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“Son problemas personales”, dice Cuauhtémoc Salgado del choque Figueroa Smutny-Astudillo

Rosalba Ramírez

 

Chilpancingo

 

El delegado especial con funciones de presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, Cuauhtémoc Salgado Romero, se deslindó de la confrontación entre Rubén Figueroa Smutny y Héctor Astudillo Flores.

En conferencia de prensa en la sala de reuniones José Francisco Ruiz Massieu de las oficinas estatales del PRI, el dirigente afirmó que la confrontación se debe a problemas personales y lamentó la renuncia del ex alcalde de Chilpancingo a quien le refrendó su apoyo y respeto y lo definió como un profesional en la política, que tomó una decisión de manera personal.

La renuncia del ex coordinador de los diputados del PRI se dio tras los señalamientos del diputado local Rubén Figueroa Smutny, que acusó a Astudillo Flores de pedirle al gobernador Ángel Aguirre Rivero dinero para saldar adeudos que dejó en el ayuntamiento.

El ex alcalde presentó en tribuna en el Congreso local su renuncia a la coordinación de los diputados priistas, y a su salida calificó al dirigente de ese partido como títere del grupo figueroísta por no lograr detener a tiempo los conflictos.

Al señalamiento, Cuauhtémoc Salgado respondió que posiblemente Astudillo Flores estaba en un mal momento y ese fue el motivo de su declaración, pero afirmó que él no recibe órdenes ni es títere de nadie y que los ex gobernadores han sido muy respetuosos de la vida interna del partido.

Salgado lamentó que los actores políticos de su partido revivan rencores y problemas de antaño y que éstos sean llevados a la vida política; sobre todo dijo lamentar las consecuencias.

Con ese argumento se justificó por no intervenir de manera inmediata ante los señalamientos que el hijo del ex gobernador Figueroa Alcocer realizó en contra del ex alcalde de Acapulco Manuel Añorve Baños y después contra Héctor Astudillo, pues “son problemas personales en los que la dirigencia nada tiene que ver”.

Dijo que ya existe el compromiso de Figueroa Smutny de que no hará más señalamientos en contra de actores políticos del PRI en las redes sociales, en referencia a que el hijo del ex gobernador es asiduo usuario de la red social Facebook la cual ha utilizado como espacio para hacer acusaciones contra Manuel Añorve y Héctor Astudillo.

En el caso de Manuel Añorve y Figueroa Smutny dijo que el conflicto duró una semana, por lo que tuvo la oportunidad de reaccionar y llamarlos a detener las acusaciones; dijo que la instrucción fue acatada y desde el domingo el legislador local paró los señalamientos, pero la gracia duró sólo tres días y el martes arremetió contra su coordinador de bancada.

Salgado Romero dijo que no le dio tiempo de atender el conflicto con Astudillo Flores.

Ante la pregunta de un reportero en el sentido de que el gobernador está descontrolando la vida partidaria del PRI, negó esa posibilidad e insistió en que los tres ex gobernadores no tienen injerencia en el tricolor.

Y aclaró que los únicos culpables son los actores políticos que llevan sus problemas personales a la política; habló de cinco priistas, entre ellos los cuatro que han protagonizado dimes y diretes en los medios de comunicación y las redes sociales: Figueroa Smutny, Astudillo Flores, Mario Moreno y Añorve Baños.

“Yo asumiría responsabilidad si la dirigencia provocara un problema”, pero ese no es el caso, afirmó.

Dijo que se ve obligado a estar “muy al pendiente de los asuntos del Congreso”, por lo que adelantó que buscará más comunicación con el próximo coordinador.

En ese sentido comentó que será hasta el 5 de noviembre cuando los 13 diputados priistas elijan al próximo coordinador, pues no podrán hacerlo antes porque los legisladores acudirán a un seminario fuera de Chilpancingo.

Salgado Romero señaló que el jueves, tras la renuncia de Astudillo Flores, lo llamó en repetidas ocasiones a su número telefónico personal, pero al no obtener respuesta llamó a otro número en el que tampoco contestó.

Al preguntarle si el ex alcalde estaba molesto con él, mofándose respondió: “como dicen, ¿y yo por qué?”, y advirtió que los problemas personales que tienen no son responsabilidad de la dirigencia.

Dijo también que algunas molestias son porque se resisten a cambiar la manera de hacer política, porque se les hace difícil dejar vicios muy arraigados, pero sobre ese señalamiento no quiso abundar.

Fuera de los conflictos provocados por Figueroa Smutny, comentó que la dirigencia del PRI está trabajado muy bien y que en 12 días realizará un balance del trabajo que los delegados han realizado, y los que no tengan avances serán removidos de sus cargos.

Adelantó que ese puede ser el caso de Rubén Figueroa Smutny, delegado del PRI en Acapulco, nombramiento que provocó el choque con Añorve Baños.

Aseveró que continuará solicitando al Comité Ejecutivo Nacional del PRI (CEN) que envié un delegado para poder enfocarse más a los trabajos de la dirigencia y poder atender los problemas del PRI en el estado.

 

“Diferencias” y “casos aislados”

 

Por la tarde en Acapulco Salgado Romero admitió que tiene “algo” de responsabilidad en la confrontación entre Astudillo y Figueroa Smutny, que entendió que debe estar más atento de lo que sucede con los diputados.

Dijo que las “diferencias” entre Añorve Baños, Figueroa Smutny y Héctor Astudillo no significa que el partido esté en crisis, por el contrario dijo que en su partido “hay armonía” y esas “diferencias”– como les llamó a las confrontaciones- son “casos aislados”.

“No hay división, hay trabajo, hay diferentes opiniones, diferencias”, dijo.

A la petición de Héctor Astudillo y del grupo añorvista a que se revoque el nombramiento de Figueroa Smutny como delegado político en Acapulco, Cuauhtémoc Salgado pidió “unidad” porque dijo que el desconoce qué fue lo que puso “nerviosos” a uno u otro actor político con esa designación y que los delegados serán evaluados por lo que deben esperar los resultados.

“A quien no cumpla con la encomienda pues obvio tendremos que agradecerles su interés pero el PRI de momento no podrá darles responsabilidades”, dijo.

Dijo que Figueroa Smutny ya “hizo el compromiso” ante él y los diputados locales que no hará más declaraciones que confronten al partido y lamentó que de parte de algunos diputados no haya habido paciencia ni madurez.

Del riesgo expuesto por Héctor Astudillo de que la actitud belicosa y destructiva de Figueroa Smutny puede repercutir de forma negativa en la elección de 2015, Salgado Romero desestimó esas apreciaciones porque dijo que una persona no puede dividir al partido e insistió que los asuntos personas no se deben mezclar con lo político.

Indicó que su activismo por el estado es porque el partido debe organizarse para el futuro y no dejarlo para tres meses antes de la elección.

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