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Exponen fotografías de los desaparecidos en la Guerra Sucia

Gladivir Cabañas Gómez, vecino de esta ciudad, montó ayer en la plaza Libertad de Expresión, una exposición fotográfica de desaparecidos durante la Guerra Sucia en Atoyac en los años 70, para recordar el 38 aniversario de la desaparición forzada de su padre y abuelo.
Cabañas Gómez se ha distinguido en Zihuatanejo por ser un militante de izquierda y representar en este municipio a la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos.
Dijo que cada año en esta fecha, coloca una exposición fotográfica con la imagen de las víctimas de la Guerra Sucia en memoria de su padre Eleno Cabañas Tavares y de su abuelo Eleno Cabañas Ocampo, detenidos y desaparecidos por militares en la comunidad Corral Falso, de Atoyac de Álvarez, en 1974.
La desaparición de sus dos familiares fue porque ambos eran familiares directos del profesor y guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, quienes tuvieron que salirse de su comunidad porque el Ejército llevaba a cabo detenciones arbitrarias de todas aquellas personas que llevaran el apellido Cabañas o Barrientos.
Agregó que su padre y su abuelo vivían en el poblado El Salto, a unos 15 minutos de Atoyac y que ante el temor de que fueran detenidos en cualquier momento por ser familiares del extinto guerrillero, dejaron al resto de su familia y a su comunidad con la intención de huir hacia la ciudad de México, pero fueron detenidos por los militares en Corral Falso y desde entonces no han vuelto a saber de ellos.
Cabañas comentó que el montar la exposición cada año es una manera de recordarle al gobierno que no ha olvidado a sus familiares desaparecidos y también exigir su presentación “o que al menos nos digan dónde dejaron sus cuerpos para darles cristiana sepultura”.
Añadió que este año también quiso recordar a los defensores de los bosques de la sierra de Petatlán, Eva Alarcón Ortiz y Marcial Bautista Valle, “son dos luchadores que se distinguieron por su labor, también demando que sean presentados vivos porque vivos se los llevaron”.
La exposición estuvo montada durante cuatro horas, tiempo durante el cual fue observada por unas 800 personas. (Brenda Escobar / Zihuatanejo).

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