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Demanda Calderón ante la ONU un debate sobre la prohibición de drogas

Mayolo López / Agencia Reforma

Nueva York

El presidente Felipe Calderón apremió ayer a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a encabezar un debate en donde se valore la pertinencia del enfoque prohibicionista en materia de drogas.
El mandatario mexicano desahogó su última participación como presidente en una asamblea general denunciando que el consumo de drogas está matando a miles y miles de jóvenes.
“Hoy propongo, formalmente que ésta, nuestra Organización de las Naciones Unidas se comprometa en el tema y que haga una valoración profunda de los alcances y los límites del actual enfoque prohibicionista en materia de drogas.
“Eso no implica que se deba bajar la guardia –nosotros no lo haremos, no vamos a ceder ni un milímetro– a las organizaciones criminales. Lo que significa es que los países debemos asumir las responsabilidades comunes que tenemos en el problema y que también son diferenciadas de acuerdo con la capacidad que cada quien tiene en el problema”, planteó Calderón.
En el mismo tenor, el presidente urgió a la ONU a que encabece una discusión a la altura del siglo XXI que “sin falsos prejuicios” convoque a encontrar soluciones al problema del narcotráfico con nuevos enfoques.
Planteó que el organismo internacional no sólo participe en el análisis, sino que encabece un profundo debate internacional que permita hacer un balance, por una parte, de los alcances y limitaciones del actual enfoque prohibicionista, y por otra, acerca de la violencia inhumana que genera la producción, el tráfico y la distribución de drogas y que ha convertido a América Latina en la región más violenta del mundo.
Desde la perspectiva del presidente de México, deben ser analizadas con honestidad y rigor académico cuáles pueden ser las alternativas a seguir, “explorando específicamente las alternativas regulatorias o de mercado que nos permitan terminar, a todas las naciones juntas, con ese flagelo que está costando miles y miles de vidas cada año”.
Calderón dijo que así como la ONU examina y aporta soluciones para vencer problemas globales que amenazan la integridad, la salud y la vida de millones de personas en el mundo, como las hambrunas, las epidemias y el cambio climático, es hora de que también entre en acción para detener la  “ola de muerte” que está causando tanto sufrimiento a los pueblos.
El presidente explicó que, en cualquier caso, cualquiera que sea el marco regulatorio sobre las drogas,  todas las naciones y particularmente las que están en desarrollo deben implementar una política en tres ejes: combatir la criminalidad, fortalecer leyes y las instituciones encargadas de cumplir esas leyes y restaurar el tejido social.
En su intervención Calderón cargó también contra las naciones desarrolladas las que, estimó, deben asumir su responsabilidad en ésta coyuntura: si ellas no pueden o no quieren reducir el consumo de drogas, advirtió, al menos deben detener el flujo exorbitante de recursos que financia a los criminales; y si esto no se puede, abundó, es el momento de explorar otras alternativas diferentes al propósito no logrado de reducir el consumo.
Adelantó que México impulsará un tratado que limite o que prohíba la transferencia de armas convencionales cuando exista el riesgo de que éstas puedan ser utilizadas para cometer violaciones al derecho internacional.

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