Une a sindicatos contrarios el rechazo a la reforma laboral

Claudia Salazar / Agencia Reforma

Ciudad de México

El rechazo a la reforma laboral del presidente Felipe Calderón está uniendo a centrales obreras con posiciones políticas encontradas.

La Unión Nacional de Trabajadores (UNT), cercana a los partidos de izquierda, y el Congreso del Trabajo, afín al PRI, tejen una alianza para detener la iniciativa preferente enviada al Congreso por el Ejecutivo federal.

“Hemos tenido contacto con dirigentes del Congreso del Trabajo, con dirigentes de todo el sindicalismo que milita en el PRI, en el entendido que, no por las mismas razones, en lo que estamos totalmente de acuerdo es en rechazar la iniciativa.

“Están dándose las posibilidades para desarrollar acciones conjuntas. Yo veo cada vez más molestia en ellos, insisto, aunque ellos tienen razones diferentes”, dijo Francisco Hernández Juárez, integrante de la presidencia colegiada de la UNT.

El senador priista y dirigente nacional de la CROC, Isaías González, dijo que su central obrera está dispuesta a integrar un frente con la Unión Nacional de Trabajadores que impida el avance de la reforma laboral.

“Vamos todos unidos contra la iniciativa”, planteó el jueves pasado.

Entrevistado en la Cámara de Diputados, Hernández Juárez advirtió que aprobar la reforma por encima de los sindicatos afiliados al tricolor sería como darse un balazo en el pie.

“Nosotros no tenemos problema con la transparencia, no tenemos problema con el voto universal y secreto, pero no podemos permitir que nos quiten la contratación colectiva, el derecho de huelga y por eso coincidimos con ellos en rechazar la iniciativa”, expuso el también dirigente del sindicato de telefonistas

Incluso dijo que en los sectores del PRI aún no logran consenso sobre la propuesta de dictamen que deberá elaborar la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, que preside el legislador y dirigente de la CTM, Carlos Aceves del Olmo.

“Definitivamente, el sector obrero no está de acuerdo, el sector campesino lo está viendo con mucha cautela y nos ofrecieron que si se pasaba sobre nuestros derechos laborales, ellos no iban a ir con esa propuesta. Vamos a ver cuál es la (posición) que prevalece”, aseveró.

El responsable

Hernández Juárez expuso que hay un acuerdo entre el PAN y el PRI para sacar adelante la reforma, y será Calderón quien cargue con el costo político y no Peña Nieto.

“Creo que se equivocan. Aquí la responsabilidad es de Peña Nieto y de su partido porque, si esa iniciativa pasa, es sólo por el apoyo del PRI

“Si el gobierno del nuevo presidente entra con esa actitud de golpear a los trabajadores en sus derechos laborales, es a él es al que le tenemos que hacer responsable si esta iniciativa sigue adelante”.

El diputado perredista Silvano Blanco de Aquino apuntó que su partido considera que Peña Nieto será el responsable del nivel que alcancen las protestas contra la iniciativa laboral.

“El PRD ha responsabilizado de manera directa a Enrique Peña Nieto. Él es el que tiene en sus manos decir a sus diputadas y diputados que voten en un sentido u otro, y él sería el responsable de la aprobación de la reforma laboral en estos términos”, dijo el integrante de la Comisión del Trabajo.