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“Personalidad dinosáurica” busca reimplantarse en el sistema, dice Ebrard

Agencia Proceso

Ciudad de México

La conmemoración del 44 aniversario de la matanza estudiantil del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco tuvo eco en distintas trincheras del país.
Por primera vez, desde el 2 de octubre de 1968, se izó la bandera a media asta en la Cámara de Diputados y se instituyó la fecha en el calendario cívico, se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas y se lanzaron diferentes proclamas.
Incluso, el presidente electo, el priista Enrique Peña Nieto, en un intento por desmarcarse de la represión de 1968 ordenada por un correligionario suyo, el presidente Gustavo Díaz Ordaz, escribió en su cuenta en Twitter que se comprometía a ejercer una Presidencia respetuosa de los derechos y libertades de los mexicanos.
“Este 2 de octubre reafirmo el compromiso de ejercer una Presidencia Democrática, respetuosa de los derechos y libertades de los mexicanos”.
Aprovechó el Día Internacional de la No Violencia, que se conmemora también este día en memoria del nacimiento de Mahatma Gandhi, para remarcar su compromiso con el diálogo y la tolerancia.
“El Día Internacional de la No Violencia nos compromete a trabajar por un México de paz, diálogo, tolerancia y entendimiento.
“Reitero el compromiso de establecer una Estrategia Nacional para Reducir la Violencia que aplique la ley y reconstruya el tejido social”, escribió el exgobernador del Estado de México, responsable de la represión en San Mateo Atenco.
En contraparte, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard fue enfático al advertir del regreso de una “coalición conservadora” que busca frenar libertades en el país, tal como ocurriera hace 44 años.
Afirmó que ese mismo ambiente de autoritarismo con “personalidad dinosaurica” busca reimplantarse en el sistema político.
_Como todos los años, estudiantes universitarios marcharon para recordar la fecha, sólo que ahora aglutinados en el colectivo #YoSoy132 que reiteró su rechazo al Presidente electo y realizó movilizaciones en distintos estados del país.
También realizaron paros de labores totales o parciales en al menos 23 instituciones, entre ellas, las preparatorias 2, 5, 6 y 9, los CCH Azcapotzalco y Sur éste último en paro activo. También la Escuela Nacional de Música, la ENAP, Facultad Estudios Superiores Aragón, Trabajo Social, las Facultades de Economía, Ciencias Políticas (paro activo), Ciencias y Arquitectura, todas de la UNAM.
Del Politécnico participaron UPICSA, ESIME, ESCA y Economía.
Además se unieron las sedes Xochimilco, Azcapotzalco, Iztapalapa y en paro parcial Cuajimalpa de la UAM, así como la UPN y la ENAH.
Las movilizaciones fueron aprovechadas también para expresar su rechazo a las reformas laborales aprobadas en la Cámara de Diputados.
El colectivo llevó a cabo marchas en Monterrey, Veracruz, Estado de México, Tabasco, Quintana Roo, Querétaro, Guadalajara, además de la Ciudad de México. Los carteles con las convocatorias a las movilizaciones, fueron publicados en su página www.yosoy132media.org.
La más numerosa que denominaron: Marcha Histórica fue la de la ciudad de México, de la Plaza de las Tres Culturas, al zócalo de la ciudad, que inició alrededor de las 4 de la tarde.
Varios miles de manifestantes –más de 30 mil según estimaciones de portales electrónicos -encabezados por el Comité del 68, se dieron cita en la Plaza de lastres Culturas en Tlatelolco para de ahí avanzar  hacia la Plaza de la Constitución en dos rutas.
El Comité del 68, acompañado por estudiantes de la UNAM, instituciones privadas y otras escuelas, integrantes del colectivo #YoSoy132, se desplazó por el Eje Central hasta llegar al zócalo.
Otro contingente integrado principalmente por estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, del IPN, sindicatos –entre ellos el SME–, algunas secciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y grupos anarquistas marchó por Paseo de la Reforma y confluyeron en el zócalo con el otro contingente.
Parte de éste segundo contingente se desvió hacia el Senado de la República donde se llevaba a cabo la discusión de la reforma laboral para expresar su rechazo contra ella.
Cientos de policías realizaron los cortes necesarios a la circulación vigilaron el desarrollo de las movilizaciones en las que no se registraron incidentes de gravedad.
Durante el recorrido hacia el zócalo, Raúl Álvarez Garín, líder histórico del Comité 68, dijo que ésta es una marcha “de los indignados, de aquellos que han sido agraviados y que exigen justicia”.
En la plancha del zócalo capitalino la delegación Cuauhtémoc instaló un templete donde grupos de rock participan en un “memorial por los caídos”.
La matanza del 2 de octubre también fue recordada con fotografías y videos en las redes sociales, principalmente Twitter y Facebook. En algunas de las imágenes se hacía alusión a que años después de ese trágico día la gente volvió a votar por el PRI.
Una de las fotos tomada frente a la catedral, donde aparecen tanques militares de frente a los estudiantes fue acompañada por el siguiente mensaje:
Por su parte, el Pleno de la Cámara de Diputados rememoró los hechos del 2 de octubre de 1968. Por primera vez se izó la bandera a media asta para recordar a las víctimas y se pronunciaron discursos de las bancadas que culminaron con un minuto de silencio solicitado por el presidente de la mesa directiva, el priista Jesús Murillo Karam.
El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Alberto Villarreal, del PAN, encabezó la ceremonia en la que por primera vez los poderes federales rindieron homenaje luctuoso a las víctimas del movimiento estudiantil.
Los discursos más críticos fueron los de los partidos de izquierda que recordaron que la masacre del 2 de octubre fue responsabilidad del régimen priista de Gustavo Díaz Ordaz, mientras que el PAN señaló que en esos días de represión condenó los abusos de autoridad cometidos contra los estudiantes.
El jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard de plano alertó del regreso de una coalición conservadora que pretende frenar libertades en el país, como hace 44 años.
Recordó que a finales de la década de los 60 el país vivía en un sistema autoritario que entonces encabezaba Gustavo Díaz Ordaz, quien pese al uso de la fuerza no logró callar las voces de los estudiantes quienes exigían mayor libertad y derechos sociales.
Frente a algunos dirigentes del Movimiento del 68, como Salvador Martínez Della Roca, Gilberto Guevara Niebla y Elena Poniatowska, autora del libro La Noche de Tlatelolco, además de jóvenes becarios de los programas sociales, Ebrard dijo que ese mismo ambiente de autoritarismo con “personalidad dinosaurica” busca reimplantarse en el sistema político.
“Lo digo porque eso está vivo, ese ethos dinosáurico ahí está y tenemos enfrente de nosotros una gran coalición conservadora y alguien puede sentirse descorazonado, no lo hagan, no perdamos nuestras convicciones, cada quien donde nos toque, porque no tenemos derecho, porque los jóvenes del 68 nos demostraron que cuando se tiene la razón, finalmente se va a triunfar” señaló.
Por su parte, la escritora Elena Poniatowska, sugirió llamar al Distrito Federal como la ciudad de los jóvenes, como ocurre con Harvard, en Estados Unidos; Oxford en Gran Bretaña y Estrasburgo en Francia.

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