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Sufren las cooperativas un embate del Estado, dice investigador

Yee Trujillo

Investigadores de México y Cuba lamentaron que a pesar de los beneficios económicos y sociales que traería al país, las leyes mexicanas desperfilan y dificultan el cooperativismo, mientras que en otros países las cooperativas son apoyadas directamente por los gobiernos para crear empleos y reactivar la economía.
En conferencia de prensa como ponentes de un curso que se realiza en el centro de formación política Juan R. Escudero, el profesor titular de la Universidad de La Habana, Jesús Luciano Reyes Cruz, y el coordinador del Grupo Tacuba en la Ciudad de México y ex asesor de la Alianza Cooperativista Nacional, Francisco Javier Saucedo Pérez, consideraron que es necesario enfatizar en el país el cooperativismo y la economía solidaria para fomentar el desarrollo económico y humano, generar empleos y activar la economía en el campo y las comunidades indígenas.
“Es un embate del Estado mexicano en su totalidad en contra de modelos de esta naturaleza, tenemos en puerta la reforma de ley laboral por ejemplo, pero como esa, muchas más, y hay antes un proceso de involución legislativa porque hay una regresión, no solamente una regresión, hay leyes ya contrarias al espíritu cooperativo, no es posible que las cooperativas de ahorro y préstamo pierdan su personalidad y su contenido social porque las están bancarizando y hoy las rige la Comisión Nacional Bancaria de Valores y la Secretaría de Hacienda”, expresó Saucedo Pérez.
Durante su intervención, el también luchador social y ex diputado federal del PRD, afirmó que las leyes no fomentan el cooperativismo y desperfilan los principios y los rasgos fundamentales del mismo, bajo el modelo capitalista y la globalización neoliberal, ya que la Ley Federal del Trabajo desperfila el carácter social de la legislación laboral y la privatiza, además de que la ley de la economía social y solidaria recién aprobada tiene todas las características del modelo neoliberal: “¿entonces, eso cómo se come?, es una contradicción muy fuerte”, dijo.
Narró que recientemente al acudir a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) a tramitar un financiamiento para iniciar una cooperativa, los encargados del trámite trataron de disuadirlo diciéndole que es más fácil constituirse como sociedad anónima o asociación civil.
“Hay que estar empecinados en construir todas las cooperativas que pudiéramos hacer, en todos aquellos organismos propios de la economía solidaria, no necesariamente cooperativas, que puedan fortalecer a un sujeto social de la economía solidaria y del cooperativismo”, insistió Saucedo Pérez.
En el contexto del país, lamentó que las cooperativas mexicanas estén “empequeñecidas”  porque hay dificultades para su desarrollo, pero dijo que sus socios viven en mejores condiciones; aunque reconoció que los cooperativistas no han levantado la voz ni han buscado “este espíritu más de militancia”, al mencionar que este podría ser “el socialismo del siglo 21”.
Por su parte, Cruz Reyes relató que en Cuba y otros países las cooperativas han sido un fenómeno social.
Dijo que en su país las cooperativas producen el 80 por ciento de la producción agropecuaria y son apoyadas y estimuladas por el Estado, y éstas a su vez apoyan a las comunidades con alimentos a bajo costo para los sectores vulnerables, servicios médicos y fondos de desarrollo sociocultural.
Además, el investigador cubano acentuó que estas cooperativas también contribuyen al desarrollo democrático de las instituciones del país y ejercen una influencia positiva en las zonas rurales,  aunque criticó que también han sido utilizadas y beneficiadas por fines políticos y electorales.
“La cooperativa no es una panacea, una varita mágica, que digamos `tengo una cooperativa, ya está todo resuelto´, no, no es así; la cooperativa es un medio para que la genta comience de manera unida a resolver sus problemas, a ayudar al desarrollo de la comunidad y ayudando a la comunidad, ayuda con el país”, concluyó Cruz Reyes.

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