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Admite un jefe militar que el Ejército revisó a los seis jóvenes desaparecidos en Iguala en 2010 pero dice que no los detuvo

Daniel Velázquez

Luego de dos años y siete meses de insistir en la participación del Ejército en la desaparición de seis jóvenes, ayer el general de brigada Juan Manuel Rico Gámez comandante de la 35 Zona Militar reconoció que el Ejército sí revisó a los seis jóvenes de Iguala desaparecidos desde marzo de 2010 pero luego el agente del Ministerio Público Militar Francisco Rubio Castro leyó un reporte en el que precisó que no los detuvo el Ejército sino que fueron detenidos por personas encapuchadas.
Ayer en un salón del hotel Camino Real durante la reunión de autoridades militares con representantes de la sociedad civil acudió la mamá de uno de los jóvenes desaparecidos Francis Alejandro García Orozco, María Guadalupe Orozco Urtiera quien pidió a los militares sensibilidad en el caso de la desaparición de su hijo porque en dos años y siete meses no ha recibido respuesta que le indique donde está.
La noche del 1 de marzo de 2010 mientras descargaban mobiliario en la discoteca Cherry’s traído de las instalaciones de la Feria de la Bandera que año con año se celebra en Iguala los jóvenes Francis Alejandro García Orozco, Andrés Antonio Orduña Vázquez, Lenin Bladimir Pita Barrera, Zósimo Tadeo Chacón Jiménez, Olimpo Hernández Villa y Sergio Méndez Landa, fueron detenidos por militares de acuerdo con un video que tiene la familia.
María Guadalupe Orozco reprochó a las autoridades del Ejército que en mil 23 días que han transcurrido de la desaparición de sus hijo no ha recibido ninguna noticia o llamada para que le den una respuesta de donde está su hijo. “No sé cómo se sentirían si en algún momento alguien les arrebata un hijo”.
Reclamó que hasta el peor de los delincuentes tiene derecho a un juicio justo y en su caso su hijo y los otros jóvenes desaparecidos no lo han tenido.
Recordó que envió una carta al presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa, y una de las respuestas se la dio el secretario de la Defensa Nacional Guillermo Galván Galván quien contestó que no tenían información de ese hecho, pero María Guadalupe Orozco cuestiona que cómo es posible que no se hayan dado cuenta si está el registro en video y además el convoy donde se llevaron a su hijo estaba integrado por cinco camionetas que pasaron frente a las instalaciones del Ejército en Iguala y además está la versión de que la desaparición de su hijo fue un encargo de un alto mando.
Indicó que llegó a sentir rabia, odio, ira contra los militares y llegó a desear ser rambo para poder encontrar a su hijo y enfrentar a los soldados pero ahora hace oraciones para que los militares tengan un corazón piadoso, sensible, “no quiero morir sin saber dónde está mi hijo, que alguien haga algo”.
Después en declaraciones a reporteros indicó que luego de la desaparición de su hijo y empezar con la búsqueda enfrentó hostigamiento y amenazas que cesaron hasta que recibió la visita de Human Right Watch.
Indicó que lo que ha escuchado de dependencias gubernamentales cuando va exponer el caso de la desaparición de su hijo por parte de militares lo que le dicen es que “con el Ejército no se puede hacer nada”.
En Iguala cuando acudieron a la Comisión de Derechos Humanos les dijeron “no hagan mucho escándalo porque es del Ejército, con cuidado”.
Indicó que tiene un video de cinco minutos donde está claro que la forma en que sacaron a su hijo junto con los otros jóvenes fue una estrategia militar no de la delincuencia porque actuaron con un despliegue policial.
A una de sus hijas la amenazaron, “le dijeron no le sigas haciendo al pendejo porque te va a cargar la chingada”, y en su negocio observaron que había una persona vigilándolos y un camión del Ejército los seguía si salían a la calle.
En respuesta a María Guadalupe Orozco, Rico Gámez informó que el Ejército ya emitió una respuesta que señala que “atendimos con cuidado ese problema. Estoy enterado de que personal militar revisó a unos jóvenes que estaban bajando unas cosas de un vehículo, después de ahí se pasó la revista no hubo nada y seguimos nuestro patrullamiento y esa fue la respuesta oficial”. Al escuchar esto uno de los familiares intervino para señalar que por primera vez aceptan que si los revisaron.
En la reunión el coordinador de los Diálogos por la Convivencia y la Paz Javier Morlett Macho se unió a la exigencia de María Guadalupe Orozco de que se informe sobre el paradero de su hijo “es evidente que el Ejército tuvo que ver ahí porque no se puede permitir que por uno o dos militares se manche una institución”.
El clérigo Salvador Cisneros también expresó su solidaridad a los familiares de los jóvenes desaparecidos.

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