Se reúnen comuneros de Malinaltepec luego de tres semanas de agresiones; aún no hay acuerdos

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Después de tres semanas de acciones violentas entre los comuneros de Tilapa y Tierra Colorada por una disputa de tierras, ayer se reunieron los representantes de los dos núcleos agrarios con funcionarios del gobierno estatal y federal para encontrar una solución al problema mediante el diálogo.
La reunión, que se realizó en una sala de la Secretaría de Gobierno, duró cerca de seis horas y aunque no terminó con acuerdos definitivos que resuelvan el conflicto, fue calificada como “en avance” por parte de los funcionarios que participaron, puesto que consideraron que “sienta las bases” para reuniones posteriores en las que se vaya avanzando en la solución del conflicto y distensar la zona en donde en las últimas semanas han ocurrido agresiones mutuas entre los comuneros en pugna.
Los funcionarios estatales y federales, propusieron como una medida para resolver el conflicto la revisión de los puntos y coordenadas que son motivo de las diferencias en las colindancias. Y con ello surgió la propuesta de, una vez que coincidan en las delimitaciones de sus tierras, dividirse casi en partes iguales las hectáreas en disputa.
Sin embargo esta propuesta fue aceptada de inmediato por los representantes de los comuneros de Tilapa, representados por su presidente del comisariado de Bienes Comunales, Victorino Pantoja Vargas, mientras que la comisión de comuneros de Tierra Colorada, encabezados por su presidente del comisariado de Bienes Comunales, Erasto de Jesús Santiago, determinó que consultarán en asamblea con sus representados y darán su respuesta en una próxima reunión.
El encuentro entre los funcionarios estatales y federales con las autoridades de los dos núcleos agrarios se realizó a puerta cerrada. Comenzó poco después de las dos de la tarde y terminó a las 8 y media de la noche, aunque a las 9 todavía se detallaba la minuta de acuerdos para la firma por las partes que participaron en la reunión.
En la minuta se asentó que las dos comunidades decretan una tregua a partir de esta reunión mientras se difunden entre sus representados los acuerdos de la reunión y mientras regresan a la mesa de reunión. También firmaron el compromiso de conminar a sus representados a la tranquilidad y a la paz social.
Otro de los acuerdos es hacer un llamado conjunto a los habitantes de las comunidades que están participando en el bloqueo a la carretera Tlapa-Marquelia con el pretexto de este conflicto que ha generado violencia, para que sean suspendidas sus acciones, puesto que su petición principal es que los representantes de los dos núcleos agrarios se sienten a dialogar, lo que ya ocurrió.
Asimismo acordaron tener la reunión “final” el próximo martes a la una de la tarde nuevamente en la Secretaría de Gobierno.
El encuentro estuvo encabezado por la subsecretaria de Gobierno para Asuntos Políticos, Rossana Mora Patiño y el subsecretario para Asuntos Agrarios, Pablo González Villalba. Pero también estuvieron por parte del gobierno estatal el secretario de Asuntos Indígenas, Filemón Navarro Aguilar y el procurador de Defensa del Campesino (Prodecam), Marcelino Díaz de Jesús.
Por parte del gobierno federal estuvo el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), Juan Manuel Olea Contreras y el delegado de la Procuraduría Agraria, Fernando Jaimes Ferrel.
El secretario de Asuntos Indígenas, Filemón Navarro Aguilar celebró que se haya realizado la reunión conjunta porque reconoció que si bien no se resuelve definitivamente el conflicto motivo de las pugnas y la violencia entre los dos grupos, si “sienta las bases para reuniones posteriores en las que diriman sus diferencias mediante el diálogo.
Por su parte el delegado de la PA, Fernando Jaimes Ferrel, también celebró la reunión y dijo que: “vamos caminando bien para llegar a un buen acuerdo” pues aseguró que en las pláticas se vio “voluntad de las dos partes para llegar a un buen entendimiento”.
Mientras tanto, los representantes de los núcleos agrarios se rehusaron a hacer declaraciones con el argumento de no abonar más a la confrontación.