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Rechazan el proyecto de reserva de la biosfera en La Montaña y piden la salida del rector de la UIEG

Sergio Ferrer

La Ciénega

Representantes de comunidades indígenas acordaron en un foro rechazar el proyecto de decreto federal de una reserva de la biosfera en La Montaña, y tomar la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero (UIEG) este lunes para exigir la salida del rector Rafael Aréstegui Ruiz por haber firmado un convenio con el cual buscaría convencer a los pueblos de los aparentes beneficios del proyecto.
Este sábado en la comunidad me’phaa de La Ciénega se tomaron los acuerdos, y también se tomó protesta a un Comité de Defensa de los Territorios y contra el Proyecto de la Reserva de la Biosfera en La Montaña de Guerrero, conformado por 18 autoridades agrarias y comunitarias.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno del estado (Semaren) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) han proclamado su interés de promover la creación de una reserva de biosfera para expropiar 157 mil hectáreas de territorio por medio de un decreto presidencial. Dicho territorio abarca 13 núcleos agrarios.
Son territorios dentro de los bienes comunales de Cochoapa el Grande, el ejido de Zitlaltepec, Huehuetepec, los bienes comunales de Mixtecapa, Paraje Montero, San Miguel el Progreso, Colombia de Guadalupe, Iliatenco, Santa Cruz del Rincón, Vista Hermosa, Pueblo Hidalgo y el ejido Montes de Oca en Iliatenco.
En este proceso fue firmado recientemente un convenio de colaboración entre la Semaren y la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero teniendo a la Conanp como testigo, para promover la reserva, lo cual fue mal visto entre los asambleístas que acudieron al foro convocado en la misma comunidad donde tiene su sede la universidad.
Es así que tras ratificar un rechazo total al decreto federal y acciones que promuevan la salida del rector de la UIEG, en el foro se habló de que las comunidades no acepten nuevos convenios de pagos por servicios ambientales porque el presupuesto para nuevos contratos no provendría de un subsidio del gobierno sino de empresas extranjeras que buscan bonos de carbono.
De acuerdo con información oficial que circuló en la reunión del sábado, los cinco pasos para la reserva son la elaboración de un estudio previo justificativo, el cual ya se encuentra disponible, el aviso en el Diario Oficial de la Federación (después una consulta sólo para informar al pueblo no para preguntar si lo quieren o no) y solicitud de opiniones a organizaciones sociales, académicos, instituciones educativas.
Un cuarto punto es el manejo de impacto regulatorio y por último el decreto del presidente de la República y su publicación en el Diario Oficial de la Federación. En ningún paso se pregunta a las comunidades si quieren o no, aunque en apariencia no se toquen sus documentos agrarios, ya el decreto no necesita permiso de los pueblos.
Existen una serie de restricciones respecto a los núcleos de las reservas para los pobladores de dichas zonas mientras que cosas que sí se podrían hacer con el permiso de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas sería colecta de animales y recursos biológicos para investigación científica, aprovechamiento de plantas para uso de la bioteconología, uso y aprovechamiento de aguas nacionales, turismo  e incluso obras y trabajos de exploración y explotación minera.
Al volverse territorio federal, se facilitaría la incursión de la Policía Federal o el Ejército mexicano en La Montaña, un punto geoestratégico de donde emerge agua que llega a diversos ríos como El Papagayo.
Entre las participaciones de la asamblea a la que acudieron además algunas organizaciones ambientalistas, se destacó que la población no está en contra de los trabajadores ni los estudiantes de la UIEG pero sí es lamentable que se les utilizara en planes perversos contra sus propias comunidades o familias lo que dejó en entredicho cuál es el verdadero papel de dicha universidad.
Un hombre me’phaa declaró en la asamblea, la cual primeramente recibió una oración y sahumación de principales del pueblo para pedir al universo y a los elementos permiso para celebrar la reunión, que es necesario incrementar el poder de las asambleas de los pueblos.
“No somos burla del gobierno, qué pasa, por qué nuestros hijos están siendo contratados para golpear a su propia gente, que se vaya el que hace daño”, afirmó.
Félix Ramírez, otro indígena recordó que la conquista y los encomenderos ya habían intentado arrebatar la tierra y que ahora son los imperios capitalistas con sus nuevas tecnologías que quieren invadir.
Claudio Carrasco, coordinador de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) en Espino Blanco, señaló que no fue una conquista de los españoles sino una invasión a la que resulta necesario ponerle un alto porque los pueblos originarios continúan siendo oprimidos.
Cirino Plácido afirmó que en un clima de descomposición y despojo es necesaria la unidad entre los pueblos y la organización para reconstruir el tejido social en las comunidades.
Al reconocer la asamblea el embate neoliberal constante, se acordó una próxima reunión de representantes agrarios y comunitarios además del apoyo de diversos expertos y académicos para elaborar un plan de protección ambiental propio de los pueblos, el 20 de octubre en la misma comunidad.

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