Recorren 50 feligreses las parroquias de la capital; piden por las víctimas de la violencia

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Durante la noche de jueves, la madrugada del viernes y sábado 50 jóvenes feligreses de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa recorrieron 14 parroquias de Chilpancingo para alzar la voz por las víctimas de la violencia que azota a Guerrero.

El recorrido inició a las 7:30 de la noche del jueves saliendo de la Parroquia de San Judas Tadeo de la colonia Javier Mina y concluyó a las 7 de la mañana de hoy en la Parroquia de San Agustín de la comunidad de Petaquillas.

El padre Raúl Díaz Quiroz comentó que esta actividad la encabeza el grupo Reclamo Juvenil 2 para alzar la voz por las víctimas de la violencia que han sufrido en el estado y de la avidez de dinero que las provoca.

El sacerdote explicó que este recorrido se organizó con el propósito de hacer conciencia sobre la responsabilidad social que tenemos todos ante el clima de violencia y de inseguridad en el estado.

Además, hizo un llamado a no acostumbrarnos a vivir con miedo porque el recorrido busca hacer partícipe a todas las parroquias de la capital. Comentó que se intenta mostrar una perspectiva de no tener miedo pues la violencia y el crimen roban espacio, tiempo, tranquilidad, seguridad y bienes en las ciudades.

“La gente no tiene por qué perder la alegría, no tiene por qué meterse en tristezas o depresiones, de hecho lo que nosotros estamos buscando es que tengamos un poco de consuelo”, enfatizó.

Comentó que también es una muestra de que no están contentos sobre las actividades violentas que se generan en la ciudad en el estado y mucho menos en el país.

Señaló que en estos tiempos se debe de luchar en conjunto con el gobierno para lograr la tranquilidad de la población pues aseguró que no es sólo responsabilidad de las autoridades solucionarlo sino también en la fuerza del pueblo y la valentía de enfrentar y no callar.

Mencionó que son tiempos de rescatar el valor social y sobre todo el moral para lograr concientizar a la sociedad pues es un trabajo en conjunto. “No se trata de ver quién puede y cuántos pueden sino de trabajar cada uno en su espacio, el gobierno con lo suyo y nosotros con lo nuestro para lograr un mayor cambio social”, apuntó.

En cada parroquia se realizó una corta oración pronunciada por el padre Díaz Quiroz, donde explicó que esta experiencia era para concientizar a la sociedad y elevar la voz ante diversas realidades que afectan a las personas, a las familias y a diferentes grupos o gremios.

En su disertación el sacerdote habla sobre las mujeres asesinadas, la angustia de las víctimas de secuestros, asaltos y extorsiones, la pérdidas de quienes han caído en la confrontación, los que han muerto enfrentando el poder criminal de la delincuencia organizada o han sido ejecutados con crueldad y frialdad inhumana.