Alertan en EU sobre el tráfico ilegal de municiones desde EU hacia México

Rafael Mathus Ruiz / Agencia Reforma

Nueva York

Aunque el tráfico de armas de Estados Unidos a México ha ganado notoriedad, el contrabando paralelo de municiones ha recibido menos atención y es más difícil de detener, de acuerdo con un artículo de The Wall Street Journal.

“En una serie de arrestos este año, autoridades estadunidenses de Nuevo México y Texas han confiscado cientos de miles de cartuchos de rifles de asalto AK-47 y M16, los modelos preferidos de los cárteles mexicanos”, indicó el diario estadunidense en un reportaje.

“Las balas son mucho más fáciles de comprar, ocultar y contrabandear que las armas, y las leyes federales y estatales requieren un seguimiento relativamente bajo de sus ventas. Eso hace que el tráfico de municiones sea particularmente difícil de detectar”.

El trasiego transfronterizo de municiones no recibe la atención que en Estados Unidos obtiene el contrabando de armas, en especial, de acuerdo con el matutino, luego de que saliera a la luz el escándalo por la operación Rápido y Furioso, a través de la cual agentes federales habrían permitido el tráfico vigilado de cientos de armas hacia México con el fin de ubicar luego a grandes contrabandistas.

También destacó que, en la mayor parte del país, los vendedores de municiones no necesitan tener una licencia, como sí ocurre en el caso de quienes venden armas, y no requieren verificar si el comprador califica para adquirirlas. Uno de los controles que tiene que realizar un vendedor de armas en Estados Unidos antes de una venta es verificar si la persona tiene antecedentes penales, por ejemplo.

La ley federal no prohíbe la venta de municiones a menores de 18 años, convictos e inmigrantes indocumentados. Tampoco hay límite en el número de municiones que pueden adquirirse, ni los vendedores deben guardar un registro de las personas que las compran.

Esta falta de información hace que sea muy complicado perseguir legalmente los casos de contrabando de municiones en Estados Unidos, según indicó The Wall Street Journal.