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Revela video el conflicto interno en la Ssa y acusaciones contra la esposa de Aguirre

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

La tarde del miércoles pasado en que irrumpieron en la oficina del subsecretario de Finanzas de la dependencia, Arturo Sánchez Torres, los trabajadores de la Secretaría de Salud no sólo fueron a reclamar la injerencia del funcionario en el nombramiento de representantes sindicales, sino también a quejarse de que la presidenta del DIF-Guerrero, Laura del Rocío Herrera de Aguirre los hostiga, que les da órdenes como si fuera patrona en los hospitales, además de que insulta a los médicos a los que llama “asesinos de bata blanca”.
En un video del cual El Sur tiene una copia, representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud (Sntsa), encabezados por la dirigente de la sección 36, Beatriz Vélez Núñez, encaran al subsecretario que tiene resguardo policiaco luego de que salvó un intento de levantón por parte de hombres armados en la fiesta de su cumpleaños.
La líder le dice a Sánchez Torres que en el comité ejecutivo del sindicato “tenemos muchas quejas de que la señora ordena y regaña a los trabajadores, está haciendo actividades en la secretaría que no le tocan, le toca lo del DIF, la beneficiencia, le toca ser la buena de los problemas que se tienen”.
Además le explican al funcionario estatal que, de acuerdo con el organigrama él es subordinado del secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso, pero éste les contesta que sólo responde a las instrucciones del gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Y hablan sobre una minuta de acuerdos, de la que no se dice en qué consiste, pero el funcionario acepta que la firmó “de manera ilegal”, a petición de la dirigente sindical y con “la venia” del secretario de Salud.
El miércoles pasado, en su protesta, los líderes sindicales del estado lo obligaron a echar abajo más de ocho nombramientos de representantes sindicales que el subsecretario dio en Costa Chica.
En el video, que dura 27 minutos y que fue difundido ayer, se observa al funcionario con unas 50 personas que lo rodean en la silla de su oficina en las instalaciones centrales de la Ssa.
El video comienza con la intervención del funcionario, en donde dice que “dicha minuta de acuerdos queda sin efecto, porque se trata de un problema sindical en donde la autoridad no debe de intervenir”.
Entonces, advierte: “Si me vuelven a parar el hospital o alguna jurisdicción, les voy a levantar acta penal, porque ya vine a dialogar con ustedes, ya vi cuáles son sus peticiones que son sindicales y ya no tengo injerencia en eso, ya me retiré”.
“Les voy a levantar un acta administrativa y va a ser muy difícil que quiten eso de su expediente y con el jurídico somos muy exactos, muy estrictos en ese sentido, desgraciadamente a veces uno tiene que ceder ante estos grupos, pero siempre es importante corregir mediante el diálogo, respetuosamente a todos ustedes les ofrezco una disculpa porque mi único objetivo es que ninguna instalación de salud esté cerrada en perjuicio de los que menos tienen”, continúa.
Una mujer sindicalizada interrumpe al funcionario, le dice que el sindicato se ha conducido con respeto ante las autoridades y le recuerda que su papel es el de resolver conflictos, no para que genere más, como lo ha hecho.
Arturo Sánchez recuerda que hubo dos paros de los sindicalizados, uno en el hospital de Tlapa y otro en las oficinas centrales de la secretaría, “y en los dos hubo malos entendidos, pero el diálogo es lo que resuelve los problemas, no las presiones, no las tomas de instalaciones”.
En el video, dice que en Tlapa se está remodelando el hospital, se está renovando el medicamento y todo se está haciendo como lo acordaron, pero una mujer en la reunión grita “pero faltan los contratos”.
Como el operador político del gobierno en la Secretaría de Salud, Torres dice entonces: “El diálogo permitió que esto se resolviera, imagínense que tomen todas las instalaciones y yo me quede nomás aquí sentadito, cruzado de manos a ver cuándo se resuelve”.
Un hombre lo increpa y le dice: “Usted fue ejecutivo en Tlapa y resolvió lo que le tocaba resolver, pero fue con la licenciada (Beatriz Vélez) eran problemas sindicales, nos dijo, y que se levantaba el paro o levantaba una acta que porque no lo iba a resolver”.
“Usted está tratando de agredir a una institución (el sindicato)”, lo acusó el varón, a lo que el funcionario respondió: “A nadie se está agrediendo” y obtuvo un seco “cómo no” de su interlocutor.
“Si se agrede ofrezco disculpas”, reculó el funcionario, aunque eso no dejó satisfechos a quienes lo increparon en su oficina y expone que “la primera vez envié (a Tlapa) un representante que me pareció que no resolvió las cosas, tan es así que siguió la amenaza de tomar, me dijeron que si no iba yo volvían a tomar (el hospital)”.
