Inauguran casa de atención para la mujer indígena en Acatepec, la tercera en el estado

Sergio Ferrer

Acatepec

Una tercera casa de atención para la mujer indígena, abrió ayer sus puertas en Acatepec con el objetivo de reducir la violencia familiar y principalmente la muerte materna. Dicho municipio ocupa el primer lugar a nivel regional en decesos de mujeres embarazadas.
Así lo indicó, frente a mujeres y hombres me´phaa, la titular de la casa Enriqueta García Mateos, quien recordó que luego de un proceso iniciado con recurso propio en 2009, ahora se abre la posibilidad de reducir las muertes de mujeres en etapa de embarazo al contar con un lugar en el que pueden permanecer días antes de dar a luz y recibir atención.
La construcción de esta casa fue obtenida por el grupo de mujeres organizadas del Cerro del Carrizo después de que en 2010 no aprobaran el diagnóstico para ser beneficiarias del dinero necesario para la edificación, el cual fue otorgado a San Luis Acatlán que junto con Ometepec, cuentan con este tipo de centro para mujeres de comunidades originarias.
En el país hay 19 casas de este tipo. El terreno en el que se asienta fue donación del ayuntamiento municipal, la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas aportó de los impuestos un millón 700 mil pesos para el proyecto.
Aunque esta cantidad no alcanzó para terminar las instalaciones, para las mujeres que trabajarán en esta casa es un avance en su género y los pueblos que atenderá. García Mateos prevé que llegarán mujeres de Acatepec y de Atlixtac.
También remarcó la importancia de las parteras frente a los médicos y llamó al director provisional del Hospital Básico Comunitario a firmar un convenio para que las mujeres embarazadas que deseen sean atendidas por parteras en el hospital o apoyen en la traducción porque luego al no entenderles son regañadas.
A la inauguración, asistieron ocho médicos cubanos que trabajarán aproximadamente un año en el municipio de Acatepec visitando algunas comunidades cada quince días.
Emperatriz Basilio, subsecretaria de la Secretaría de la Mujer, lamentó que exista un registro alto de neonatos muertos. Ejemplificó el caso de una mujer de 28 años de Olinalá que en su noveno parto el esposo no dio permiso de que acudiera al hospital a realizarse estudios. Luego de criticar dicha postura del marido, la funcionaria llamó tanto al gobierno federal como estatal a facilitar la atención de mujeres indígenas.
La casa para la mujer atenderá a madres que lleguen de recorrer trayectos de hasta ocho horas en camino de terracería, cuenta con un pequeño dormitorio, sala múltiple, cocina y otros cuartos para diferentes usos.
Otra labor de la casa será buscar la difusión de respeto a la mujer y alto al machismo, así como atacar males como el alcoholismo o la violencia familiar.
Aunque se abstuvieron de responder entrevistas, el síndico del municipio comunicó que la delegación de médicas y médicos cubanos que incluye: ginecóloga, pediatra, anestesióloga, químico, cirujano, quienes estarán en la cabecera municipal y recorrerán comunidades.
Las mujeres que laborarán en la casa solicitaron a los médicos acompañar los procesos de las mujeres embarazadas y establecer comunicación ya que no se atenderán partos salvo que lo decidan las embarazadas, su objetivo principal será acompañar el proceso antes, durante y después del parto.
Jaime García Leyva, doctor por la Universidad de Barcelona, qué asistió en representación del rector de la UAG, afirmó que resulta necesario que los médicos comprendan la cosmovisión, lengua y cultura de los pueblos originarios, para que no exista un choque entre las costumbres o sanaciones antiguas y la medicina moderna.
Es el caso del parto vertical, antiguamente practicado en los pueblos originarios. A la apertura de la casa asistieron representantes de la CDI incluido el delegado en Guerrero, Gonzalo Solís Cervantes, el secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso, mujeres de la comunidad y comisarios. Al final se realizó un ritual de sincretismo cultural.