denunció que el gobernador Ángel Aguirre Rivero no les hace caso a sus llamados, “menos Manuel Añorve, lo que hizo fue pararse en los puentes para sacarse la foto y poder tener la imagen para ser candidato a gobernador”.
Castillo Gómez recordó que en 2009 los inconformes bloquearon la carretera en Pie de la Cuesta “porque nos estábamos muriendo de hambre y exigimos que aceleren los trabajos y no nos hicieron caso, y hasta la fecha sigue, la gente tiene razón”.
Pidió el apoyo del gobierno del estado a las peticiones: “hay un sólo carril y ésta es la única arteria principal a la Costa Grande y hacia el puerto de Acapulco”.
También el transportista del sitio de taxis número 1 “Triángulo del Sol”, César Miguel Gómez Nava, denunció que la falta de conciencia de las autoridaes: “todos los choferes tienen familia, necesitan comer, mandar a sus hijos a la escuela”.
Dijo que del servicio del transporte “sacan los 150 pesos diarios para comer”, y que nadie les ayuda. “Ellos tienen trabajar y juntar su dinero para los impuestos que pagan los salarios de la presidenta municipal y del gobernador que no nos hace caso”.
Hizo un llamado al gobernador a que atienda el problema de la zona poniente y no dejar obras inconclusas que afecten al sustento de trabajadores, “que no haga oídos sordos, necesitamos una solución”.
Consultado a las 10 de la noche vía telefónica, Gómez Nava informó que “se lleva el 50 por ciento de la carretera en un tramo de 150 metros, al menos por el momento nos hicieron caso”.

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