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El Diablo sí tenía protección oficial, pero salió de su casa solo y ya no regresó: PGJE

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

A 23 días de la desaparición del testigo protegido de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Jaime Galván Rodríguez, El Diablo, la dependencia emitió un comunicado en el que afirma que aún estaba en resguardo, pero que salió por la noche y sus guaruras no estaban para acompañarlo.
El ahora desaparecido declaró que fueron elementos de la Policía Federal quienes asesinaron, el 12 de diciembre pasado, a los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, Gabriel Echeverría de Jesús y Alexis Herrera Pino, y no policías ministeriales como definió la fiscalía estatal.
Por la desaparición, da cuenta de que se inició la indagatoria DGGCAP/115/2012 por la denuncia interpuesta por la esposa de Jaime Galván.
El documento señala que contaba con medidas cautelares, “derivadas de los hechos del 12 de diciembre por el caso Ayotzinapa y dictadas por la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero, consistentes en vigilancia policíaca de 9 a 22 horas todos los días, hasta el momento de su desaparición, ocurrida el pasado 1 de septiembre”.
El comunicado señala que El Diablo llegó a su domicilio el 1 de septiembre cerca de las 10 de la noche, acompañado de los elementos que los vigilaban, quienes se retiraron para volver al día siguiente.
De acuerdo con la esposa, dice el texto oficial, “minutos antes de la medianoche, un vehículo llegó hasta su domicilio y tocaron el claxon diciéndole su pareja que saldría con unos amigos, la mujer le advirtió que ya era noche pero Jaime Galván se molestó por el comentario y salió, sin percatarse ella qué vehículo y quién o quiénes fueron a traerlo, agregando que Jaime Galván salía frecuentemente de su domicilio por las noches y regresaba por las madrugadas, antes de que llegaran los policías que lo vigilaban”.
“Sin embargo, en esa ocasión fue la última vez que vio a su pareja ya que al otro día ya no regresó y cuando le marcó a su celular, no contestó las llamadas y así lo refirió a los policías que lo vigilaban, cuando llegaron por la mañana para trasladar a Jaime Galván a su trabajo en un taller mecánico ubicado sobre la lateral del bulevar”, agrega.
El 10 de septiembre la esposa “decidió denunciar su desaparición el pasado 10 de septiembre y notificó a unas hermanas de crianza de su pareja, quienes llegaron provenientes de otro estado e incluso se apersonaron ante el Servicio Médico Forense de esta ciudad, donde se encuentran varios cuerpos en calidad de desconocidos sin lograr reconocer en ninguno de ellos a su familiar”.
“Por lo tanto, la PGJE continúa con las investigaciones del caso para ubicar el paradero de Jaime Galván Rodríguez que hasta este día continúa en calidad de desaparecido” cierra.
Otras versiones de la PGJE señalaron que el ahora desaparecido contaba con una escolta oficial, y que incluso se le otorgó seguridad a su esposa, pero a ambos se les retiró el resguardo sin explicación.
La esposa, antes de interponer la denuncia, buscó a su esposo en en hospitales, barandillas y en el Servicio Médico Forense (Semefo) pero no ha dado con su paradero. Incluso, en las instalaciones del Semefo se preguntó por él pero ahí informaron que no había nadie de sus características o su nombre.
Sobre el caso, el ex procurador Alberto López Rosas (quien fue sustituido por ese caso) sostuvo desde el principio que fueron efectivos de la Policía Federal quienes ultimaron a los dos estudiantes de Ayotzinapa, y su versión fue corroborada por El Diablo, pero la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Procuraduría General de la República (PGR) y la PGJE señalaron a dos policías ministeriales del estado como los autores materiales.
Por eso están presos Ismael Matadama Salinas y Rey David Cortés Flores, acusados de ser quienes dispararon y asesinaron a los estudiantes.

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