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Exigen a la PGJE que agilice la investigación de la desaparición del líder de Tierra Colorada

Zacarías Cervantes

 

Chilpancingo

 

La indígena mixteca Camila Bravo Ignacio, quien resultó lesionada cuando un grupo, presuntamente de comuneros de Tilapa, se la llevaban secuestrada, después de que al líder natural de Tierra Colorada, Raymundo Sánchez Agustín, le habían dado un balazo –y después no supo nada de él–, demandó ayer aquí a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) que se agilice la investigación para encontrar a su compañero que sigue desaparecido, así como al vehículo de su propiedad en el que se llevaron y todavía  no lo encuentra.

Todavía con inflamaciones y hematomas en el rostro y en varias partes del cuerpo, consecuencia de un cachazo y golpes de sus agresores. Así como con excoriaciones en brazos y parte del torso, la mujer demandó, en primer lugar, “que se haga la investigación de la desaparición  del compañero Raymundo Sánchez Agustín y del paradero de mi unidad, un Tsuru modelo 2008 que está a mi nombre”, pidió.

La maestra, quien es supervisora de la zona escolar 82 de telesecundaria, recordó que el lunes 3 de septiembre, aparentemente en un intento de secuestro, un grupo de hombres armados primero le dispararon a su compañero, Sánchez Agustín, “de quien no puedo estar segura de que esté con vida”.

Agregó que, después, lo bajaron de su vehículo “y posteriormente se subió a quien identifiqué  físicamente como Anastasio Calleja Peñaloza”.

Dijo que después de que bajó el cuerpo de su acompañante tras de que le  habían disparado, “lo bajo (Calleja Peñaloza) del vehículo y después condujo el vehículo pero antes me dieron un cañonazo en la frente y me pasaron  al asiento de atrás, narró la maestra.

Agregó que cuando recuperó el conocimiento se dio cuenta que era el mismo Anastasio Calleja quien manejaba su vehículo a alta velocidad “por lo que tuve miedo decidí a tirarme para escaparme”.

Agregó que cuando se la llevaba, Calleja Peñaloza iba solo pero que antes de que los interceptaran iba acompañado por otras personas, puesto que cuando les cerraron el paso a su vehículo les bloqueó el paso atrás otro vehículo en el que iban otras personas.

La indígena, demandó, asimismo, que el caso sea atraído por la PGJE, puesto que hasta ayer el detenido, como presunto cómplice de los responsables de estos hechos, todavía estaba bajo resguardo de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).

La mujer aseguró que al detenido, que actualmente está en manos de la CRAC lo identificó plenamente, y que, incluso, al principio pensó que se trataba de un secuestro o del robo de su vehículo pero que cuando identificó a Calleja Peñaloza, de inmediato supuso que el móvil de la agresión en su contra y de su acompañante era por el conflicto entre Tilapa y Tierra Colorada, puesto que Calleja pertenece al núcleo agrario de Tilapa, mientras que ella y su acompañante Sánchez Agustín son de Tierra Colorada.

Por eso, para que se esclarezca el caso, se encuentre a Raymundo Sánchez y a su vehículo pidió que el detenido sea entregado a la Procuraduría de Justicia para que se investigue y se esclarezcan los hechos, puesto que hasta ayer el detenido estaba en manos de la CRAC.

Añadió que lo más importante es que quienes participaron en este caso entreguen “como esté al compañero (Raymundo Sánchez Agustín), ya sea con vida o como esté”, dijo.

Por su parte, el abogado del núcleo agrario de Tierra Colorada, Domingo Martínez Altamirano, dijo que la exigencia es que la CRAC “diga claro que si es de su competencia o no juzgar al detenido”, para que de no ser de su competencia lo entregue “de inmediato a la Procuraduría de Justicia del estado, porque  se trata de un delito de secuestro, mas el robo del vehículo”.

Y es que añadió que sabe que estos delitos no son de la competencia de la CRAC, por lo que demandó que lo ponga de inmediato a disposición de la Procuraduría de Justicia del estado, “porque hay una indefinición hasta ahorita de que si son o no competentes, aunque sabemos que nunca la CRAC ha conocido un delito de secuestro”, insistió.

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