Luego habla sobre la situación sindical y dice que la dirigente Beatriz Vélez encabezó la toma en Tlapa, lo que provoca un griterío de “¡no, no, no!” y le mencionan que ella estaba de vacaciones, y se observa que mientras tanto la líder sólo sonríe.
“Queremos que reconozca que el sindicato es autónomo e institucional y la licenciada Beatriz Vélez siempre ha tenido la disponibilidad de ayudar a gobernar el estado, que tanta falta nos hace”, le expone otra mujer.
El funcionario responde sarcástico y dice que “no todo el estado, nomás la Secretaría de Salud”, lo que le genera gritos de los asistentes y recupera el silencio porque advierte que “nada más les quiero decir para qué sirve esta acta, para que si vuelven a tomar el edificio, el jurídico les levanta actas inmediatamente”.
Otra vez le gritaron en conjunto “no, eso no es el acuerdo”, cuando cesan los gritos se ve y se escucha hablar a Beatriz Vélez: “Nosotros tenemos la ley de nuestro lado porque atropelló a nuestro sindicato, entiendo que lo que hizo no fue acto de mala fe, sino por desconocimiento legal de nuestros estatutos”.
“Como soy mala para entender algunas cosas, exijo una disculpa por escrito y no para mi persona, sino en calidad de secretaria general, porque está haciendo señalamientos sin sustento, sin mi presencia y sin que tuviéramos un acuerdo de seguimiento”, exigió.
Sánchez Torres revira: “Tú me pides firmar una minuta en donde no estuve presente y eso es ilegal, pero lo hice”, y ella contesta: “Pero fue por una petición que le hizo el secretario de Salud (Lázaro Mazón)”, a lo que el subsecretario responde que “no, yo por el secretario ni la firmaba, por ti sí, me pediste que hiciera un acto ilegal y lo hice y no te estoy exigiendo una disculpa pública”.
Vélez Núñez le pide: “Subsecretario, no diga cosas que no son, usted le dijo al secretario de Salud ‘si usted me ordena yo lo firmo’”.
“Discúlpame, pero a mí el secretario no me ordena, fíjese bien en las palabras, porque él no me ordena, le dije ‘si está de acuerdo con eso, yo lo firmo’, es muy diferente”, soltó Sánchez Torres.
Exigió: “Me gustaría que hiciéramos otra reunión en la que me pidieras disculpas por hacerme firmar una minuta ilegal, que tendrá trascendencia para los trabajadores, cuando yo no estuve presente”.
La dirigente niega la acusación y señala que la minuta era efectiva sin la firma del subsecretario de Finanzas de Salud, porque está plasmada la del titular de la dependencia “con todo respeto, cualquier asunto le compete al secretario”.
Y le pregunta a Sánchez Torres: “Si no dígame ¿quién es su jefe?”. Y éste responde seco: “El gobernador”, lo que provocó gritos y risas de quienes ocupaban la oficina del funcionario, entre los que se escucha “entonces no conoce ni el organigrama de la Secretaría de Salud”.
“Entonces usted debería estar en Palacio de Gobierno, en Gobernación”, “que se vaya para allá”, se escucha entre los gritos.
Vélez Núñez le explica que “su jefe es el secretario de Salud, no el gobernador y ese es el problema tan fuerte en la Secretaría (el pleito interno), y está repercutiendo en todas las secretarías, y tan es así que tenemos la intromisión de la esposa del gobernador (Laura del Rocío Herrera de Aguirre)”.
“Tenemos muchas quejas de que la señora ordena y regaña a los trabajadores, está haciendo actividades en la secretaría que no le tocan, le toca lo del DIF, la beneficiencia, le toca ser la buena de los problemas que se tienen, pero aquí hay una organización que se tiene que respetar”, agregó.
Acusó a la esposa del gobernador de que con su injerencia en la Secretaría de Salud, genera conflictos “porque está acusando a los médicos de que son asesinos de bata blanca y hay videos de esto, ya tuvimos una queja en el pleno de las actitudes de la señora y no soy yo, a mí me lo dicen los trabajadores, los representantes sindicales, es un tema muy grave”.
La presidenta del DIF estatal, agrega, “estuvo apenas en una reunión con trabajadores y empezó a decir que el sindicato está solapando a los compañeros y en las unidades dice ‘por culpa de ustedes hubo una muerte materna, hubo esto, hospital asesino’”.
En ese tenor, dice que la figura a la que respetan es la del gobernador, pues incluso “votamos por él… pero la injerencia de su mujer está violando los derechos de los trabajadores y está cuartando la organización de la Secretaría”.
Entonces, recomienda que “si el gobernador ya no quiere tener al doctor Lázaro Mazón, porque no le soluciona o porque ya no lo quiere, que lo quite y ponga a alguien más, pero que no siga afectando a los trabajadores”.

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