Entra en su fase final el proyecto ganador del Fonca del Laboratorio de Artes Demina

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Sólo faltan dos talleres para que el proyecto Minitemporalidad.es, dirigido por la artista acapulqueña Jeanette Rojas Dib, apoyadas por el Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales en la especialidad de Medios Alternativos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), concluya.
Minitemporalidad.es es un proyecto que comparte el conocimiento de forma gratuita durante diez días para la creación de la o las piezas que el artista invitado junto a sus alumnos practicantes realicen durante el taller y que posteriormente se exhiben en el Laboratorio de Artes Demina.
Los artistas que imparten los talleres fueron seleccionados por ser artistas jóvenes, activos en la escena del arte contemporáneo, cuyos criterios de producción son flexibles, tiene capacidad de adaptación a presupuestos, herramientas y materiales.
En la primera minitemporalidad.es participó el artista francés Samuel Trenquier, quien presentó un taller de instalación de ofrenda en un árbol muerto, con la finalidad de volverle la vida.
Posteriormente le tocó a la australiana Mystee Unwin compartir sus conocimientos con el taller Sustentabilidad y Arte, en el cual mostró la técnica de la construcción sustentable a partir de un super adobe desarrollada por el arquitecto iraní Nader Khalili, a través de la construcción de jardín-pared escultórico.
El tercer taller fue la realización de un documental filmado por la directora invitada Louisa Merino quien radica en Nueva York, quien con ayuda de artistas locales realizaron el documental La mujer en mi, con duración de cinco minutos, mismo que fue grabado en el puerto de Acapulco.
En la última minitemporalidad.es participó el artista Luis Díaz Gordoa con el proyecto de arte ecológico que consistió en la realización de orugas, donde se involucró principalmente a los niños para concientizarlos sobre la necesidad trasmitir la cultura de la sustentabilidad.
En entrevista con la artista acapulqueña que dirige el proyecto, Jeanette Rojas Dib, comentó que es gratificante compartir las experiencias de artistas internacionales y nacionales, que durante los diez días de cada uno de los talleres compartieron sus conocimiento de técnicas y expresiones estéticas.
“El proyecto fue muy emocionante, pero sobre todo en lo personal fue una experiencia en muchos sentidos más allá de lo artístico. La posibilidad de conocer artistas, compartir e intercambiar conocimientos en diez días te enriquece mucho”, destacó.
Comentó que en el proyecto existió una gran variedad de disciplinas artísticas que promovían la asistencia de diversos artistas locales a quienes les interesaba un tema en específico, pero también propició la participación de acapulqueños que asistían puntuales a las cuatro minitemporalidad.es programas a pesar de ser de tan diversos los temas.
“En general los que se interesaban por la minitemporalidad la vivían completa; hubo gente que asistía a todas a pesar de la diversidad de ellas, pero normalmente iban variando y la asistencia también”, puntualizó.
La artista agregó que al diseñar el proyecto ganador del Fonca no había pensado en que fuera una herramienta para mermar la violencia que se vive en el puerto de Acapulco, sino por el simple hecho de compartir los conocimientos artísticos contemporáneos que están trasformando al mundo.
Reiteró que está consciente de que las actividades artísticas alejan de conductas o comportamientos violentos, pues tienden a enfocar la energía en labores positivas.
“En realidad esto son probaditas de cosas que se pueden hacer, de disciplinas que se pueden aprender, de técnicas que se pueden desarrollar, obviamente diez días es muy poco, pero es una semilla sembrada y que a partir de ahí se despierten los intereses”, puntualizó.
Rojas Dib indicó que existe una búsqueda por aprender los conocimientos de técnicas y mejorar el desarrollo artístico de los creadores locales, de ir mejorando y compartirlo con la sociedad.
Apuntó que darle continuidad a este proyecto, es “un poco difícil”, pues de no contar con la beca de la cual resultó ganadora y con la que cubre la asistencia de los artistas, sería complicado seguir invitándolos para compartir sus conocimientos.
Señaló que no cuneta con recursos económicos propios que le ayuden a costear los gastos de trasporte y de estadía en el puerto.
Mencionó que de los talleres siempre se deriva la idea de realizar proyectos artísticos y compartirlos con el resto de la sociedad.
“Siempre se da la necesidad de compartir las ideas trasmitidas en los talleres, hay algunos que sí se quedan prendidos y buscan la forma de lograr los proyectos, o seguir en la dinámica de buscar más información sobre el tema para lograr concretarlo”, dijo.
Comentó que la creación de este proyecto posibilitó que se mantuviera en existencia el Laboratorio de Artes Demina y que la gente tuviera el espacio para acercarse al arte.
Demina es un Laboratorio de Artes en Acapulco que se dedica a la experimentación de cualquier disciplina artística. Fue fundado el 13 de marzo de 2010 y desde entonces ha llevado a cabo exposiciones, reuniones de trabajo, conciertos, cine club, proyección de documentales y talleres.
Demina funciona de forma colectiva mediante el trabajo de sus miembros fundadores y los artistas que colaboran y hace uso de sus instalaciones. La justificación del proyecto es ser un engrane en el desarrollo del arte y cultura en Acapulco en pos del desarrollo humano.
Comentó que Demina terminará con sus actividades cuando se presente la última minitemporalidad, que aún está en proceso de programación, pero reiteró que cabe la posibilidad de abrir de nuevo el espacio en el que se encontraba el laboratorio, en el Centro de Acapulco, pero aún es una posibilidad, pues no se cuenta con una fecha definida.
La artista señaló que este tipo de espacios, no sólo Demina, deben existir dedicados a las artes.
“Hay mucho trabajo por hacer, ojalá que se logre reabrir, pues el espacio es muy bueno para seguir trabajando en pos de la cultura y el arte”, concluyó.