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Siete mil figuras de pirotecnica al estilo de Nueva York recibieron el 2012 en Acapulco

Salvador Serna

El puerto de Acapulco recibió el 2012 con un espectáculo de siete mil figuras de fuegos artificiales producidos por 50 mil disparos, los cuales iluminaron el cielo nocturno de la bahía de Santa Lucía, siendo la primera vez que el denominado Paraíso de América consigue emular las celebraciones de fin de año de otras grandes urbes como Nueva York, Sydney, Dubai, Londres y Berlín.
Al ritmo y compás de las piezas musicales de la Orquesta Sinfónica de Acapulco, instalada en un templete especial en el hotel Fiesta Americana, en punto de las cero horas del 1 de enero de 2012 comenzó el estallido de la fiesta pirotécnica, de 11 minutos de duración, para saludar el año nuevo, lo que alegró, sorprendió y dejó sin aliento a miles de turistas y residentes que se apostaron en toda la franja de playas, explanadas y piscinas de los hoteles así como también restaurantes y bares al aire libre.
Miles de colonos de los fraccionamientos Hornos Insurgentes, Progreso Florida y de las colonias populares Fovissste, Morelos, Vista Alegre, Alta Cuauhtémoc, Juan R. Escudero, Palomares, Mozimba, Francisco Villa, Alianza Popular La Laja, Burócratas, Garita, El Roble, Del Valle, entre otras, apostadas en la parte alta del anfiteatro del parque El Veladero, observaron en “primera fila” el majestuoso espectáculo de fulgurantes figuras como pulpos colorados, serpientes plateadas, rehiletes acuáticos, mariposas multicolores y lentejuelas amarillas destellantes que fue transmitido por televisión en cadena nacional a todo el país.
Dos minutos antes de la medianoche, la pirotecnia musical empezó en el cielo de playa Revolcadero, bahía de Puerto Marqués y Pichilingue.
De inmediato, la gala de fuegos artificiales se posicionó en la bahía de Santa Lucía y tuvo entre sus novedades la detonación de 3 mil fuegos desde las 7 plataformas marinas, estratégicamente ancladas en diversos puntos de la bahía. Dos torres pirotécnicas fueron instaladas en la franja de arena de playa Papagayo, dotando de gran iluminación a toda la zona.
Al espectáculo, ideado por la Secretaría de Fomento Turístico, se busca posicionarlo al corto plazo, como un evento de mercadotecnia para promover a Acapulco en mercados extranjeros, tal como sucede con las metrópolis y puertos internacionales.
La temática artística, donde se invirtieron media tonelada de juegos pirotécnicos de manufactura italiana y china, constó de tres actos.
Primero un verdadero jolgorio multicolor bautizado como Obsequio a los colores, con luces perfectamente sincronizadas con aditamentos de truenos, flashes, efectos crepitantes, silbatos y artificios con numerosas aperturas. Seguida de la coreografía luminosa de fulgorosos rehiletes, que prácticamente vomitaron fuegos artificiales a medio cielo nocturno.
Mientras que la culminación del espectáculo, conocida como Gran final, se logro apreciar la habilidad y fantasía de los artistas pirotécnicos mexicanos, quienes fusionaron luces, colores y sonidos que emocionaron a miles de personas, que en reciprocidad brindaron aplausos en punto de las 0 horas con 11 minutos, dándose por finalizada la tan esperada gala pirotécnica.

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