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Encabeza Aguirre en Acapulco una oración por la paz y pide una tregua a los criminales

Daniel Velázquez

 

 

El gobernador Ángel Aguirre Rivero encabezó ayer en Ciudad Renacimiento una oración por la paz y pidió que los causantes de la violencia “ojalá hagan un alto” en sus actividades criminales.

La celebración del Día Mundial de la Paz se llevó a cabo en Ciudad Renacimiento, una de las colonias más pobladas de Acapulco, donde el problema de la inseguridad y la violencia ha causado que los maestros de las zonas escolares 34 y 35 suspendan clases por segunda ocasión y los vecinos han preferido no salir por las noches.

Por lo menos en el último mes en Renacimiento se han registrado ocho ejecuciones, se han encontrado tres vehículos abandonados y se tiene conocimiento de tres personas que han sido víctimas de secuestro.

El gobernador encabezó ahí la celebración del Día Mundial de la Paz, durante la cual quemaron copal, liberaron palomas blancas como símbolo de la paz y participaron un sacerdote católico, un pastor cristiano y un maestro de yoga.

Los vecinos portaban globos blancos y cartulinas en las que se leía “Guerrero cumple luchando por la paz”, “la paz comienza con una sonrisa”, “la base de la vida es el amor”, “unidos por la paz”, “si quieres cambiar el mundo cámbiate a ti mismo”.

En su discurso en el polideportivo de Renacimiento, el gobernador dijo que la violencia tiene que terminar, y deseó que sea “muy pronto”, y después se dirigió a quienes originan la violencia: “ojalá hagan un alto”.

“La violencia tiene que terminar, no sabemos cuándo pero queremos que termine muy pronto, ojalá hagan un alto en el camino aquellos que se dedican a la delincuencia, ojalá que no se sigan perdiendo vidas de personas inocentes, ojalá se busquen otros caminos para poder alcanzar aspiraciones que son muy legítimas, como tener un empleo, tener un ingreso seguro”, dijo.

Indicó que el día de la paz debe ser una fecha para que todos contribuyan al camino de la concordia.

El gobernador también expuso que pasa superar un problema se debe tener fe y no subestimar la existencia de “un ser supremo” a quien acuden todos hasta quienes se sienten intelectuales.

La celebración del Día Mundial de la Paz fue organizada por el gobierno del estado, y participaron un sacerdote de la iglesia católica, fray Martín Reyna Bautista; un pastor cristiano, Edgar Popoca González, y un maestro de yoga, Emilio Carranza.

En la celebración, el sacerdote católico y el pastor cristiano hicieron oraciones por la paz, que fueron seguidas por el gobernador, su esposa Laura del Rocío Herrera y gran parte de los asistentes.

El maestro de yoga hizo un ejercicio de respiración con las 200 personas que asistieron, a quienes pidió que cerraran los ojos y respiraran las “partículas de amor” que están esparcidas en el viento y exhalar todo lo negativo.

Fray Martín Reyna Bautista dijo que corresponde a los ciudadanos construir la paz, y que la paz no se construirá cerrando los ojos y diciendo “no pasa nada”, “sí pasa” y por eso deben contribuir todos a recuperar la paz y la alegría.

Dijo que los ciudadanos no pueden armarse como una estrategia de garantizar su seguridad, porque eso es ser portadores de violencia y con eso no se soluciona el problema.

Luego el sacerdote rezó la oración que la iglesia católica elaboró como una de sus acciones para contribuir a la paz y que está en todas las iglesias del puerto.

En la ceremonia la familia Arana Álvarez compartió su testimonio de unión familiar luego de haber participado en el taller “sembrando valores” que organiza el DIF Guerrero.

Por separado el secretario general de Gobierno, Humberto Salgado Gómez, dijo que la celebración del día de la paz en Renacimiento “quiere decir mucho, pero más quiere significar los esfuerzos que estamos haciendo todos”.

El funcionario consideró que sí hay paz en Acapulco, porque la inseguridad no es un problema que generen todos los ciudadanos, sino que son sólo “algunos” los que ocasionan los hechos de violencia.

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