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Aguirre tiene las manos manchadas de sangre, acusa el sobreviviente de El Charco galardonado por la APPG

Rosalba Ramírez

Chilpancingo

“Jamás me reuniré con Ángel Aguirre porque tiene las manos manchadas de sangre”, dijo Efrén Cortes Chávez, sobreviviente de la masacre en El Charco y galardonado con la presea Sentimientos del Pueblo que le entregó la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG).
La tarde de ayer, campesinos de San Salvador Atenco encabezados por Ignacio del Valle Medina, comisarios de localidades de la sierra de Chilpancingo, el luchador social Pablo Sandoval Cruz, egresados de diferentes normales públicas, estudiantes, y una representación de la sección 17 de los mineros de Taxco en huelga desde hace cinco años, se reunieron para conmemorar el 199 aniversario de la instalación del Congreso de Anáhuac.
El acto estaba programado para las 6 de la tarde, pero se adelantó a las 4 de la tarde para evitar chocar con el acto oficial que organizó el Congreso local en el auditorio Sentimientos de la Nación, donde galardonaron al fundador del PRD Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
El punto de encuentro fue en la alameda Ganados Maldonado, de ahí marcharon a la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac, para realizar un mitin político-cultural.
Durante la marcha y ya en el acto, la banda de guerra de la Unidad Académica Preparatoria Uno acompañó a las organizaciones; los honores a la bandera estuvieron a cargo de la escolta de la Secundaria Técnica 30.
Ahí recordaron al obispo de Saltillo, Raúl Vera López, a quien el 11 de septiembre le entregaron la presea Sentimientos del Pueblo en reconocimiento a su lucha junto a las organizaciones sociales.
El galardón fue entregado a Efrén Cortés Chávez por el dirigente de los campesinos de San Salvador Atenco, Ignacio del Valle.
La madrugada del 7 de junio de 1998, en la comunidad de El Charco, municipio de Ayutla de los Libres, ocurrió la masacre perpetrada por el Ejército en contra de indígenas que se encontraban en una reunión comunitaria al lado de combatientes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).
Efrén Cortés y Erika Zamora son sobrevivientes de la masacre que cometieron militares de la 27 Zona Militar el 7 de junio de 1997, en la comunidad de El Charco, durante el gobierno interino priista de Ángel Aguirre Rivero.
El ahora gobernador perredista suplió en la gubernatura a Rubén Figueroa Alcocer de 1996 a 1999, cuando pidió licencia después de que se hizo pública la masacre de 17 campesinos a manos de efectivos de la policía estatal en el vado de Aguas Blancas en Coyuca de Benítez, el 28 de junio de 1995.
La masacre de El Charco ocurrió en la escuela primaria Caritino Maldonado, donde dormían representantes de las comunidades de la región mixteca, quienes se habían reunido en asamblea para tratar los problemas locales, de educación, salud y proyectos productivos, la escuela fue atacada a balazos, dejando como saldo 11 muertos.
Los dos sobrevivientes, Erika Zamora y Efrén Cortés fueron elegidos por la APPG para entregarles la presea Sentimientos del Pueblo, sin embargo sólo pudo asistir Cortés Chávez porque su compañera estaba enferma y tenía que guardar reposo, dijo.
En su intervención llamó al pueblo a tener dignidad, porque eso podrá hacer que cambie el sistema en el que vivimos, “la dignidad humana”.
Responsabilizó a Aguirre Rivero de ser cómplice del asesinato de las 11 personas en la primaria Caritino Maldonado, de no asumir su responsabilidad como jefe político en ese momento, por eso pidió dignidad a los diferentes sectores agraviados por el gobierno.
“Nunca me reuniría con Ángel Aguirre porque tiene las manos manchadas de sangre”, dijo el sobreviviente a la masacre.
Señaló que como luchadores sociales, tienen un peso moral y ético muy fuerte, de dignidad, el cual no venderá aunque ha tenido la oportunidad de hacerlo, reconoció.
“Aguirre se quiso lavar las manos y responsabilizó a los militares, pero él como gobernador algo sabía, no pasa nada en un estado sin que el gobernador sepa”, consideró el galardonado.
Hizo un llamado a las organizaciones sociales en el estado a no competir, a alejarse de protagonismos, buscar coincidencias y unirse, a no caer en el juego del gobierno que sólo pretende dividir y lo logra por el mal hábito de competir, señaló.
“Debemos seguir luchando hasta tener una vida justa, si no esto se va a poner peor, vamos a seguir luchando hasta las ultimas consecuencias”, concluyó.

Anuncia Pablo Sandoval su salida del PRD

El líder moral de la APPG, Pablo Sandoval Cruz advirtió que la resistencia continuará y que los revolucionarios pacifistas que están por todo el país pueden cansarse y tomar las armas.
Recordó lo que el obispo Raúl Vera López dijo el martes pasado en el mismo lugar donde él estaba de pie que “falta poco para el cambio, la gente está harta, falta muy poco”.
Continuó: “y que me perdonen los personeros del gobierno, pero esto puede ser un movimiento revolucionario pacífico o un movimiento revolucionario armado, yo no descarto lo segundo, cuando hay tanta corrupción como la que vivimos, al pueblo no le queda otro camino más que las armas”.
Pero dijo a los asistentes que una revolución va en medida de la conciencia social, es por eso que invitó a la población a asistir a las cases de la escuela de formación de cuadros de la APPG.
En el acto, el luchador social reprochó al PRD que de manera inmediata reconociera como presidente de la República electo a Enrique Peña Nieto.
“No se puede ocultar la complicidad del PRD, del que fue mi partido, de ahora en adelante yo pinto mi línea, yo ya no soy del PRD”, dijo Sandoval Cruz, a quien lo interrumpieron los aplausos de los asistentes.
Dijo que no quiere compañeros deshonestos para no avergonzarse de ellos, de los que comenten hurtos y asesinatos, gritó Sandoval Cruz.
El acto finalizó con consignas de lucha; “¡Zapata vive, la lucha sigue!” “¡la patria no se vende, se ama y se defiende!”, “¡libertad a los presos por luchar!”.

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