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Discuten corrientes el destino del PRD entre la izquierda moderada o radical

Claudia Salazar / Agencia Reforma

Ciudad de México

Los líderes de las dos principales corrientes del PRD confrontaron ayer opiniones sobre el futuro de su partido, entre la izquierda moderada o radical.
A 23 años de su fundación, Jesús Ortega, dirigente de Nueva Izquierda, y René Bejarano, de Izquierda Democrática Nacional, expusieron ideas en torno la necesidad de transformar su partido.
Ortega advirtió que el sol azteca se ha convertido en el personaje de la novela de Robert Louis Stevenson, donde el Dr. Jekyll y el Mr. Hyde son la misma persona pero radicalmente opuestos; un mismo cuerpo con diferentes conductas: uno, respetable y responsable, y otro, irresponsable y abominable.
En la transformación del PRD, dijo, se debe acabar con la dualidad y controlar, sujetar, dominar e impedir que aparezca el “otro yo” radical del perredismo, personificado en Mr. Hyde.
Con el antecedente de la toma de tribuna por parte de diputados afines a Bejarano, el pasado 28 de septiembre, en rechazo a la reforma laboral, Ortega cuestionó que se renuncie al debate en el Congreso.
Consideró que el PRD carga con dos traumas: el dogmatismo de respetar la ley cuando conviene y participar en el Congreso para demostrar que no sirve para el cambio social, y el trauma del caudillismo, derivado de que la lucha del partido se ha centrado en obtener la Presidencia para transformar el país.
“A 23 años de existencia, es indispensable desprendernos de nuestro ‘otro yo’, de ese que aparece anacrónico, incongruente, conflictivo, irresponsable, egoísta porque sólo se ve a sí mismo.
“El PRD, en su reforma inminente, necesita terminar con esa doble personalidad. Debemos hacer prevalecer a nuestro Dr. Jeckyll”, planteó el líder de “Los Chuchos”.
Tras proponer una renovación del pensamiento de izquierda y retomar la reflexión interna entre las corrientes, se pronunció por una izquierda progresista y moderna,que destierre las disputas internas entre tribus.
“Se ha agotado el pacto fundacional de 1989. Hay necesidad de construir un pacto reconstituyente acorde con las circunstancias del País.
“Las corrientes nos hemos convertido en grupos de presión interna para la disputa de posiciones y canonjías”, reconoció.

La voz de ADN

Invitado al Congreso de Nueva Izquierda, Bejarano convocó a conjurar la ruptura y fortalecer la unidad.
“No pactemos la ruptura desde posiciones esquemáticas que nos conducen a la derrota. Hay que profundizar en la unidad.
“Hay algunos que consideramos que somos moderadamente radicales y hay otros que son radicalmente moderados”, aseveró.
El líder de ADN retomó la propuesta de Ortega sobre la urgencia de someter a terapia al “otro yo” del perredismo, confrontar los demonios y encarar los claroscuros de sus dirigentes.
“Debemos conjurar nuestra propia limitación. La transformación política implica un esfuerzo de superación. Hay que atender la parte de verdad que cada quien tiene”, dijo.
Bejarano se refirió a errores cometidos en la conducción política, en la práctica parlamentaria y en la pérdida de independencia del partido con respecto a poderes fácticos.
“Extravío de rumbo y la falta de congruencia entre lo que se dice y se hace”, reprochó.
Bejarano apostó al renacimiento del PRD y a que las corrientes entiendan la necesidad de su propia transformación para adaptarse a la nueva realidad.
“Los competidores de ahora pueden ser los aliados del futuro, y los aliados de ahora también pueden ser los competidores del futuro”, apuntó.
En el evento también habló el académico Agustín Basave, quien consideró que el radicalismo, expresado en el plantón de Reforma en 2006 y en el Gobierno Legítimo encabezado por Andrés Manuel López Obrador, imposibilitaron que en 2012 la izquierda ganara la Presidencia, pese a su exitosa campaña.
Jesús Zambrano, presidente del PRD, aseguró que se mantendrán unidos y como la fuerza de izquierda más importante del País, aun con la salida de López Obrador y su decisión de crear su propio partido.

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