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Comienza la Asamblea General de la ONU con nuevos llamados a la acción en Siria

EFE

Naciones Unidas

Los líderes mundiales iniciaron ayer los debates de la 67 Asamblea General de la ONU en una sesión en que se encontraron con una nueva llamada a la acción del secretario general, Ban Ki-moon, para detener la crisis en Siria y poner fin a los crímenes contra los derechos humanos que allí se cometen.
“La situación en Siria empeora día a día. Ya no sólo se limita a Siria, sino que es una calamidad regional con ramificaciones mundiales”, alertó Ban al inaugurar la nueva sesión de debates, en la que hablaron entre otros la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el estadunidense Barack Obama y el francés François Hollande.
Para Naciones Unidas, el mundo ve ahora cómo se extiende “la inseguridad, la injusticia, la desigualdad y la intolerancia”, como demuestran la larga lista de conflictos que tiene en agenda y entre los que el que más preocupa es el sirio, donde las posibilidades de diálogo son inexistentes y el drama humanitario crece por momentos.
Ban aseguró que detener los crímenes en Siria es “el deber de nuestra generación” y pidió por enésima vez a la comunidad internacional “que no mire hacia otro lado mientras la espiral de violencia se sale de control”.
Recordó a los líderes reunidos en el plenario de la ONU que Oriente Medio centra las prioridades del organismo, ya que, además del conflicto sirio, se debe evitar a toda costa un conflicto entre Israel e Irán que sería “devastador” y además hacer que el proceso de paz con los palestinos se desatasque.
La preocupación de Ban por esos asuntos tuvieron eco en los discursos de los principales mandatarios, desde Obama a Rousseff, pasando por Hollande, el indonesio Susilo Bambang Yudhoyono y sobre todo el emir de Catar, Hamad Bin Jalifa al Zani.
Al Zani pidió en su intervención militar de los países de la Liga Árabe en Siria para detener “la situación inaceptable” que vive el país y favorecer el inicio de una transición pacífica.
Hollande anunció ante la ONU que Francia reconocerá “a un Gobierno provisional, representativo de la nueva Siria libre, tan pronto como sea formado”, al que también exigirá garantías para todas las comunidades religiosas y étnicas del país.
Obama fue menos efusivo y, tras señalar que el régimen de Bachar al Assad “debe concluir para que concluya el sufrimiento del pueblo sirio” y prometer “sanciones y consecuencias” para los opresores, pidió al mundo árabe que proteste contra “un régimen que tortura niños y dispara cohetes contra edificios de apartamentos”.
La tensión con Irán también recibió la atención del mandatario estadunidense, quien dijo que hará “lo que deba hacer” para evitar que Irán obtenga un arma nuclear y reiteró que el tiempo para alcanzar una solución diplomática “no es ilimitado”.
Rousseff, por su parte, aseguró que la posibilidad de una intervención militar en Siria sin la autorización del Consejo de Seguridad sería “ilegal, aunque para algunos sea aceptable”.
El presidente de Indonesia lamentó que “el sistema internacional actual no puede resolver el conflicto en Siria”, pero pidió “unidad” al Consejo de Seguridad para actuar y detener “el empeoramiento de la violencia y la catástrofe humanitaria” sobre el terreno.
El mandatario además pidió la creación de un “instrumento internacional que impida la instigación a la violencia basada en religiones o creencias” como la surgida en países musulmanes a raíz del vídeo satírico sobre Mahoma, asunto que recibió la condena de todos los mandatarios que intervinieron hasta ahora en la Asamblea.
La crisis en el Sahel y concretamente en Mali también recibió la atención de los presentes y en particular del presidente francés, que pidió una rápida respuesta de la ONU para apoyar una acción militar de los países de África Occidental contra los grupos terroristas que han tomado el control en el norte del país.
Con todos esos temas de trasfondo y ante férreas medidas de seguridad, arrancaron así unos nuevos debates en la Asamblea General, donde también participa este martes la argentina Cristina Fernández, así como mandatarios de otros países latinoamericanos, como la República Dominicana, Honduras, Panamá y El Salvador.
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